Misi¨®n cumplida
Cuarenta a?os despu¨¦s de las primeras elecciones democr¨¢ticas, un libro colectivo repasa la figura, trascendental y exitosa pero no siempre ejemplar, del rey Juan Carlos
La abdicaci¨®n del rey Juan Carlos en junio de 2014 sofoc¨® y hasta en parte reverti¨® el descr¨¦dito galopante en que hab¨ªa entrado la Corona y con ella el n¨²cleo duro de las instituciones del Estado (buena parte de las cuales siguen inmersas en ¨¦l, desde luego). Muchos a?os despu¨¦s de su aut¨¦ntica coronaci¨®n como Rey de la democracia (al frenar el golpe de 1981), Juan Carlos?I recuper¨® la mejor versi¨®n de s¨ª mismo y reaccion¨® con un doble movimiento defensivo y ofensivo: un cortafuegos que aisl¨® a su yerno (y a su hija) y la abdicaci¨®n en su hijo menor, el actual rey Felipe?VI. Sus notorios errores y la nueva libertad informativa de los medios en asuntos relacionados con la Casa Real estaban poniendo en riesgo su cr¨¦dito institucional y personal e incluso pod¨ªan poner en riesgo la misma monarqu¨ªa.
A pesar de los argumentos del pr¨®logo de Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado, este libro colectivo no es solo un homenaje a Juan Carlos?I, sino a la vez una sobreactuada defensa de su papel por parte de varios colaboradores. El entregado ep¨ªlogo de Mario Vargas Llosa describe el libro como ¡°un acto de justicia¡± y reclama que es ya hora de que figure Juan Carlos en los libros de historia (cuando en realidad lleva a?os fosilizado en ellos como semih¨¦roe intocable). Un inmoderado pronto le lleva a creer que ¡°mucha gente lo ayud¨®, desde luego, pero fue ¨¦l, ¨¦l solo, desde el principio hasta el final, el director del espect¨¢culo¡±, supongo que con la colaboraci¨®n generacional de otros, como reclama Juan Francisco Fuentes. A Javier Gom¨¢ la sobredosis orteguiana le lleva a ensalzar el ¡°momento carism¨¢tico¡± del Rey, ¡°pin¨¢culo del poder¡±, pero desaprovecha lamentablemente la ocasi¨®n para meditar sobre el Rey en sus ¨²ltimos a?os y la ejemplaridad p¨²blica, que es su especialidad. Y, por cierto, asombra descubrir que los turbadores sabotajes democr¨¢ticos de partidos y poderes en los ¨²ltimos a?os podr¨ªan haberse evitado, seg¨²n ¨¦l, con una ciudadan¨ªa educada en ¡°las buenas costumbres¡±, que son ¡°la secreta distinci¨®n de las democracias mejores¡±.
Hay algo imposible en este libro porque los ¨²ltimos 10 o 15 a?os de la democracia espa?ola han descubierto unas entra?as imp¨²dicas y vergonzosas que, sin embargo, no desinflan ni rebajan el ¨¦xito de la Transici¨®n. Igual que nadie trata ya el franquismo como una realidad homog¨¦nea de 40 a?os, carece de sentido tratar los 40 a?os de democracia como otra falsa realidad homog¨¦nea. El asalto cr¨ªtico que ha recibido la democracia desde los a?os de la crisis se ha extendido en algunos sectores a la desautorizaci¨®n de la Transici¨®n. Este libro se ha concebido as¨ª como un acto de justicia, pero sobre todo de reparaci¨®n global a 39 a?os de monarqu¨ªa, que son muchos y en los ¨²ltimos tiempos muy poco ejemplares. La trascendencia de la Transici¨®n no redime de los pecados posteriores y, en realidad, lo que falta en los libros de historia no es el desmantelamiento del relato de una operaci¨®n de ¨¦xito, pero s¨ª indagar, a la vista de la experiencia completa, los errores, demoras, incumplimientos y dejaciones que ha acumulado la democracia hasta hoy, incluida la Corona. Si apenas hab¨ªa de comparecer nada de eso, hubiese sido preferible ocuparse del Rey de la Transici¨®n, y listo.
Por eso me parece que el casi antonom¨¢stico t¨ªtulo va a echar para atr¨¢s a quienes mejor les ir¨ªa conocer los detalles (viejos y nuevos) sobre los laberintos de la Transici¨®n: aludo a todos los votantes de Podemos y a la mitad de los socialistas, como poco. Es ah¨ª donde pivotan las mejores contribuciones: las puntualizaciones de Jos¨¦-Carlos Mainer en el cap¨ªtulo cultural ayudan a sofrenar el entusiasmo general, quiz¨¢ porque tampoco parece gustarle mucho el t¨ªtulo del libro, y Santos Juli¨¢ termina su colaboraci¨®n justo cuando Juan Carlos?I declara por primera vez, en p¨²blico, en buen ingl¨¦s y en Washington, su compromiso dem¨®crata, seis meses despu¨¦s de la muerte de Franco. Victoria Camps defiende con buena mano la renovada exigencia democr¨¢tica como condici¨®n de la ciudadan¨ªa actual; el siempre pedag¨®gico Francesc de Carreras estudia el papel constitucional del Rey; la dimensi¨®n internacional est¨¢ bien explicada por Charles Powell, y Fernando Puell propone un buen an¨¢lisis en torno al modo de controlar al Ej¨¦rcito heredado de Franco sin soliviantarlo y sin someterse.
Este libro podr¨¢ levantar la autoestima de los espa?oles ¡ªcomo en alguna autocompasiva p¨¢gina se reclama¡ª, pero a otros sin duda los pondr¨¢ a trabajar en torno a las deficiencias de la urdimbre democr¨¢tica que dur¨® felizmente sus buenos 20 a?os y fue deterior¨¢ndose a ojos vista en los siguientes, aunque s¨®lo supi¨¦semos algunos de los da?os estructurales tras los efectos de la crisis de 2008 (y entre ellos, la abdicaci¨®n de Juan Carlos?I).
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Autor: Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado.
Editorial: Galaxia Gutenberg (2017).
Formato: versi¨®n Kindle y tapa dura (300 p¨¢ginas).
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