Toda una vida tras las huellas del cine invisible
Laura Mulvey, directora brit¨¢nica y pionera de la cr¨ªtica feminista, recibe el homenaje del festival Filmadrid
Desde que Laura Mulvey (Reino Unido, 1941) public¨® Placer visual y cine narrativo (1975), en el que de la mano de Freud desgranaba el cine de Hollywood desde una perspectiva feminista, su nombre est¨¢ ligado a otra manera de ver las pel¨ªculas de siempre. 40 a?os despu¨¦s de sus teor¨ªas sobre patriarcado y ¡°falocentrismo¡± la propia Mulvey reconoce que gran parte de lo que aquel texto enunciaba ha caducado. ¡°Para m¨ª es extra?o que se siga admirando. Creo que sigue vivo porque no es un ensayo acad¨¦mico, es un manifiesto, el t¨ªpico texto que hoy se usa para impresionar a los alumnos¡±, afirma.
Un ciclo dedicado a su filmograf¨ªa y un seminario de cuatro d¨ªas centran su participaci¨®n en el festival Filmadrid, donde el ¨¦xito de la convocatoria ha llegado a desbordarles. Mulvey, menuda, humilde y despistada, es un nombre m¨ªtico en los estudios de g¨¦nero. Ayer se proyectaba su pel¨ªcula Riddles of the Sphinx mientras 108 personas (entre profesionales del cine, cr¨ªticos, estudiantes de antropolog¨ªa y filosof¨ªa y hasta trabajadores de museos de arte) hab¨ªan abarrotado la primera clase del taller Mujer y cine: una mirada a las representaciones de la maternidad a trav¨¦s de la imagen y la narrativa.
L¨¢grimas en el p¨²blico
Todo arranc¨® entre l¨¢grimas. Las del p¨²blico y las de la propia Mulvey. ?Acaso alguien puede ver la media hora final del cl¨¢sico de Douglas Sirk Imitaci¨®n a la vida sin llorar a moco tendido? ¡°Mi filiaci¨®n a la cr¨ªtica feminista lleg¨® por el melodrama¡±, explica Mulvey en una cafeter¨ªa cercana a su c¨¦ntrico hotel. ¡°Hasta los mejores cr¨ªticos le perdonaban la vida al contenido de los melodramas mientras aplaud¨ªan su forma. La historia la reduc¨ªan a follet¨ªn. Pero la cr¨ªtica feminista de los 70 puso el contenido a la altura de la forma¡±.
De Imitaci¨®n a la vida Mulvey destaca una paradoja que toma de Peter Brook y su idea del ¡°texto del mutismo¡±. Para Mulvey, el silencio y la represi¨®n forman parte del ¨¢mbito dom¨¦stico y por eso convierten el melodrama en un certero term¨®metro de tensiones sociales y emocionales. ¡°Con sus cualidades espaciales y musicales, el melodrama planta cara al cine intelectual y narrativo¡±.
Mulvey trabaja con planos congelados o c¨¢mara lenta para descubrir lo invisible, momentos perdidos cuyos detalles aparentemente nimios revelan las pel¨ªculas que hay bajo la pel¨ªcula. ¡°Para m¨ª lo primero fue el cine, eran los a?os 60 y est¨¢bamos bajo la influencia de Cahiers du Cinema, pero luego Hollywood empez¨® a decaer y nos fijamos en otros mundos, como el Cinema Novo de Brasil. En ese momento, entrar en contacto con el movimiento feminista me hizo replantearme muchas cosas. Empec¨¦ a mirar con otros ojos. Recuerdo perfectamente lo que me ocurri¨® con mi pel¨ªcula favorita, S¨®lo los ¨¢ngeles tienen alas, de Howard Hawks. Hab¨ªa un plano, apenas un segundo, en el que Rita Hayworth estaba en lo alto de una escalera y todos los hombres la miraban. La miraban. Aquello se qued¨® congelado en mi cabeza¡±.
Mulvey se detiene en decenas de momentos de la historia del cine para sacarse una nueva teor¨ªa de la chistera, admite su absoluta fascinaci¨®n por Marilyn Monroe y lo que define como la bella aut¨®mata: ¡°Marilyn representa la m¨¢scara perfecta. Sin ella era invisible. Ni la reconoc¨ªan por la calle. Muchas veces sal¨ªa sin maquillar y al llegar a alg¨²n lugar preguntaba ?Quieren ahora que sea ella? Al final de su carrera lo que hizo fue interpretar el conflicto entre el bello robot y la actriz; es decir, se convirti¨® en una aut¨®mata con sentimientos y contradicciones. Algo maravilloso. La m¨¢scara perfecta, tanto que la m¨¢scara cosm¨¦tica se confundi¨® con una m¨¢scara de muerte¡±.
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