Dentro de dos cuadros vivos de Murillo

Est¨¢n vivos los cuadros. Los pigmentos azules del cielo se tornan con el tiempo en marr¨®n y parece que en lugar de un horizonte claro ahora se avecina una tormenta, el ¨®xido del barniz amarillea el cariz de los rostros del pueblo de Israel, el humo de las velas y el polvo oscurece la tintura de sus ropajes, la cercan¨ªa de una ventana provoca que el lienzo se destense por los cambios de temperatura, la madera de pino del marco se resquebraja. Est¨¢n vivos los cuadros Mois¨¦s haciendo brotar el agua de la roca y La multiplicaci¨®n de los panes y los peces, del pintor sevillano Bartolom¨¦ Estaban Murillo. Su composici¨®n org¨¢nica responde al paso del tiempo, a los cuatro siglos pasados desde que ilustrara estas escenas b¨ªblicas expuestas en lo m¨¢s alto de la Iglesia de San Jorge de Sevilla. Ahora se han bajado para su restauraci¨®n al Instituto Andaluz de Patrimonio Hist¨®rico, donde esta semana ha empezado la iniciativa Taller en abierto de visitas p¨²blicas para conocer el proceso de trabajo.

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Miden 5,77 por tres metros de alto, unas dimensiones que complicaban una restauraci¨®n con andamios que se han sustituido por caballetes. Sobre suelo trabajan ahora los restauradores que limpian o encolan estas dos representaciones y sus marcos de hojarasca bajo la mirada impactada de los primeros visitantes que pueden observar de cerca y a su misma altura la cesta de los peces o los pa?os de Mois¨¦s que Murillo pintara en estas dos obras culminadas sobre 1670. Una oportunidad que podr¨¢ disfrutarse previa reserva hasta el 15 de diciembre (excepto agosto) durante este 2017, cuando se celebra el A?o Murillo por el 400 aniversario del nacimiento del autor. "Hay un gran inter¨¦s, estamos recibiendo much¨ªsimas llamadas de asociaciones culturales, de distritos, de institutos...", apunta Antonio Mart¨ªn, responsable del plan de Comunicaci¨®n de la restauraci¨®n en una iniciativa para la que esperan 5.000 visitas. Los comentarios del grupo le avalan: "?Es impresionante, qu¨¦ bien conservado, que bonito es esto!", se escucha de fondo en esta iniciativa realizada por un convenio de colaboraci¨®n entre el IAPH, la Hermandad de la Caridad y Obra Social la Caixa, que financia la restauraci¨®n con 128.000 euros.

Para planificar la restauraci¨®n se han realizado an¨¢lisis qu¨ªmicos de micromuestras para conocer las capas y estratos del cuadro adem¨¢s de los pigmentos utilizados, as¨ª como haces flourescentes y fotograf¨ªas ultravioletas para observar las intervenciones pasadas... Estudios complejos que servir¨¢n para recuperar las p¨¦rdidas de la tela de tafet¨¢n, la capa de aislamiento con la coleta, las de color y el barniz. "Murillo ten¨ªa un incre¨ªble conocimiento de los materiales", apunta Lourdes N¨²?ez, responsable de la restauraci¨®n de La multiplicaci¨®n de los panes y los peces, que comenta el desaf¨ªo que ha supuesto dar con el disolvente m¨¢s acertado para eliminar el barniz oxidado. "Hemos estado m¨¢s de dos semanas investigando cu¨¢l es el m¨¢s apropiado, con casi todos observ¨¢bamos que se quedaba el cuadro pasmado o con un tono blanquecino, ya dimos con el bueno", menciona la experta, que detalla que todos los materiales utilizados para la restauraci¨®n est¨¢n compuestos con elementos de la ¨¦poca de Murillo.

Pone de ejemplo como para hacer la cola o coleta se pon¨ªan a cocer los huesos y las pieles de los conejos o los pollos, o de otro tipo con esturi¨®n o bovino hasta forjar una sustancia adhesiva que se aplicaba a la tela con tierras y sulfato para impermeabilizarla y que no absorbiera tanta pintura. "Se ve por ejemplo como en el manto azul de Jes¨²s utiliz¨® lapisl¨¢zuli, que es m¨¢s caro, en cambio, para el cielo us¨® un pigmento de peor calidad que ha cambiado a marr¨®n y ah¨ª ya no se puede intervenir", apunta N¨²?ez. "Toda la materia esta viva", a?ade. Unos minutos antes y desde otro punto de la sala, la visitante sevillana Francisca Morales declara: "La pintura de Murillo sigue viva. Es incre¨ªble la cantidad de vol¨²menes que est¨¢n saliendo, la vividez de los colores que utilizaban entonces. Estoy encantada con esta iniciativa, deber¨ªa de hacerse m¨¢s. Es importante que conozcamos nuestro patrimonio, tenemos una ciudad muy rica", declara Morales, que cuenta simp¨¢tica que en cuanto llegue a casa va a volver a pedir cita para visitarlo de nuevo en noviembre y observar el proceso entero de la restauraci¨®n. "No me lo pienso perder", avanza.