?Para qu¨¦ sirve el cine?
Lone Scherfig narra con inteligencia, matices, sensibilidad y gracia el rodaje de una pel¨ªcula de propaganda en la Segunda Guerra Mundial
SU MEJOR HISTORIA
Direcci¨®n: Lone Scherfig.
Int¨¦rpretes: Gema Arterton, Sam Clafin, Bill Nighy, Jack Huston, Eddie Marsan, Rachael Stirling.
G¨¦nero: drama. Reino Unido, 2016.
Duraci¨®n: 117 minutos.
Siento notable pereza en estos meses casi des¨¦rticos en cuanto a estrenos medianamente apetecibles para salir de casa y consumirme en los cines. Y tampoco me seduce abrasarme el cuerpo y los nervios (a lo peor acabas entendiendo el arranque del extranjero camusiano: ¡°Mat¨¦ en la playa de Or¨¢n a un hombre al que no conoc¨ªa porque hac¨ªa calor") pateando las calles en plan son¨¢mbulo. Por lo tanto, intento hacer grata la supervivencia mental viendo incansablemente en mi casa programas doble o triples o cu¨¢druples de pel¨ªculas antiguas en blanco y negro. No es casual, las programo con mimo y tampoco pienso recurrir al psicoan¨¢lisis para que me lo explique. Veo sucesivamente Par¨ªs, bajos fondos, La evasi¨®n, Rocco y sus hermanos, Los viajes de Sullivan, Una mujer para dos, El bazar de las sorpresas, Berl¨ªn Occidente, Con faldas y a loco, El hombre que mat¨® a Liberty Valance, El sue?o eterno, La noche del cazador, Anatom¨ªa de un asesinato, Bola de fuego, Los sobornados, Pl¨¢cido, Nazar¨ªn o La regla del juego. Y as¨ª voy a seguir. Arcadia en blanco y negro para todo el verano.
Al repasar la lista de estrenos de esta semana observo que una de ellas, titulada Su mejor historia, la dirige una se?ora danesa con cuyo cine he disfrutado antes. Se llama Lone Scherfig y es la autora de pel¨ªculas que me gustan bastante, como Wilbur se quiere suicidar e Italiano para principiantes?y otra que me conmueve especialmente, que es?An Education. Y su nueva entrega no me decepciona. El guion habla con sutileza de cosas variadas, los sentimientos que atan a la vida en tiempos dif¨ªciles, los destrozos que pueden ocurrir en el coraz¨®n y su progresiva cura, la solidaridad entre la gente cuando todo es guerra, derrota y miedo, el oficio de actor. Pero sobre todo, el gran interrogante es: ?para que puede servir el cine?
El argumento principal se presta a discusiones. Un se?or muy listo, un maestro sin escr¨²pulos de la manipulaci¨®n emocional llamado Goebbels, sab¨ªa del enorme poder de la propaganda e impuls¨® hasta l¨ªmites delirantes los presuntos valores de la raza aria y del nacionalsocialismo trav¨¦s de documentales, noticiarios y pel¨ªculas. Una virtuosa fabricando im¨¢genes como Leni Riefenstahl fue la perfecta transmisora de esas siniestras apolog¨ªas y loas. Vale, eran los malos utilizando el cine para sus depredadores intereses. En Su mejor historia el Ministerio de Informaci¨®n del gobierno brit¨¢nico durante los bombardeos de Londres en la Segunda Guerra Mundial ordena hacer una pel¨ªcula que glorifique la supuesta haza?a real de dos hermanas gemelas que van en un barquito hasta Dunquerque para ayudar salvar a los acorralados soldados brit¨¢nicos. Esa pel¨ªcula debe servir para exaltar el hero¨ªsmo, fomentar la solidaridad, donar emoci¨®n, felicidad, esperanza y alegr¨ªa a los espectadores, convencerlos de que la justicia y la raz¨®n est¨¢n de su parte. Vale, aqu¨ª son los buenos utilizando la propaganda para su causa. Volvemos al interrogante: ?para que puede servir el cine en determinadas circunstancias?
Lone Scherfig narra con inteligencia, matices, sensibilidad y gracia el rodaje de esa trascendente pel¨ªcula, la complicada labor de una guionista en un universo regido por hombres, una historia de amor muy bien contada. Es una compleja, peque?a, c¨¢lida, agridulce y bonita pel¨ªcula, un pretexto razonable para volver a la sala oscura en ¨¦poca de sequ¨ªa.
Babelia
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