La retirada m¨¢s gloriosa
Christopher Nolan reconstruye en 'Dunkerque' la evacuaci¨®n de 330.000 soldados aliados de las costas francesas en mayo de 1940, al inicio de la Segunda Guerra Mundial
Se llam¨® la Operaci¨®n Dinamo, y consisti¨® en la evacuaci¨®n de 330.000 soldados aliados de las costas francesas en mayo de 1940, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando Adolf Hitler parec¨ªa invencible. En las playas que rodean al tercer puerto mas importante de Francia se quedaron otros 35.000 soldados que acabaron como prisioneros de guerra, pocos para lo que podr¨ªa haber sido la peor derrota, y que gracias a las escasas bajas acab¨® bautiz¨¢ndose como "el milagro de Dunkerque".
De aquel m¨ªtico hecho b¨¦lico, el londinense Christopher Nolan, a sus 46 a?os, ha levantado acta en pantalla con Dunkerque, un filme ¨ªntimo, cercano e intenso, que sumerge al espectador en aquellos d¨ªas de mayo y que se estrena en Espa?a el pr¨®ximo viernes. No son palabras que de entrada describan un ¨¦pico de guerra. Tampoco casan con su autor, un cineasta algo estirado y siempre abotonado hasta en el chaleco que, fiel a los estereotipos, es poco dado a mostrar su afecto. Menos en la pantalla. ¡°Me dicen que Dunkerque es mi pel¨ªcula m¨¢s personal, pero yo prefiero definirlo como un ¨¦pico intimista¡±, confiesa. Cada vez m¨¢s recluido en su obra, no le gusta hablar en p¨²blico (¡°Y me niego a dar ruedas de prensa¡±, apostilla) pero recibe a EL PA?S en el aeropuerto de Santa M¨®nica, alejado en su tr¨¢iler del despliegue de prensa organizado por los estudios Warner. ¡°Est¨¢ claro que es mi filme m¨¢s brit¨¢nico y de alg¨²n modo eso lo hace m¨¢s personal. Sin embargo, siempre me siento ¨ªntimamente conectado con todos los que hago¡±.
¡°La historia es la que me dice d¨®nde poner la c¨¢mara. Y en ese aspecto, Dunkerque es la pel¨ªcula m¨¢s agresivamente subjetiva que he rodado nunca¡±
Memento, la saga de Batman, Origen, Interestelar... Nolan no es precisamente conocido por volar bajo. Con todo, en Dunkerque ha tirado la casa por la ventana. Narrada sin apenas di¨¢logo, ha rodado casi el 75% de la pel¨ªcula con una c¨¢mara para IMAX. Por supuesto, en celuloide. Y aunque se centra en un fragmento de la historia mundial, Nolan se permite jugar con el tiempo -algo habitual ensu estilo- narrando simult¨¢neamente historias que transcurren en tierra a lo largo de una semana, en el mar a lo largo de un d¨ªa y en el aire a lo largo de una hora. Influido por t¨ªtulos tan diversos como, entre otros, Avaricia (1924), Alien: el octavo pasajero (1979), Enviado especial (1940), Speed (1994), Carros de fuego (1981) o La batalla de Argel (1966), el realizador niega cualquier ejercicio estil¨ªstico. ¡°Nunca he intentado definir mis pel¨ªculas estil¨ªsticamente. No les impongo mis gustos¡±, se defiende. El estilo Nolan, dice, nace con cada guion. ¡°La historia es la que me dice d¨®nde poner la c¨¢mara. Y en ese aspecto, Dunkerque es la pel¨ªcula m¨¢s agresivamente subjetiva que he rodado nunca¡±.
Nolan asegura que no prepara el rodaje m¨¢s de lo necesario, tirando poco de storyboards o previsualizaciones. La c¨¢mara le dice d¨®nde debe emplazar la siguiente toma, y ¨¦l se pone justo al lado, as¨ª que la lente se siente como si fueran sus ojos. Y los del espectador. ¡°La experiencia nos est¨¢ ense?ando el gran valor de lo anal¨®gico. El cine digital es como McDonald's. Siempre sabe igual. Te ofrece uniformidad. Juegas a lo seguro. Pero si quieres una experiencia culinaria, si quieres otra cosa, no te metes en un McDonald's¡±. Hablando de la calidad del cine anal¨®gico, de la incre¨ªble resoluci¨®n de su color, de lo mucho que envuelve una fotograf¨ªa que es ¡°lo m¨¢s cercano a c¨®mo los ojos est¨¢n acostumbrados a ver la realidad¡±, Nolan levita. Es la experiencia visual, cercana y a la vez ¨¦pica que quer¨ªa para una historia que nunca describe como b¨¦lica sino como de suspense. ¡°Dunkerque no habla de hero¨ªsmo sino de humanidad. Lo ¨²nico que quieres de estos chavales es que sobrevivan¡±.
A estas alturas de su carrera es dif¨ªcil decirle que no a este realizador. Su acuerdo con los estudios Warner le pueden reportar un sueldo de unos 17,5 millones de euros y un 20% del bruto de una taquilla que seg¨²n la revista Box Office podr¨ªa superar los 200 millones de euros solo en EEUU y Canad¨¢. Pero para Nolan su mayor premio es haber filmado la pel¨ªcula que quiere ver. Y que solo podr¨¢n disfrutar por completo algunos elegidos, aquellos con acceso a las salas IMAX para las que est¨¢ pensada. El director, en cambio, no se considera un elitista; prefiere describir su forma de hacer cine con el efecto goteo. ¡°Cuando vi La guerra de las galaxias? lo hice en un cine de barrio que estaba lejos de tener un sonido Dolby est¨¦reo. Y qu¨¦. Me encant¨® por igual y me empuj¨® a verla en un buen cine. Lo mismo ocurre ahora. No le quiero negar a nadie ver Dunkerque con la mayor calidad posible. Eso s¨ª, estreno una experiencia de la que me gustar¨ªa que participara el mayor n¨²mero posible de personas¡±, aclara. Aunque est¨¢ preparado para lo peor. ¡°Si alguien la ve en su tel¨¦fono, Dios no lo quiera, tambi¨¦n me asegurar¨¦ de que tenga la mejor calidad. No todas las presentaciones tienen que ser id¨¦nticas¡±, dice un director que no tiene m¨®vil. Su pasi¨®n por el cine, especialmente por Blade Runner, pel¨ªcula que le abri¨® los ojos a este medio, le hace esperar con curiosidad de fan el estreno de Blade Runner 2049. Es un gran admirador de Denis Villeneuve, asegura. ¡°Pero se adentra en terreno sagrado¡±, afirma, y por primera vez sonr¨ªe. ¡°Claro que eso mismo he hecho yo con Dunkerque. Y no hay nada que m¨¢s admire que la valent¨ªa¡±.
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