El jazz en femenino de Woman to Woman deslumbra en Vitoria

La clausura de la edici¨®n de este a?o del festival de jazz de Vitoria confirm¨® de nuevo algo que muchos ya sab¨ªamos: C¨¦cile McLorin Salvant es lo m¨¢s grande que le ha pasado al jazz vocal en las ¨²ltimas d¨¦cadas. La cantante regresaba al festival dentro del proyecto Woman To Woman, una formaci¨®n de ¨¦lite ensamblada por la pianista Renee Rosnes y compuesta ¨²nicamente por mujeres.

Aclaremos desde ya que no hay nada de anecd¨®tico o de rareza en este grupo. El sentido de esta uni¨®n es evidente y necesario: poner el foco sobre el enorme nivel de muchas mujeres jazzistas, gran parte de ellas muy por encima de otros importantes nombres masculinos de la escena. Si alguien percibe el m¨¢s m¨ªnimo atisbo de discriminaci¨®n positiva o de cuota de g¨¦nero a cubrir, que se lo quite de la cabeza: el de Woman To Woman fue, con una gran diferencia, el mejor concierto de jazz que ha albergado este a?o el festival.

?Es por casualidad? ?Es, tal vez, porque las componentes de este supergrupo son las mejores mujeres jazzistas del mundo? No y no. Todas ellas son extraordinarias pero, aparte de la milagrosa McLorin Salvant, son solo algunas de las muchas, much¨ªsimas mujeres que est¨¢n en la primera l¨ªnea del jazz contempor¨¢neo, figurando entre los mejores int¨¦rpretes del mundo en cualquier instrumento que se les ocurra.

Eso no quita que la formidable selecci¨®n de Rosnes sea imbatible. Con una s¨®lida r¨ªtmica completada por la contrabajista Noriko Ueda y la baterista Allison Miller, adem¨¢s de la cantante y tres solistas de la talla de la saxofonista Melissa Aldana, la clarinetista Anat Cohen y la trompetista Ingrid Jensen, era m¨¢s que previsible que el concierto fuese magn¨ªfico.

El set se compuso de dos temas con la banda al completo para abrir y cerrar, y un repertorio en el que las improvisadoras iban altern¨¢ndose, con algunas piezas protagonizadas por la cantante y otras consagradas a diferentes formatos instrumentales. Esto provoc¨® cierto aire a men¨² degustaci¨®n, dej¨¢ndonos con ganas de disfrutar de un concierto completo de cada solista, y con la sensaci¨®n de que este a?o el festival hubiera sido infinitamente m¨¢s interesante si cada una de estas mujeres hubiera presentado d¨ªa a d¨ªa sus proyectos personales.

A¨²n as¨ª, como confluencia de talentos el grupo es un aut¨¦ntico ¨¦xito, porque cada pieza de su repertorio da alas a una o varias de las solistas, pasando de los fascinantes vuelos arm¨®nicos de Aldana al exquisito pianismo de Rosnes, y a momentos tan inspiradores como la versi¨®n de Flamenco Sketches en cuarteto con Jensen o el impresionante Yesterdays que McLorin Salvant recre¨® ante el enmudecido p¨²blico de Vitoria.

No exageramos afirmando que hubo l¨¢grimas cuando la cantante interpret¨® de forma escalofriante el Gracias a la vida de Violeta Parra, al igual que durante el bis, en el que recuper¨® su infalible y emocionante versi¨®n de Alfonsina y el mar, a d¨²o con Rosnes.

Hay que insistir: lo de McLorin Salvant no es simple talento; hablamos de un octanaje musical que podr¨ªa elevar a la vocalista a la altura de nombres como Billie Holiday o Frank Sinatra, porque ya hoy, con 28 a?os, es una de las cosas m¨¢s asombrosas que se pueden escuchar sobre un escenario. Olviden todo lo que conocen si a¨²n no se han plantado frente a ella. H¨¢ganse con sus discos y bajo ning¨²n concepto se la pierdan la pr¨®xima vez que tengan ocasi¨®n de verla en directo.

Mientras el paname?o Rub¨¦n Blades cerraba el festival en Mendizorroza, el gran George Cables comenzaba la ¨²ltima de las actuaciones que cada noche han llenado de jazz genuino los salones del hotel Canciller Ayala. Poder escuchar a Cables ¡ªuno de los m¨¢s grandes pianistas de su generaci¨®n¡ª a distancia tan corta, y acompa?ado por gigantes como Essiet Essiet y Victor Lewis adem¨¢s, es como ir a desayunar al bar debajo de tu casa y que all¨ª est¨¦ Arzak prepar¨¢ndote las tostadas. A pesar del ambiente ruidoso y la incomodidad del espacio, dejarse invadir por m¨²sica tan aut¨¦ntica como la de estos tres maestros es sin duda una de las mejores experiencias que ha ofrecido Vitoria este a?o, y el mejor cierre posible para este o cualquier otro festival.