Retrato del alma oscura del barrio espa?ol
Pablo Berger estrena 'Abracadabra', una "comedia hipn¨®tica" sobre machos ib¨¦ricos en un Madrid de hiperrealismo exacerbado
No hay una pel¨ªcula parecida en el cine espa?ol a Abracadabra. Como no la hab¨ªa parecida a Blancanieves (2012). Ni en su momento a Torremolinos 73 (2003). Pablo Berger (Bilbao, 1963) tiene una filmograf¨ªa tan sucinta como intrigante, desde que dirigi¨® el corto Mama en 1988. Dice el cineasta que esta vez ha hecho una "comedia hipn¨®tica", aunque envuelta en muchas capas. Una podr¨ªa ser un realismo social exacerbado, en un estilo muy italiano, como podr¨ªa ser Reality, de Matteo Garrone. Y por ah¨ª arranca la conversaci¨®n, con la lucha laboriosa por encontrar t¨¦rminos que definan a Abracadabra, pel¨ªcula que se estrena el pr¨®ximo viernes y en la que nunca se sabe lo que va a ocurrir. Literalmente.
Berger arranca por lo del neorrealismo exacerbado: "Llevaba muchos a?os con ganas de hacer una pel¨ªcula en Madrid. Viv¨ª en Bilbao hasta los 24 a?os, despu¨¦s me mud¨¦ a Nueva York una d¨¦cada, y de ah¨ª vine a Madrid. Es una ciudad acogedora y contradictoria. Por un lado es horrorosa, agresiva, ruidosa, sucia... No est¨¢ repleta de lugares iconogr¨¢ficos, y sin embargo hay algo en ella y en su gente que siempre me ha atra¨ªdo. Porque aqu¨ª conviven los bocadillos de calamares con los cupcakes, los torreznos y los taxis que huelen mal con limusinas... Abracadabra no refleja el d¨ªa a d¨ªa de Madrid, pero s¨ª da una visi¨®n distorsionada y estilizada de la ciudad: la Gran V¨ªa, las cafeter¨ªas Nebraska y sus tortitas con nata, las discotecas de mayores, el metro, la M-30...". Para crear el barrio en el que (mal)viven el matrimonio Antonio de la Torre y Maribel Verd¨², el equipo ha cogido algo de Moratalaz, de Carabanchel, incluso de Parla. "Bueno, es el Madrid de Abracadabra", lo que incluye viajes en un autob¨²s rojo de la EMT ya retirado hace lustros junto a m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n.
A pesar de todo su bagaje, de su matrimonio con una japonesa, Yuko Harami, con la que conforma un t¨¢ndem creativo, a Berger le salen pel¨ªculas muy espa?olas. "Uno de los libros que m¨¢s me impresionaron de adolescente fue Celtiberia Show, de Luis Carandell. Mi padre compraba Hermano Lobo, y a m¨ª el humor gr¨¢fico espa?ol me fascina... Cuando era ni?o los vascos viv¨ªamos en sitio lejano, entre la monta?a y el mar, con un idioma distinto. Ir a Madrid, en realidad salir del norte supon¨ªa todo un acontecimiento". Tanto, que hoy los directores bilba¨ªnos de su generaci¨®n (Enrique Urbizu, ?lex de la Iglesia y ¨¦l) viven en la capital. "Creo que a los tres nos interesa la iconograf¨ªa. Es curioso, porque nos conocimos ya a los 20 a?os. A ?lex nada m¨¢s empezar en la Universidad de Deusto. Yo empezaba Ingenier¨ªa Inform¨¢tica y ¨¦l, Filosof¨ªa. ?ramos dos de la decena de estudiantes que acudimos a una convocatoria para arrancar el cineclub de la Universidad. ?l era fan¨¢tico de La guerra de las galaxias y yo de John Carpenter, y a los dos nos encantaban Los Chiripitifl¨¢uticos y La matanza de Texas". A Urbizu le conoci¨® poco despu¨¦s. "Alex me llev¨® a una sesi¨®n de s¨²per-8 que hab¨ªa dirigido un amigo suyo, y ese era Enrique. Lo curioso es que hoy los tres vivimos en el centro de Madrid". Probablemente porque ese centro puede recordar a Bilbao, ahora que Bilbao no parece Bilbao. "Ni Madrid parece Madrid, ?no?", resume con risas.
Abracadabra nace de una sesi¨®n de hipnotismo a la que asisti¨® Berger con un amigo hace 30 a?os. "Estaba en una discoteca, de repente apareci¨® un hipnotista, pidi¨® voluntarios, y mi amigo, desafiante, sali¨® al escenario. Y all¨ª cay¨® fulminado por la hipnosis. Esa imagen de alguien que yo s¨¦ que no fing¨ªa es el germen del guion". Un poco como lo que le ocurre al matrimonio conformado por Verd¨² y De la Torre, que en una boda familiar acaba pose¨ªdo por un esp¨ªritu de alguien con pasado oscuro (Quim Guti¨¦rrez). Verd¨² decide -con dudas, por el rancio temperamento ib¨¦rico de su marido- recuperar a su pareja, y en esa aventura le acompa?a su primo (Jos¨¦ Mota), aficionado al hipnotismo y culpable de la posesi¨®n tras la fallida actuaci¨®n. "Cuando estudi¨¦ en la Universidad ten¨ªa un mont¨®n de compa?eras y parec¨ªa que Espa?a iba a cambiar, que ellas lograr¨ªan acabar con el desequilibrio. No ha sido as¨ª. Yo hice Mama en 1989, en la que tambi¨¦n aparec¨ªa un macho ib¨¦rico, y en ese a?o vi ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto! Pens¨¦ que Almod¨®var no se parec¨ªa en nada al resto de los espa?oles. Bueno, si acaso Bigas Luna y su Angustia. Y ahora descubro las conexiones de todas esas obras, de las que no era consciente mientras escrib¨ªa. S¨ª cuando empec¨¦ la producci¨®n. Y por desgracia la sociedad espa?ola no ha cambiado tanto. ?C¨®mo es posible?".
Tremendo c¨®ctel
"Soy muy ca¨®tico en el inicio de mis pel¨ªculas. Nunca comienzo escribiendo el guion", asegura Pablo Berger. Al igual que las anteriores, Abracadabra arranc¨® con recortes de fotos, viendo pel¨ªculas... "Paso meses recopilando informaci¨®n y casi sensaciones. Luego llega el orden, la estructura de cuento con protagonista, antagonista, viaje y un objetivo. Porque todas mis pel¨ªculas nacen de guiones". Y de libros de fotograf¨ªas: Abracadabra est¨¢ marcada por Vivan los novios, de Juan de la Cruz Meg¨ªas; por Jordi Bernad¨® y su libro Welcome to Espai?;?por Ricardo Cases y su Belleza de barrio; por la obra de Martin Parr y P¨¦rez Siquier... "Voy a Ikea, compro una estanter¨ªa Billy y la lleno de material. Lo he hecho con cada filme". Y de fondo, Todd Solondz. "Yo absorbo todo lo necesario".
Babelia
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