La anorexia, plano a plano
'To the bone', la pol¨¦mica y esperada producci¨®n de Netflix, se estrena este viernes
Dicen que el cine es reflejo de la sociedad. La anorexia y los trastornos alimentarios son un fen¨®meno cada vez m¨¢s frecuente del que, sin embargo, no se habla mucho y tampoco existen casi pel¨ªculas sobre el tema (salvo algunas excepciones subliminales como la bailarina a la que interpreta Natalie Portman en Cisne negro o Christian Bale en El maquinista). Por eso, la nueva pel¨ªcula de Netflix, To the bone (Hasta el hueso) gener¨® pol¨¦mica semanas antes de su estreno este viernes con el lanzamiento del tr¨¢iler. En el filme, Ellen (Lilly Collins) es una joven artista de 20 a?os que padece anorexia y que ya ha sido expulsada previamente de otros centros de rehabilitaci¨®n, hasta que conoce a un doctor con un tratamiento poco convencional que podr¨ªa ayudarla.
Todas las alarmas se dispararon por la historia. Muchos colectivos, incluidos los profesionales de la salud, han visto peligros en abordar esta enfermedad, temen que la producci¨®n banalice el problema, embellezca los trastornos alimentarios y pueda, potencialmente, incluso da?ar el progreso de recuperaci¨®n de los enfermos. Incluso han pedido a Netflix que retire la producci¨®n. No es la primera vez que la empresa de streaming est¨¢ en el ojo de la tormenta. Ya le pas¨® hace unos meses con Por 13 razones, una serie por la que fue acusada de hacer apolog¨ªa del suicidio.
La pel¨ªcula es el debut en la direcci¨®n de Marti Noxon, productora de series como Buffy la caza vampiros o Mad Men, y es en parte autobiogr¨¢fica, aunque ella consigui¨® salir con vida de la enfermedad. Noxon y Collins ¨Cque tambi¨¦n afirma haber sufrido de este tipo de padecimientos- salieron a defender el filme y afirmaron que en ning¨²n momento se busc¨® edulcorar la situaci¨®n.
Es normal que Hasta el hueso haya levantado controversia debido a la naturaleza sensible del tema y c¨®mo se retrata en el tr¨¢iler. Y no es para menos. Seg¨²n datos de 2011, nueve de cada 10 personas que presentan des¨®rdenes alimenticios en Am¨¦rica Latina son mujeres. M¨¦xico, con m¨¢s de un mill¨®n de casos conocidos, encabeza la lista de pa¨ªses de la regi¨®n con m¨¢s trastornos alimenticios como anorexia, bulimia o trastornos por atrac¨®n (comer sin control y con exceso en muy poco tiempo). Le siguen Colombia, con m¨¢s de 800.000 diagn¨®sticos y Venezuela con medio mill¨®n de casos, al igual que Argentina. Estos datos fueron proporcionados por el Centro Oliver Pyatt durante el seminario Soy hermosa, libre de preocupaciones relacionadas con la comida y mi cuerpo.
Sin embargo, en este caso, el tr¨¢iler no hace justicia al tono del filme. Al contrario de lo que se cre¨ªa, el largometraje revela la naturaleza impositiva de los trastornos de alimentaci¨®n en los enfermos y las personas que los rodean. Tiene un sentido concreto del contexto, la gente y la perspectiva, que la hacen m¨¢s fuerte frente a sus desaciertos.
El largometraje nos sit¨²a en un breve per¨ªodo, pero significativo, del viaje de curaci¨®n de su protagonista, en el cual hay pocas sorpresas en el camino, as¨ª como pocas respuestas f¨¢ciles o avances milagrosos. Es m¨¢s que eso. Tiene un car¨¢cter m¨¢s complicado, con implicaciones m¨¢s fr¨¢giles y vulnerables. Sin juzgar o almibarar el asunto, Noxon presenta un retrato de una joven obsesionada por las calor¨ªas, con una mezcla de miedo, obstinaci¨®n y angustia en la que anhela y teme a la vez el ingreso en la edad adulta.
Collins sufri¨® una impresionante transformaci¨®n f¨ªsica. La actriz dijo que tuvo especial cuidado en adelgazar para el rol. La c¨¢mara de Noxon acent¨²a en algunos tramos la visible p¨¦rdida de peso de su protagonista, mostrando mejillas melladas o huesos sobresalientes con una visi¨®n que puede ser cl¨ªnica, pero nunca fetichista. Evita escrupulosamente decirnos c¨®mo debemos sentir lo que vemos o poner a su personaje como un avatar de un ideal f¨ªsico de una persona con anorexia.
El filme presenta a los trastornos alimentarios casi como una adicci¨®n. Una de las ideas del filme, lanzada durante una discusi¨®n de grupo entre Ellen y los otros pacientes, es c¨®mo estas alteraciones est¨¢n arraigadas profundamente en la psicolog¨ªa y la percepci¨®n. Al menos es lo que trata de enfatizar en su heterodoxo tratamiento el doctor William Beckham (Keanu Reeves). Seg¨²n Olga Ricciardi, directora del Centro Especializado en Des¨®rdenes Alimentarios de Argentina (CEDA), tras los s¨ªntomas de los pacientes con este tipo de padecimientos siempre se encuentra una causa traum¨¢tica o de orden ps¨ªquico.
A trav¨¦s de distintos personajes, Noxon trata de mostrar que hay personas reales detr¨¢s de cada caso. En una entrevista, la realizadora explicaba que la pel¨ªcula no pretend¨ªa ser un abanico de tipolog¨ªas de la enfermedad. Igual ser¨ªa imposible. Pero tampoco se retrae de contar algunas historias que ampl¨ªan las posibilidades para hablar y debatir sobre el tema. Con ese objetivo, el personaje de Collins se encuentra en una casa con residentes de diversas condiciones como Pearl (Maya Eshet), que a menudo est¨¢ en la cama con un tubo en la nariz; o el bailar¨ªn Luke (Alex Sharp), que perdi¨® mucho peso despu¨¦s de una lesi¨®n o el personaje interpretado por Leslie Bibb, que est¨¢ embarazada a pesar de la delgadez de su cuerpo y que se encuentra trabajando duro para traer con seguridad a su beb¨¦ al mundo.
En una versi¨®n m¨¢s convencional y agradable, Ellen se unir¨ªa con sus compa?eros de casa y se enamorar¨ªa de Luke. Y aunque la pel¨ªcula est¨¢ llena de escenas de consejer¨ªa e introspecci¨®n, nunca cruza en esa zona t¨®xicamente autoindulgente de la terapia a trav¨¦s de la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica. En cambio, Noxon trata de dar a conocer algo de lo que aprendi¨® al atravesar este tipo de padecimientos, ocasionalmente de forma angustiosa, pero tambi¨¦n con mucha calidez.
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