Un feliz desbordamiento
El r¨ªo del periodismo y el r¨ªo de la vida juntan sus aguas en el nuevo libro de Juan Cruz
Seg¨²n le¨ªa Un golpe de vida (Alfaguara), el ¨²ltimo libro de Juan Cruz, iba dej¨¢ndome ganar por la impresi¨®n de un r¨ªo que, al desbordarse, todo a su paso lo anega y lo acomete, pero a cambio tambi¨¦n lo fertiliza. Como en las crecidas del Nilo, se trata de un enconado y a la vez feliz desbordamiento.
En principio, el escritor-periodista se dispon¨ªa a escribir sobre el periodismo y sus vicisitudes. El tono es sereno, contenido, acorde con el lugar retirado en el que escribe, un castillo del siglo XV con cierto ambiente monacal. Pero he aqu¨ª que, entre medias, la vida le sale al paso: dos seres queridos enferman de repente. Por eso el libro se titula Un golpe de vida. Y ya sabemos todos hasta qu¨¦ punto son fuertes los golpes de la vida. Entonces, esos dos cauces, el r¨ªo del periodismo y el r¨ªo de la vida, juntan sus aguas y el libro se desborda en crecida, excede sus l¨ªmites y arrastra a su paso todo cuanto encuentra.
Bueno, digamos que aqu¨ª hay una imprecisi¨®n de lo m¨¢s sugerente. ?C¨®mo que este libro trata del periodismo y de la vida? ?Es que acaso el periodismo no es tambi¨¦n vida? ?No es vida la tarea que nos apasiona y a la que entregamos nuestras mejores energ¨ªas? Por supuesto, y de qu¨¦ manera, de modo que este libro, esta historia que se nos cuenta aqu¨ª, es ante todo pura vida, vida sin m¨¢s, y si todos los libros de Juan Cruz est¨¢n escritos con pasi¨®n, este por momentos est¨¢ escrito con furia. Tambi¨¦n con dulzura.
La furia viene del periodismo y de la pol¨ªtica; la dulzura, de la infancia, de la familia, de los amigos periodistas que ya no est¨¢n, de los recuerdos de otros tiempos en que el periodismo era m¨¢s noble, m¨¢s limpio y elevado. He dicho la palabra ¡°pol¨ªtica¡±, y es que ¡°Un golpe de vida¡± es tambi¨¦n un libro pol¨ªtico. Porque, claro, c¨®mo contar la crisis del periodismo sin aludir tambi¨¦n a la crisis econ¨®mica, social y pol¨ªtica que padecemos. Y de todo ello, de ese rastrear y buscar la ra¨ªz de los infortunios del periodismo, le sale a Juan Cruz un libro airado, beligerante y en cierto modo apocal¨ªptico.
Si todos los libros de Juan Cruz est¨¢n escritos con pasi¨®n, este por momentos est¨¢ escrito con furia. Tambi¨¦n con dulzura
De hecho, por momento es una advertencia, y pueden o¨ªrse al fondo las trompetas del Juicio Final. ?Cuidado!, se nos dice, que este camino por el que vamos puede llevarnos al abismo. A ese pesimismo, y al agrio sabor del desencanto, hay que sumar la melancol¨ªa, que por un lado es connatural al autor, pero que aqu¨ª viene agravada porque este libro es una despedida del periodismo, que es casi tanto como decir que de la vida. Y por eso habla, ?y con cu¨¢nta emoci¨®n!, de V¨¢zquez Montalb¨¢n, de Leguineche, de Feliciano Fidalgo: de los que se fueron del periodismo o est¨¢n a punto ya de abandonarlo, tal como le ocurre o est¨¢ a punto de ocurrirle tambi¨¦n a ¨¦l ahora. Adi¨®s, muchachos, compa?eros de mi vida. He aqu¨ª un libro triste como el tango m¨¢s triste.
Melancol¨ªa tambi¨¦n de la ni?ez (es decir, el padre, la madre, el mar, las revistas y los tebeos, la radio, el descubrimiento deslumbrante de las palabras¡), c¨®mo no, porque en todos los libros de Juan Cruz, los recuerdos infantiles son accesorios que vienen de f¨¢brica. Dec¨ªa Camus que todo escritor debe saber de d¨®nde brota el manantial de su escritura. Yo creo que en Juan Cruz no hay duda: su manantial brota de la infancia.
Hay una imagen preciosa en Un golpe de vida, y de una gran potencia expresiva. La madre de Juan guardaba todas las publicaciones de su hijo en una carpeta, que para que no se perdiese la puso a buen recaudo en el s¨®tano de la casa. ?Y qu¨¦ pas¨®? Que se la comieron los ratones. Y en este libro da la impresi¨®n de que los ratones se lo est¨¢n comiendo todo, y acabar¨¢n por devorarlo todo. Contra los ratones, no hay remedio que valga.
Pero, a pesar de este pesimismo casi apocal¨ªptico, y de la melancol¨ªa, y de la furia y de la amargura, este es tambi¨¦n un libro jubiloso, de celebraci¨®n de lo vivido, y de lo vivido con plenitud, porque lo que al autor no puede ¡°dejar atr¨¢s es la alegr¨ªa de haber escrito¡±. ¡°La felicidad del periodismo, el amor de las palabras, aquel momento excepcional de un peri¨®dico en el que fui feliz¡±. ?C¨®mo no iba a ser adem¨¢s un libro alegre si todo en ¨¦l es una fiesta de palabras?
?Y qu¨¦ es lo que le pasa al periodismo, por cierto? Esta es la parte m¨¢s candente del relato, y es sumamente interesante, y es conveniente leerlo con cuidado para tratar de intuir lo que est¨¢ ocurriendo a nuestro alrededor. ?Qu¨¦ le pasa al periodismo? ?En qu¨¦ hechos se sustenta la convicci¨®n de una crisis acaso irreversible?
Lo dir¨¦ telegr¨¢ficamente. A menudo las ocurrencias, los rumores, las verdades alternativas, sustituyen a las noticias. El insulto y la burla, alentados y enriquecidos por las redes sociales, est¨¢n pasando a ser en el periodismo escrito y hablado un recurso ret¨®rico habitual. Se ha perdido el sentido de pertenencia a una redacci¨®n, a un medio, a un estilo, a un oficio. Y lo mismo les ocurre acaso a los lectores. Se est¨¢ rompiendo esa complicidad, ese pacto de fidelidad y confianza que siempre ha habido entre peri¨®dico y lector. Y a?¨¢dase a esto el culto a la rapidez, a lo inmediato. Dir¨ªase que el m¨¦rito no est¨¢ en enterarse mejor sino en enterarse antes. Y lo m¨¢s r¨¢pido y breve es casi siempre lo m¨¢s contaminado de trivialidad y de mentira. Y finalmente, y esto es lo m¨¢s grave, la confusi¨®n perversa entre opini¨®n e informaci¨®n.
Este es tambi¨¦n un libro jubiloso, de celebraci¨®n de lo vivido,? y de lo vivido con plenitud
Si Juan Cruz escribe todo esto con furia, con menos furia lo leo yo. Todo conspira contra la lentitud y los placeres demorados, contra el viejo arte de la contemplaci¨®n, contra el di¨¢logo, contra el pensamiento, contra todo cuanto necesita y exige un ritmo gustoso y pausado. Y es que la crisis del periodismo es tambi¨¦n la crisis de la literatura, de la filosof¨ªa, del conocimiento¡ Y ah¨ª est¨¢, para demostrarlo en todo su esplendor, el fen¨®meno Twitter, que en buena parte no es sino el acarreo diario de la banalidad, y a menudo del odio, del chantaje, del mal gusto y de la estupidez. Y aqu¨ª es donde ¡°Un golpe de vida¡±, este r¨ªo entre narrativo y ensay¨ªstico, se desborda del todo, con un ¨ªmpetu y un coraje que a m¨ª me parecen ejemplares.
Tambi¨¦n es un libro pol¨ªtico, como no puede ser de otra manera. Y tambi¨¦n aqu¨ª se cuenta la historia de un desencanto. El desencanto del 15-M, cuyos nobles y valientes afanes han venido a acabar en Podemos, y en lo que algunos mandatarios de Podemos tienen de malas artes, de trapacer¨ªa, de anacronismo, de tono doctrinario y excluyente. Es aqu¨ª donde el libro alcanza su momento m¨¢s apocal¨ªptico, porque quiz¨¢ estamos incurriendo en viejos vicios, algunos de ellos peligrosamente parecidos a los de los a?os anteriores a la Guerra Civil. Quiz¨¢ estamos engendrando monstruos, como ocurri¨® con todas aquellas revoluciones que de la esperanza pasaron al horror, del sue?o a la pesadilla, como pas¨® en Cuba o en Nicaragua, cuyas historias reciente cuenta aqu¨ª el actor en un tono amargo y doloroso, que tiene un no s¨¦ qu¨¦ de fracaso personal, como creo que nos ocurre a todos los que participamos en aquella aventura que en sus inicios nos pareci¨® tan fascinante.
Si, este es un libro triste, airado y hermoso, un libro hondamente comprometido con su tiempo, y comprometido tambi¨¦n con las palabras, aquellas que descubri¨® de ni?o y a las que se entreg¨® con gusto, con vocaci¨®n, con sensualidad de amante, con confianza, y a las que nunca jam¨¢s traicionar¨¢. Un libro hermoso e inquietante, no solo para leerlo y disfrutarlo, sino tambi¨¦n para pensarlo y discutirlo.
Y, para acabar, una luz de esperanza. No creo que el buen periodismo vaya a morir, porque aun en el caso de que muera, all¨ª estar¨¢ Juan Cruz para contarnos esa muerte, de modo que incluso despu¨¦s de la muerte, el periodismo reaparecer¨¢ de sus cenizas.
Gracias, amigo y maestro.
Texto le¨ªdo por Luis Landero durante la presentaci¨®n del libro de Juan Cruz Un golpe de vida (Alfaguara) en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid el 25 de mayo de 2017.
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