El adolescente que fotografi¨® la Guerra Civil
Un libro recoge las im¨¢genes que tom¨® Francisco Boix con 17 a?os de las actividades cotidianas de los soldados
En estas fotograf¨ªas no se cuenta el horror de la Guerra Civil. Son de soldados republicanos que ponen a punto sus armas, mientras otros preparan el rancho para la tropa; los hay que leen las cartas de sus familias, o de ocio en bailes o ba?¨¢ndose desnudos; ayudando en la siega a los campesinos¡ son las im¨¢genes incruentas que tom¨® el soldado Francisco Boix, con 17 a?os, en el frente del Ebro y el del Segre entre finales de 1937 y comienzos de 1938. Esas instant¨¢neas permanecieron d¨¦cadas en paradero desconocido. Se sabe que un coleccionista franc¨¦s de Perpi?¨¢n las compr¨® en un mercado callejero¡ y no hubo m¨¢s noticias hasta que salieron a la venta en una casa de subastas de Barcelona por 25.000 euros en 2010. ¡°Nadie se atrevi¨® a pagarlos, quiz¨¢s porque no se sab¨ªa su autor o por el precio¡±, declara a EL PA?S por tel¨¦fono Ricard Marco, presidente de la asociaci¨®n cultural Fotoconnexi¨®.
En febrero de 2013, se repiti¨® la puja, pero a trav¨¦s de la web Todocolecci¨®n. Marco (Barcelona, 1959) vio parte del material y avis¨® a una entidad cultural conocida por su pelea por los llamados papeles de Salamanca, la Comisi¨®n de la Dignidad, que junto a medio centenar de particulares adquirieron las tres cajas con 1.386 negativos por 7.500 euros. Entonces comenz¨® el proceso de investigaci¨®n y digitalizaci¨®n. ¡°Supimos que eran de ¨¦l porque, cuando dimos a conocer algunas fotos, hubo una persona que reconoci¨® a su abuelo, un soldado que hab¨ªa tenido un diario en el que hac¨ªa menci¨®n a Boix¡±, dice Marco, que representa a una agrupaci¨®n de fot¨®grafos, archiveros y coleccionistas que pronuncian conferencias e imparten talleres para difundir la fotograf¨ªa.
De los negativos, unos 700 eran de la guerra y el resto de la II Rep¨²blica. Estos ¨²ltimos se atribuyen al padre de Boix, un sastre aficionado a la fotograf¨ªa. Todos fueron donados al Archivo Nacional de Catalu?a, dependiente de la Generalitat, en septiembre de 2016. Con ellos se han organizado exposiciones desde el pasado diciembre, en un itinerario que tiene paradas previstas hasta mayo de 2018, y ahora m¨¢s de cien fotos han sido recopiladas en el libro Los primeros disparos de Francesc Boix (editorial Ara Llibres).
?Por qu¨¦ este joven cogi¨® su c¨¢mara y se fue a la guerra con 17 a?os? ¡°Boix llevaba en la sangre el reportaje gr¨¢fico, que hab¨ªa empezaba poco antes gracias a la c¨¢mara Leica¡±, presentada en sociedad en 1925. Nacido en 1920, en Barcelona, ¡°empez¨® como ayudante en un laboratorio con 14 a?os; con 16 empez¨® a publicar en revistas y a los 17 pidi¨® ir al frente como reportero¡±, explica Marco. En la 30? Divisi¨®n del Ej¨¦rcito Popular de la Rep¨²blica hizo ¡°seguimiento de los comisarios pol¨ªticos, convivi¨® con la tropa, capt¨® el d¨ªa a d¨ªa de los soldados¡±.De ah¨ª las instant¨¢neas de festejos, retratos o de un improvisado partido de f¨²tbol.
Ese muchacho que sonr¨ªe en varias im¨¢genes pas¨® a la historia como el fot¨®grafo del campo de exterminio de Mauthausen, pero no por haber tomado im¨¢genes de aquel espanto, como suele afirmarse. ¡°Solo hizo algunas cuando entraron los aliados y pudo hacerse con una c¨¢mara¡±.
?C¨®mo lleg¨® hasta all¨ª? Boix era un derrotado de la Guerra Civil que se exili¨® y se alist¨® en la legi¨®n extranjera francesa. Volver a vestirse de soldado supon¨ªa un sueldo. Su nueva aventura dur¨® muy poco. ¡°En enero de 1940 fue capturado¡± por los alemanes y enviado a Mauthausen. ¡°A mediados de ese a?o ya era trabajador del laboratorio fotogr¨¢fico y desde ese puesto organiz¨®, junto a otros prisioneros, la salida clandestina de los negativos de las im¨¢genes tomadas por los propios fot¨®grafos de las SS. Unas instant¨¢neas que sirvieron de prueba en los juicios de N¨²remberg contra la jerarqu¨ªa del III Reich. ¡°Boix fue el ¨²nico espa?ol que declar¨®, en enero del 46, aunque lo hizo por la ciudadan¨ªa francesa que ya ten¨ªa¡±.
Cuando Boix regres¨® del infierno, trabaj¨® en Par¨ªs para varios medios, pero los sufrimientos de Mauthausen hab¨ªan roto su salud. Muri¨® con 30 a?os, el 4 de julio de 1951, ¡°no el 7, como dice su tumba, ese fue el d¨ªa de su entierro¡±, advierte Marco que, a?ade, ¡°el fallecimiento parece que fue por alguna dolencia renal, no por tuberculosis, como tambi¨¦n err¨®neamente se ha dicho¡±.
Lo que no est¨¢ en duda es su ayuda a condenar al nazismo, a pesar de que su obra fotogr¨¢fica, por una vida breve, fue peque?a.
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