Fallece a los 85 a?os el escritor y acad¨¦mico franc¨¦s Max Gallo
El pol¨ªtico, autor de las biograf¨ªas m¨¢s populares en la Francia de las ¨²ltimas d¨¦cadas, estaba enfermo de p¨¢rkinson
El escritor, historiador y pol¨ªtico franc¨¦s Max Gallo, autor de m¨¢s de un centenar de libros, ensayos y biograf¨ªas, falleci¨® este martes a los 85 a?os en su segunda residencia en Cabris, en el sur de Francia, seg¨²n inform¨® su editorial francesa. Gallo sufr¨ªa p¨¢rkinson desde hac¨ªa dos a?os, cuando hab¨ªa anunciado p¨²blicamente su enfermedad. ¡°Uno se cree inmortal, pero descubre que no lo es¡±, lament¨® en una entrevista radiof¨®nica. Gallo habr¨¢ sido uno de los historiadores m¨¢s populares en la Francia de las ¨²ltimas d¨¦cadas, que celebr¨® sus biograf¨ªas dedicadas a personajes como Napole¨®n Bonaparte o Charles de Gaulle. De la primera, una vasta saga en cuatro vol¨²menes, lleg¨® a vender un mill¨®n de ejemplares.
Gallo naci¨® en 1932 en Niza, en el seno de una familia de inmigrantes italianos de origen modesto, pero que le le¨ªan La divina comedia a la hora de acostarse. M¨¢s tarde, atribuir¨ªa a esas lecturas nocturnas su pasi¨®n literaria. Inici¨® su carrera profesional como t¨¦cnico de radio y televisi¨®n, mientras segu¨ªa estudiando Historia por las noches y escribiendo en sus ratos libres. Su mayor ¨¦xito lleg¨® con La bah¨ªa de los ¨¢ngeles, extenso relato hist¨®rico dedicado a su ciudad natal, a la que siguieron varias obras de pol¨ªtica ficci¨®n, que firm¨® con el pseud¨®nimo Max Laugham. Gallo escrib¨ªa inspir¨¢ndose en documentos hist¨®ricos, pero los adaptaba con los m¨¦todos narrativos propios de una novela. As¨ª llego a concluir numerosas biograf¨ªas, entre las que figuran obras dedicadas a Julio C¨¦sar, Robespierre, Victor Hugo o Jean Jaur¨¨s.
Gallo fue tambi¨¦n un apasionado de la pol¨ªtica, que ejerci¨® activamente hasta hace pocos a?os. Hijo de un electricista que combati¨® en la Primera Guerra Mundial ¨Cy despu¨¦s fue miembro de la Resistencia francesa durante la Segunda¨C, inici¨® su andadura en el Partido Comunista franc¨¦s, que termin¨® por abandonar en 1956. A finales de los setenta, ingres¨® en el Partido Socialista que el futuro presidente Fran?ois Mitterrand acababa de unificar, poniendo fin a la divisi¨®n de la izquierda en m¨²ltiples capillas. Con su victoria, Gallo se convirti¨® en diputado entre 1981 y 1983, cuando el jefe de Estado, sensible a su talento como orador, lo fich¨® como portavoz del Gobierno. En aquella ¨¦poca, su jefe de gabinete respond¨ªa al nombre de Fran?ois Hollande.
En 1984, Gallo se convirti¨® en eurodiputado, cargo en el que se mantuvo una d¨¦cada y que altern¨® con la direcci¨®n del diario Le Matin de Paris. En 1993 fue uno de los impulsores de un nuevo partido, el Movimiento Republicano y Ciudadano (MRC), que reun¨ªa a los soberanistas de izquierdas bajo la batuta del exministro Jean-Pierre Chev¨¨nement. Gallo fue uno de los art¨ªfices de su campa?a para las presidenciales de 2002, cuando se enfrent¨® al candidato oficial del socialismo, Lionel Jospin, y le rob¨® los votos necesarios para impedirle pasar a la segunda vuelta de los comicios. Jospin nunca les perdon¨® esa traici¨®n.
En 2007, Gallo sorprendi¨® al convertirse en una de las personalidades de izquierda que apoyaron al candidato conservador, Nicolas Sarkozy, frente a su rival socialista, S¨¦gol¨¨ne Royal. Gallo termin¨® escribiendo algunos discursos para el futuro presidente. No era su primer tropismo derechista: ya hab¨ªa llamado a votar por la lista encabezada por el muy conservador Charles Pasqua en las elecciones europeas de 1999.
Firme defensor del modelo republicano y en¨¦rgico valedor de ¡°una Francia orgullosa de s¨ª misma¡±, Gallo se consideraba a s¨ª mismo el resultado de la meritocracia de la escuela p¨²blica y su consiguiente ascensor social. En 2007, el historiador ingres¨® en la Academia Francesa, poniendo fin a su marginalizaci¨®n gradual en el mundo intelectual franc¨¦s, donde sus opiniones no siempre fueron apreciadas. Gallo se opuso con rotundidad a las llamadas leyes de memoria hist¨®rica, pensadas para reparar el papel de Francia en los momentos menos gloriosos de su pasado. Partidario de la noci¨®n de ¡°novela nacional¡±, que se esforz¨® en nutrir sin cesar, el historiador se opuso al reconocimiento de la responsabilidad francesa en el Holocausto, pronunciado por Jacques Chirac al llegar al poder en 1995, y al texto legislativo que reconoc¨ªa el esclavismo como un crimen contra la humanidad en 2001.
El presidente franc¨¦s Emmanuel Macron rindi¨® este mi¨¦rcoles un homenaje a ¡°un hombre de compromiso pol¨ªtico¡±, mientras que el portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, defini¨® a Gallo como ¡°un narrador esclarecedor del relato nacional¡±. En las filas de la derecha, el expresidente Nicolas Sarkozy expres¨® que el historiador ¡°permanecer¨¢ en las memorias¡±. Por su parte, el alcalde de Niza, Christian Estrosi, anunci¨® que su ciudad natal le dedicar¨¢ una avenida a modo de homenaje p¨®stumo.
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