Praga quiere enterrar, literalmente, la exposici¨®n de los cad¨¢veres
Jan Cizinsky, responsable del distrito de la capital checa donde se celebra la muestra, se acoge a la regulaci¨®n p¨²blica de funerales
El alcalde de uno de los distritos de Praga, el siete, tiene unos cuantos muertos que enterrar. Entre 50 y 100, no sabe exactamente cu¨¢ntos. Porque algunos est¨¢n desmembrados. Desde que en febrero abriera la exposici¨®n sobre anatom¨ªa humana compuesta con cad¨¢veres?Body: The Exhibition, en la que se pueden ver ejemplos reales de fracturas de huesos y pr¨®tesis de cadera o momias montando en bicicleta,?Jan Cizinsky, responsable municipal del distrito siete, del otro lado del r¨ªo Vltava y junto a las torres con pin¨¢culos de cuento del casco antiguo, ha buscado la manera de cerrarla y, de acuerdo con la informaci¨®n de The New York Times, fue la carta de un m¨¦dico la que le puso sobre la pista de una argucia legal que podr¨ªa servir a su prop¨®sito.
Jiri Brenda escribi¨® a Cizinsky para indicarle que, de acuerdo con la normativa municipal, cualquier cad¨¢ver que aparezca en la ciudad sin identificar debe ser enterrado con la mayor premura, y que en ning¨²n caso podr¨ªa permitirse la exhibici¨®n de un cuerpo sin el consentimiento expl¨ªcito firmado por el fenecido. Los organizadores de la muestra, el grupo checo?JVS, argumentan que el proceso de plastinaci¨®n, ese mediante el cual se sustituyen los fluidos corporales por silicona endurecida, los altera y transforma tanto que pueden pasar a considerarse "artefactos de exhibici¨®n", t¨¦rmino con el que aparecen registrados en los documentos aduaneros que les permitieron la entrada a la Rep¨²blica Checa. Ahora tendr¨¢n que ser los tribunales quienes diriman cu¨¢l de las partes tiene raz¨®n.
La exposici¨®n naci¨® ya se?alada. La mayor¨ªa de las piezas se cre¨® en una universidad de Dalian, en China, y desde el principio se les acus¨® de haber utilizado los cad¨¢veres de condenados a muerte, cargos que ellos rechazaron. En Praga ya la han visitado en torno a 100.000 personas, 40.000 de los cuales son estudiantes que buscaban observar detalles anat¨®micos.
En su paso por Roma, en el centro Guido Reni District, la pol¨¦mica surgi¨® porque, acompa?ando la muestra did¨¢ctica ¡ªmomias saltando vallas, con arco y flecha, jugando al f¨²tbol o haciendo ballet¡ª, programaron para la exposici¨®n varias actuaciones en directo de gente del Wild Suspension Team?taladr¨¢ndose la piel y colg¨¢ndose de ella. Los mareos y desmayos de algunos de los visitantes llevaron a la cancelaci¨®n.
En 2010, la Corte Suprema francesa declar¨® ilegal la exhibici¨®n comercial de restos humanos, haciendo efectivo el cierre de todas las exposiciones de este tipo. Dos a?os m¨¢s tarde, el Supremo israel¨ª emiti¨® un fallo similar. Hawai prohibi¨® estos espect¨¢culos, al igual que los ayuntamientos de varias ciudades estadounidenses, como Seattle. Nueva York forz¨® a un expositor en 2008 a colocar un letrero en la parte delantera de su programa admitiendo que no pod¨ªa cerificar la procedencia de los cuerpos que se ense?aban, y exigi¨® que en adelante todos contaran con un certificado apropiado.
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