¡°El MNAC no est¨¢ para legitimar ning¨²n tipo de naci¨®n¡±
Pepe Serra defiende su labor como director del primer museo catal¨¢n y explica su programa de futuro que contempla ampliar la sede en Montju?c
Pepe Serra (Barcelona, 1969) fue renovado en abril como director del Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), donde se conserva una de las mejores colecciones de arte medieval del mundo; Serra estar¨¢ cinco a?os m¨¢s, un tiempo, 10 a?os, que este licenciado en Historia del Arte Contempor¨¢neo, que estuvo al frente del?Museo Picasso de Barcelona, considera insuficiente para desplegar su programa y conseguir sus objetivos. ¡°Siempre he defendido esos dos mandatos, pero ahora, que vamos con las largas puestas, lo veo corto, por lo lento que es el sistema cultural¡±, explica este hombre entusiasta y locuaz. ¡°El MNAC es un lugar complejo en el que se trabaja con presi¨®n, pero vale la pena¡±.
Serra se declara ambicioso dentro del pragmatismo que le da su experiencia. ¡°Despu¨¦s de estos a?os en los que hemos vivido una situaci¨®n dif¨ªcil de reducci¨®n de recursos, sueldos y programas, adem¨¢s de perder a 17 personas que no han sido sustituidas, empezamos a ver resultados. El MNAC comienza a ir bien¡±. Se refiere a que, por primera vez, se producen con regularidad donaciones, como la de arte medieval del empresario farmac¨¦utico Antonio Gallardo y compras institucionales como la obra g¨®tica de Llu¨ªs Dalmau, por parte de la Generalitat, y la de 200 fotograf¨ªas de Oriol Maspons, gracias a la Fundaci¨®n Nando y Elsa Peretti.
La nueva presentaci¨®n del arte del siglo XIX, inaugurada en 2014, ha duplicado los 400.000 visitantes que el centro contaba en 2012. ¡°Este a?o volvemos a crecer un 10%, somos como una mancha de aceite. La urgencia ha desaparecido y eso nos permite centrarnos en superar el modelo de museo del siglo XIX, como contenedor y prescriptor de discursos paternalistas, y conseguir que sea el lugar donde la gente se encuentra alrededor del arte¡±.
Serra reclama un cambio en la gobernanza de su museo. ¡°El MNAC tiene que tener una ley especial, que le d¨¦ autonom¨ªa y agilidad, un gobierno profesionalizado. Los museos nacen como aparatos nacionales y de identificaci¨®n nacional y como estructura de poder, pero eso se ha acabado. No estamos para legitimar ning¨²n tipo de naci¨®n. La identidad ya no es geogr¨¢fica, es una cosa compleja e individual. Si alguien quiere eso, no es mi programa¡±.
Pese a que la situaci¨®n ha mejorado, el presupuesto del centro es insuficiente. Antes de la crisis superaba los 20 millones de euros y ahora no llega a 15, de los cuales la Generalitat aporta seis, y Ayuntamiento y ministerio, dos millones cada uno; el resto, un 28%, son recursos propios. ¡°La cifra ideal son 30 millones¡±. Serra reconoce que, con los n¨²meros actuales, ¡°la capacidad de programar grandes exposiciones es limitada: una de ellas se llevar¨ªa todo nuestro presupuesto anual¡±. En este sentido, desvela que, tras no poder acoger la muestra de?Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa que se vio en el MoMA de Nueva York, se les ha ofrecido la de Vel¨¢zquez del Grand Palais de Par¨ªs en 2015, rechazada ¡°por falta de recursos¡±.
Serra s¨ª ha conseguido que su museo se posicione en el ¨¢mbito internacional y participe en foros como el Grupo Bizot, formado por los 50 mejores museos del mundo de Arte: ¡°Analizamos la importancia del Brexit o la pol¨ªtica de Trump y del papel del museo en la sociedad actual¡±.
La pesadilla de Sijena y la boda india
La reclamaci¨®n del Gobierno de Arag¨®n de las pinturas murales de la sala capitular del monasterio de Sijena (Huesca) que se exponen desde los sesenta en el director del Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) y que una juez obliga a su devoluci¨®n, es, para su director, Pepe Serra, ¡°una pesadilla¡±. Pero matiza: ¡°El MNAC es infinitamente mucho m¨¢s que Sijena y no dejamos que el tema nos coma¡±. El director opina que ¡°se est¨¢ imponiendo el sentido com¨²n¡± ya que ¡°frente a los informes de los t¨¦cnicos que aseguran que el traslado afectar¨¢ a las pinturas quemadas en 1936, ning¨²n director de museo aragon¨¦s, profesor o t¨¦cnico de esa comunidad se ha posicionado a favor del traslado¡±. Y concluye: ¡°Se nos acusa de no cumplir la sentencia, pero no es verdad. Se recurri¨® y la juez no se ha pronunciado. Se trata de una medida provisional y las cosas pueden cambiar¡±.
Otro de los asuntos m¨¢s pol¨¦micos de sus primeros cinco a?os fue el cierre en 2013 del museo durante unas horas para acoger la boda de la hija de un magnate indio. ¡°Lo volver¨ªa a hacer. Con los 300.000 euros que pag¨® se solucion¨® el problema de n¨®minas que hab¨ªa y sobr¨® para comprar una obra por 70.000. Es muy f¨¢cil criticar, pero las cosas se ven diferentes si se est¨¢ en mi posici¨®n¡±.
Tras el arte moderno, en noviembre se inaugurar¨¢n las salas de arte del Renacimiento y el Barroco. ¡°El planteamiento ser¨¢ tambi¨¦n transgresor y sorprender¨¢ a m¨¢s de uno¡±. ¡°El museo est¨¢ activado, hay mucho por hacer, hay que tirar muchas paredes, pero si nos ponen escalones, el MNAC los sube. Ahora hemos conseguido programar a varios a?os vista. Est¨¢ cerrado 2019 y casi 2020, pero sigo sin saber qu¨¦ presupuesto tendr¨¦ el a?o que viene¡±, se queja. Para superar estas incertidumbres, Serra ultima el Documento 29, en el que plantea ¡°sin agobios y sin acorralar¡± a las Administraciones del patronato (Ministerio de Cultura, Generalitat y ayuntamiento) que piensen el museo que quieren en 2029. ¡°Vamos a pedirles que se comprometan a medio y largo plazo y digan qu¨¦ esperan del MNAC¡±.
Ampliar pabellones
Este museo futuro quiere ampliarse usando uno de los pabellones de Fira Barcelona, situado al lado. ¡°Tenemos las salas temporales en un s¨®tano; podr¨ªamos trasladarlas all¨ª, tambi¨¦n la biblioteca, una de las mejores de arte de Espa?a, y el archivo, la colecci¨®n de fotograf¨ªa y desplegar el arte de los a?os cincuenta a los setenta. Lo importante es que el Ayuntamiento crea que esta zona forma parte de la ciudad, y que no quede cortada cada vez que hay una carrera o el Sal¨®n del Autom¨®vil¡±. El anterior Consistorio quiso convertir esta zona de Montju?c en un nuevo polo cultural. El proyecto adquiri¨® tal dimensi¨®n y presupuesto, 150 millones, que la actual alcaldesa, Ada Colau, lo paraliz¨®. ¡°Nosotros nunca hablamos de explanada ni de monta?a de los museos, solo de ampliarlo a uno de los pabellones, que tampoco requiere grandes inversiones¡±.
Otro de los retos de Serra es que el museo entre en el imaginario colectivo, como le ocurre a pinacotecas como el Prado. En la actualidad, si se le pregunta a un turista qu¨¦ ir¨¢ a ver en su visita a Barcelona, casi todos dir¨¢n que la Sagrada Familia o La Pedrera, muy pocos el MNAC. ¡°Se inaugur¨® en 1934, pero estuvo en obras 23 a?os y solo se han exhibido las colecciones completas desde 2005; desde anteayer¡±, justifica.
Para el futuro queda un hueso duro de roer: la reforma de las salas de arte medieval, con los imponentes ¨¢bsides rom¨¢nicos instalados por Gae Aulenti en los a?os 90. ¡°Est¨¢ en unas condiciones de conservaci¨®n extraordinarias, pero es como un tetris, un laberinto. Y en las salas de g¨®tico no se ve la pared de la cantidad de pinturas expuestas. La presi¨®n va a ser tan grande que se remodelar¨¢n, pero no antes de 2020¡±. Personalmente, es partidario de mover algunos ¨¢bsides y de simplificar el recorrido para sacar todo el potencial. ¡°Ahora, solo son una suma poderosa de artefactos¡±.
Serra asegura no haberse arrepentido, ni una sola vez, de haber dado el salto desde el museo Picasso hasta el MNAC en 2012, ni piensa presentarse a la plaza de director de la Fundaci¨®n Mir¨®, convocada esta misma semana, como se ha especulado.
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