La maestr¨ªa de ¡®Master of None¡¯

Con su primera temporada a finales de 2015, Master of None consigui¨® llamar la atenci¨®n e incluso se col¨® en alguna lista de lo mejor del a?o. La voz de Aziz Ansari, cocreador y protagonista de la serie, era alta y clara en una interesante reflexi¨®n, desde la comedia, sobre temas como la inmigraci¨®n, las relaciones de pareja o los roles de hombres y mujeres en el siglo XXI. La segunda temporada, estrenada recientemente en Netflix, arranca en las alturas y logra mantener el list¨®n gracias a una experimentaci¨®n que ya estaba presente en la anterior tanda de cap¨ªtulos pero que ahora alcanza mejores resultados todav¨ªa.

Desde el homenaje en blanco y negro a Vittorio de Sica y su Ladr¨®n de bicicletas que es el primer cap¨ªtulo, hasta el recorrido por la infancia, adolescencia y juventud de Denise, la mejor amiga del protagonista, y las reacciones en su familia a su salida del armario, pasando por un episodio con historias encadenadas homenaje a Nueva York o una recta final centrada en una imposible historia de amor. Tampoco se deja fuera cierta cr¨ªtica a la industria televisiva (el protagonista es actor y en esta segunda temporada trabaja como presentador de un absurdo concurso de cupcakes).

Master of None se mantiene fiel a su honestidad a la hora de contar las historias y de hablar con el espectador de forma directa, sencilla y con estilo propio en todos los contextos, desde los momentos m¨¢s dram¨¢ticos a los m¨¢s absurdos o c¨®micos. Master of None se las apa?a para hablar de cosas grandes desde la an¨¦cdota peque?a del d¨ªa a d¨ªa. Habla de la religi¨®n desde la duda sobre si comer beicon o no de un ni?o de familia musulmana. O habla de la homosexualidad desde una familia sentada a la mesa en acci¨®n de gracias.

Master of None se ha confirmado como uno de los t¨ªtulos m¨¢s reivindicables y recomendables del momento. Vuelve a dejar con ganas de m¨¢s. No necesita gritar ¡ªaunque a sus creadores se les escucha alto y claro¡ª ni dar golpes en la mesa. La verdadera maestr¨ªa de Master of None es lograr contar lo que quiere desde la sinceridad y con una asombrosa sencillez, aparentemente. Una historia con sabor a curry, beicon y pasta.