La SGAE ya investig¨® el fraude de ¡®la rueda¡¯ en 2013, pero no lo denunci¨® ni lo sancion¨®
Dos organismos internos pidieron castigar a cinco socios por faltas graves Sin embargo, concluyeron que hab¨ªa defectos de formas y las infracciones hab¨ªan prescrito
La SGAE ya investig¨® a ¡°la rueda¡± hace a?os. Varios de los nombres que ahora el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno considera implicados en la trama ¡ªcon la que socios de la entidad y televisiones se embolsaron millones gracias a temas musicales emitidos de madrugada¡ª ya estuvieron desde 2013 bajo la lupa de dos equipos de investigaci¨®n internos. Ambos detectaron infracciones leves y graves por parte de Manuel Carrasco, su madre, Gloria Tub¨ªo Gragera, Fernando Berm¨²dez, su mujer, Ana Mar¨ªa Beltr¨¢n Lassaletta, y Jos¨¦ Miguel D¨ªez Perales, seg¨²n documentos internos a los que ha accedido este diario. La investigaci¨®n hall¨® varias de las trampas ¡ªy de las chapuzas¡ª que hoy destaca el juez: supuestos arreglos de piezas musicales de dominio p¨²blico que en realidad eran simplemente copias del tema original; canciones registradas dos veces con t¨ªtulos distintos; partituras originales que se vend¨ªan como nuevas porque se hab¨ªa modificado alg¨²n comp¨¢s o alg¨²n nombre de una forma un tanto burda: aplicando un l¨ªquido corrector y escribiendo encima.
Finalmente, un comit¨¦ disciplinario emiti¨® cinco expedientes en los que ped¨ªa sanciones contra los cinco implicados como la suspensi¨®n del derecho al voto durante tres a?os o multas de hasta 17.000 euros. Para entonces era ya junio de 2015, hab¨ªan pasado dos a?os y el propio comit¨¦ avis¨® del riesgo de defectos formales y de que las faltas hubiesen prescrito. De ah¨ª que las sanciones nunca se impusieran: el gobierno de la SGAE se rindi¨® ante el recurso presentado por los implicados y el temor de perder la causa en los tribunales. As¨ª consta en las actas oficiales.
La junta directiva exigi¨®, eso s¨ª, que se anularan todas las canciones registradas que se hab¨ªan considerado irregulares en la investigaci¨®n, y que se recuperara de las cuentas de los implicados el dinero ingresado. Y, seg¨²n fuentes de la entidad, as¨ª ocurri¨®. Aunque dos miembros de la junta votaron en contra de estas medidas y pidieron que constara en acta: ¡°[M¨®nica] Fern¨¢ndez de Valderrama y [Jes¨²s] Gl¨¹ck no consideran que estos socios hayan falsificado ni robado¡±. Y todo a pesar de que en esa reuni¨®n qued¨® clara ¡°la comisi¨®n de faltas muy graves¡± por parte de los investigados, tal y como declar¨® el entonces presidente, Jos¨¦ Luis Acosta.
Los documentos muestran c¨®mo el sistema empleado por ¡°la rueda¡± ya se intu¨ªa en 2013, con sus tres niveles: en primer lugar, supuestos compositores graban miles de temas musicales ¡ªa menudo eran obras de dominio p¨²blico con apenas retoques o incluso sin cambio alguno; en otras ocasiones, se trataba de m¨²sica de ¡°baja calidad¡±, seg¨²n la polic¨ªa, que el pasado martes detuvo a 18 personas¡ª.
El derecho de autor como regalo de boda
Hay mil maneras de prometer amor eterno. Las parejas intercambian regalos de boda como relojes, joyas o libros antiguos. Sin embargo, el compositor Manuel Carrasco ¡ªhom¨®nimo del c¨¦lebre m¨²sico, que ayer se vio obligado a aclarar que ¨¦l nada tiene que ver con "la rueda"¡ª fue m¨¢s original. "Al contraer matrimonio con [Elena] Zubareva, su regalo de bodas fue hacerla coautora de todas las obras que ten¨ªa declaradas en la SGAE en ese momento", se puede leer en un informe del grupo de trabajo de diligencias previas que la SGAE puso en marcha para investigar "la rueda".
Carrasco lament¨® en su comparecencia, en marzo de 2014, que se investigara a Zubareva ¡°por el mero hecho de ser su esposa, sin considerar si adem¨¢s puede ser autora¡±. Lo cierto es que Zubareva se dio de alta en la SGAE en 2004, justo despu¨¦s de que su marido le cediera la mitad de los derechos. ¡°Despu¨¦s no consta que haya sido reclamada para trabajar como autora / arregladora¡± fuera del ¨¢mbito de Carrasco, agrega el documento.
En segundo lugar, unos intermediarios se encargan de registrar esos temas, a veces apareciendo ellos mismos como coautores, o colocando a sus familiares y testaferros como creadores; por ¨²ltimo, las editoriales de las emisoras adquieren esas canciones y llenan con ellas los programas nocturnos. El 50% de los ingresos se queda en las cadenas; el otro 50%, entre el intermediario y el supuesto compositor. El fraude, seg¨²n el juez, asciende al menos a 100 millones entre 2006 y 2011.
En el fondo, as¨ª lo suger¨ªa ya el ataque frontal que lanz¨® el presidente de la SGAE en aquel 2013, Ant¨®n Reixa, contra 11 socios. Justo a ra¨ªz de ese llamamiento, empezaron las investigaciones internas. En el inicio, contaron con el apoyo de un empleado de la entidad, que ya hab¨ªa detectado por su cuenta irregularidades en los registros de las canciones. ¡°Curiosamente poco despu¨¦s fue despedido¡±, relata un miembro del grupo de trabajo que se form¨® en 2013 para investigar estas irregularidades, al que pertenec¨ªa el actual presidente, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n.
Cronolog¨ªa del ¡®caso rueda¡¯
Martes, 20 de junio. La Polic¨ªa Nacional realiza 18 detenciones y solicita informaci¨®n a m¨¢s de una decena de televisiones.
Mi¨¦rcoles, 21 de junio. El auto policial consultado por EL PA?S revela que la trama impon¨ªa gobiernos afines en la SGAE. El juez dicta prisi¨®n bajo fianza de 100.000 euros para tres de los detenidos.
Jueves, 22 de junio. Varias cadenas auton¨®micas de televisi¨®n suspenden sus programas musicales nocturnos por el esc¨¢ndalo. A su vez, la SGAE aprueba sus cuentas y la gesti¨®n de la directiva en la asamblea anual, celebrada bajo el impacto de la operaci¨®n policial.
Viernes, 23 de junio. Canal Sur aparta de su cargo a uno de los investigados.
Mil trabas
Tanto ¨¦l como un miembro del comit¨¦ disciplinario ¡ªposterior al grupo de investigaci¨®n citado¡ª explican por tel¨¦fono, y bajo condici¨®n de anonimato, que aquella labor avanz¨® entre mil trabas. Bajas en las filas de los investigadores, comparecencias retrasadas hasta el infinito, aplazamientos en la entrega de documentos; al menos tres miembros del comit¨¦ disciplinario fueron recusados y finalmente sustituidos. El propio secretario general de la SGAE les reconoce cierto m¨¦rito, como se lee en el acta previa a la votaci¨®n final en la junta: ¡°Desea dejar constancia de que el Comit¨¦ Disciplinario ha llevado a cabo un trabajo muy complicado, a veces desagradable desde el punto de vista personal¡±.
Las dos fuentes hacen hincapi¨¦, aun as¨ª, en que descubrieron indicios claros de ¡°falsos registros¡± de obras pertenecientes al dominio p¨²blico y de ¡°acaparamiento¡±, es decir, una ¡°injustificada explotaci¨®n preferencial¡± de un repertorio, en perjuicio de otros socios. Sin embargo, no bast¨® para parar ¡°la rueda¡±.
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