¡®Habemus¡¯ Alba
No importa que le digan tonta con ¨ªnfulas mientras su apalancamiento en Honduras se cotice a dobl¨®n
La democracia espa?ola nunca agradecer¨¢ suficiente la contribuci¨®n a la paz social de Telecinco, Bel¨¦n Esteban, La princesa el pueblo, y su aventajada disc¨ªpula y aspirante al trono, Alba Carrillo, cuyo espr¨ªn hacia la cima del papanatismo asombra porque pulveriza los tiempos de la actual soberana.
Millones de espa?oles sobrellevan la crisis con el subsidio del paro y la inhalaci¨®n de esas dos amapolas. La emergente es m¨¢s joven y sint¨¦tica que la madurada en el barrio madrile?o de San Blas, pero igual de enajenante y necesaria. Sin esos dos porros televisivos, los estragos emocionales de la crisis ser¨ªan mayores.
El ej¨¦rcito jam¨¢s malogr¨® la ocasi¨®n de mostrarse hero¨ªco con la turba pelona que corre tras la charanga, escribi¨® Valle Incl¨¢n en tiempo isabelinos; tampoco el canal de Berlusconi desaprovecha la oportunidad de consolidarse complaciendo a las audiencias que ahora corren tras la charanga de Carrillo, examinada en Supervivientes de un posgrado en perfidia y captaci¨®n de masas.
La estupidez, el lloriqueo, la manipulaci¨®n y los gritos con abultamiento de car¨®tida son asignaturas troncales de una carrera sufragada por el canal: Gobernanza y Opi¨¢ceos en Pantalla. Si el meritorio declara p¨²blicamente que su exmarido era un in¨²til en el catre, el subid¨®n es inmediato y puede optar al cum laude en hipnosis colectiva, una disciplina muy apreciada en pol¨ªtica.
La princesa del pueblo responde a la tradici¨®n patria de naturalidad a la pata la llana y a¨²n encandila con sus paridas, pero le falta el estilismo y gram¨¢tica de su rival, que recita a Cort¨¢zar sin saber si fue pianista o escritor: "nada est¨¢ perdido si se tiene el valor de proclamar que todo est¨¢ perdido y hay que empezar de nuevo".
Poco importa que le digan tonta del bote con ¨ªnfulas mientras su apalancamiento en Honduras se cotice a dobl¨®n. Telecinco paga bien a sus adormideras y todo est¨¢ previsto: si Bel¨¦n Esteban abdica, habemus Alba.
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