Tina Modotti, la excepcional fot¨®grafa revolucionaria
Italiana de nacimiento, desarroll¨® en M¨¦xico su reconocida obra, siempre como una adelantada a su tiempo en la percepci¨®n y comprometida con los despose¨ªdos
Poco se sabe de la vida de Tina Modotti adem¨¢s de sus fotograf¨ªas, ya que no qued¨® mucho m¨¢s rastro de ella que las tres pel¨ªculas mudas en las que particip¨® como actriz a principios de los a?os veinte; el texto donde plasm¨® sus ideas sobre la fotograf¨ªa; las cartas que envi¨® a su maestro, Edward Weston; los testimonios de la gente que la conoci¨® y un par de sucesos que la prensa de ese tiempo se encarg¨® de ensalzar, pero son datos m¨¢s que suficientes para catalogarla como una fot¨®grafa excepcional, comprometida y adelantada a su tiempo. Modotti era un misterio, alejada de los moldes en los que se le quer¨ªa encasillar: ni politizada femme fatale ni tr¨¢gica v¨ªctima del destino.
Tina Modotti luch¨® por los derechos de la clase despose¨ªda en varios pa¨ªses que no eran el suyo, pero que acabaron formando parte de su vida como si fueran su patria, por lo que se puede decir que fue italiana de nacimiento, pero tambi¨¦n mexicana, alemana o rusa.
Tina naci¨® el 16 de agosto de 1896 en Udine, al norte de Italia. Su padre era mec¨¢nico y su madre se dedicaba a las tareas del hogar, pero hasta los 12 a?os pudo educarse en escuelas italianas y austr¨ªacas. A partir de ah¨ª, por los escasos recursos econ¨®micos de su familia se vio obligada a trabajar en una de las f¨¢bricas textiles de la ciudad y como la situaci¨®n no mejor¨®, en 1913 la familia emigr¨® a San Francisco (Estados Unidos), donde empez¨® a trabajar en una f¨¢brica de seda y despu¨¦s como modista.
Ten¨ªa s¨®lo 21 a?os cuando Tina Modotti se casa con un artista llamado Roubaix de l'Abrie Richey, conocido como ¡®Robo¡¯. Gracias a este matrimonio entra en Hollywood como actriz de pel¨ªculas mudas. Su marido tuvo que viajar a M¨¦xico por trabajo y en sus cartas le cuenta a Tina las maravillas del pa¨ªs, algo que fue decisivo para que viajara ella despu¨¦s. ¡®Robo¡¯ muere de viruela en 1922 y en esos momentos la joven Tina ya se interesa por la fotograf¨ªa, lo que unido a la fascinaci¨®n que sent¨ªa en esos momentos por el fot¨®grafo estadounidense Edward Weston, amigo de su esposo y de quien se enamora, acrecienta ese inter¨¦s.
Edward Weston era, en aquellos inicios de los a?os veinte, un fot¨®grafo bastante reconocido, ya que ten¨ªa un estudio propio desde el que produc¨ªa los retratos que eran la principal fuente de su trabajo, pero tambi¨¦n era un artista ocupado en encontrar un vocabulario propio, distinto del estilo que dominaba la fotograf¨ªa de la ¨¦poca. Por su parte, Tina Modotti, diez a?os m¨¢s joven, era una actriz que ven¨ªa del cine mudo y que, por cuestiones del destino, se volvi¨®, primero, modelo de Weston, despu¨¦s su alumna, luego su asistente y, finalmente, su amante. Juntos, decidieron abandonar California -y dejar all¨ª a la mujer e hijos de Weston- para probar suerte en M¨¦xico. El ¡®affaire¡¯ termin¨® a los cuatro a?os; cuando Weston volvi¨® a Estados Unidos y Modotti comenz¨® su periplo como militante comunista.
Tina ten¨ªa una forma muy especial de caminar, de hablar, de vestir, y hasta de ba?arse desnuda en la azotea... Todo en ella era llamativo y sensual, y m¨¢s para los mexicanos, poco acostumbrados a una mujer con esas caracter¨ªsticas en aquella ¨¦poca. A la joven artista le impact¨® tanto M¨¦xico que quiso plasmarlo en im¨¢genes como un homenaje, aunque no s¨®lo capt¨® sus formas est¨¦ticas, sino que retrat¨® la visi¨®n de un pa¨ªs lleno de miseria e injusticia.
¡°Hab¨ªa un caf¨¦ donde sol¨ªan reunirse pol¨ªticos, toreros, criminales y actrices de vodevil. Pero la persona m¨¢s espectacular de todas era una fot¨®grafa, modelo, cortesana de alto coturno y Mata Hari de la Komintern¡±. As¨ª describe el poeta Kenneth Rexroth a Tina Modotti en sus memorias. Seguramente no era el ¨²nico que pensaba que ella era todas esas cosas. En la ¨¦poca en que viv¨ªan -entre una guerra y otra- no era frecuente ver a una mujer hermosa y con ideas radicales acerca de casi todo (sexualidad, educaci¨®n, clases sociales, arte) pasearse con desenfado, c¨¢mara en mano, por los c¨ªrculos art¨ªsticos e intelectuales de Ciudad de M¨¦xico.
Lo que Tina Modotti y Weston lograron en M¨¦xico fue registrar la quintaesencia de las cosas, en lugar de ¡°un aspecto superficial o pasajero¡±, y para lograrlo se dispusieron a retratar los objetos ordinarios, como un retrete, una cebolla o un caracol, desapareciendo las escenas de grupo, los paisajes y los retratos, aunque no las formas humanas. La idea era jugar con las formas, detenerlas antes de que se tornaran incomprensibles y volverlas sujetos de la m¨¢s detallada inspecci¨®n fotogr¨¢fica.
A Tina Modotti la fotograf¨ªa empez¨® a servirle para hablar de asuntos que le importaban y, as¨ª, sus im¨¢genes fueron adquiriendo un cariz pol¨ªtico, de denuncia. Se convirti¨® en la fot¨®grafa elegida para el floreciente movimiento mural mexicano, documentando las obras de Jos¨¦ Clemente Orozco y Diego Rivera. Su vocabulario visual madur¨® tanto como sus experimentos formales, con interiores arquitect¨®nicos, flores y paisajes urbanos, y especialmente en sus muchas im¨¢genes de campesinos y obreros.
En 1927 se afili¨® al Partido Comunista Mexicano y hasta hasta 1940 trabaj¨® como editora colaboradora y fot¨®grafa de la revista ¡®Folklor Mexicano¡¯. Un a?o despu¨¦s comenz¨® un romance con el revolucionario cubano Julio Antonio Mella, pero falleci¨® asesinado en 1929 y ella fue acusada de ser c¨®mplice del asesinato aunque fue declarada inocente despu¨¦s. Al a?o siguiente, sin embargo, la acusaron de haber tomado parte en el intento de asesinato de Pascual Ortiz Rubio, presidente de M¨¦xico, por lo que es expulsada del pa¨ªs. De all¨ª sali¨® acompa?ada del l¨ªder comunista Vittorio Vidali con destino a Alemania.
En Berl¨ªn Tina Modotti se hace miembro de la Union de Fot¨®grafos de Prensa y publica sus im¨¢genes en ¡®Der Arbeiter-Fotograf¡¯, pero decide abandonar la fotograf¨ªa por el activismo pol¨ªtico mientras se encuentra en Mosc¨² trabajando para la Cruz Roja Internacional de la URSS. Poco despu¨¦s, en 1934, viaja a Espa?a y al comenzar la Guerra Civil forma parte del Quinto Regimiento, donde mantiene que para ella no es compatible el arte con la violencia de los acontecimientos.
En 1939 Tina regres¨® como asilada a M¨¦xico, donde continu¨® su actividad pol¨ªtica a trav¨¦s de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi. Un a?o despu¨¦s, el presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas anul¨® su expulsi¨®n.
Muri¨®, en extra?as circunstancias -unos dicen que de un ataque card¨ªaco y otros que debido a una purga comunista-, el 5 de enero de 1942 en el interior de un taxi que la llevaba a casa. Ten¨ªa s¨®lo 46 a?os.
Hoy, Google homenajea a Tina Modotti en el d¨ªa en que habr¨ªa cumplido 122 a?os con un doodle en el que aparece fotografiando objetos cotidianos ambientados en M¨¦xico, donde desarroll¨® la mayor parte de su reconocida carrera.
En su l¨¢pida, ubicada en el pante¨®n Dolores de la Ciudad de M¨¦xico, se lee un verso de Pablo Neruda:
¡°Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes;
tal vez tu coraz¨®n oye crecer la rosa
de ayer, la ¨²ltima rosa de ayer, la nueva rosa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.