¡°Hasta aqu¨ª lleg¨® la riada¡±
El cantante que revolucion¨® con 'Al vent' la esperanza de miles de j¨®venes se retir¨® a los 77 a?os
![El cantante Raimon en la localidad de Jávea.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EVXABOJEHKMWNSJD2UFBZQI6KM.jpg?auth=1878512c0a3d8d3afcc82ac674e7c98301c4e145068fa282565e8b4dae4e6361&width=414)
Es luminoso Raimon. La historia no le hace justicia, porque lo ven en los escenarios: ah¨ª es medido, hasta meditado, su camisa roja, o blanca, o negra; alguna vez baila (¡°bien, ?a que bailo bien?, jajaja¡±), y hace algunas co?as. Pero all¨¢ arriba es la poes¨ªa, una guitarra, la orquesta. El flequillo, blanco ya, guarda el corte que le besaba la madre cuando volv¨ªa al carrer Blanc de X¨¢tiva. Desde 1964, cuando conoci¨® a Analissa, que ven¨ªa ¡°de aquel pa¨ªs de Italia¡±, es ella la que da vida a ese flequillo. El flequillo del muchacho que con Al vent revolucion¨®, con sencillez y grito, la esperanza de miles de j¨®venes que quer¨ªan, en aquel a?o 1961, comerse el mundo a base de bocados de m¨²sica.
Raimon, 77 a?os. Se retir¨® en mayo, un mes muy simb¨®lico para ¨¦l, y lo hizo en el Palau de la M¨²sica de Barcelona. La primera noche, despu¨¦s del concierto, concili¨® el sue?o a las tres de la madrugada. Y hasta el ¨²ltimo concierto (que ser¨¢ el ¨²ltimo, ¡°no habr¨¢ m¨¢s tu t¨ªa¡±) aguant¨® as¨ª el tipo, bailando, cantando sus antiguas canciones, sus canciones actuales, la m¨²sica de los poetas, su propia m¨²sica. Detr¨¢s de su inspiraci¨®n, aparte de la l¨ªrica de su lengua, Analissa. Y aqu¨ª, en X¨¤bia, donde lo vemos este verano, ella siempre est¨¢. Analissa es la otra parte de la risa de Raimon. La gente cree que es un tipo serio, seco y espiritual, como Salvador Espriu.
Pero Raimon es un cachondo. A mediados del mes de agosto se encontr¨® por tel¨¦fono con un amigo de los tiempos del TEU (el Teatro Espa?ol Universitario), Emili Balan?¨®, escritor, que vive en Menorca. Recordaron an¨¦cdotas. Simulaban en las calles de Zaragoza la conquista de Valencia, el Cid y sus conmilitones. Re¨ªan como si fuera ahora. Y por ellos hab¨ªan pasado cerca de sesenta a?os.
![Raimon, en su ¨²ltimo concierto, en mayo en el Palau de la Musica de Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CHSYTDDJ3OFX4O5G3ONZAGIS5Q.jpg?auth=9a1d2ae49c04e22e73e3fddbc18cc15908886e8d1f48df1fd4c26be0e54c6bf3&width=414)
Cuando era parte de la movida de Barcelona (Serrat, Pi de la Serra, Ovidi, Guillermina) iba con Pi invent¨¢ndose risas para poner de manifiesto que tampoco era para tanto. Estaban de gira, en un hotel: ¡°Y sal¨ªamos al pasillo en pelotas, con corbata y zapatos ?y le peg¨¢bamos la bronca a Serrat por llegar tarde!¡±.
La foto de este Raimon que posa al sol ante el mar de X¨¤bia debe ser riendo. Aquellos d¨ªas de mayo fueron dif¨ªciles de montar (¡°resumir d¨¦cadas, abandonarlas¡±). Intent¨® quitarle hierro, dice, ¡°me impuse que no fuera ni emotivo ni sentimental¡±. Pero no neg¨® la broma, que como la dice tan serio la gente no la capta. Despu¨¦s de una larga introducci¨®n, el cantante de X¨¢tiva dijo: ¡°El concierto estar¨¢ compuesto por tres canciones y algunos bises¡±. ¡°La procesi¨®n iba por dentro la noche del adi¨®s¡±, reconoce.
M¨²sico sin adjetivo, desde que escribi¨® (y cant¨®, rasgando la guitarra) Al vent lo metieron en la canci¨®n protesta. Escribi¨® (y cant¨®) Diguem no, cuando metieron en la c¨¢rcel a compa?eros suyos, pero no era un himno, era una letra extra¨ªda de El hombre rebelde de Albert Camus. Y ahora se canta en las alboradas como si Raimon hubiera adivinado cada ¨¦poca sucesiva.
Y esa noche del adi¨®s, claro, su mente se pobl¨® de pasado. Sus padres, Joan Fuster, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n (¡°estuvo Anna Sell¨¦s, su esposa¡±)¡ Fue, dice Raimon ahora, ¡°una presencia de ausencias¡±, pero a ¨¦l no se le not¨® el reflejo de ese oleaje. ¡°Ah¨ª soy muy exigente conmigo mismo, porque soy de los que se pega una hostia si se equivoca¡±. F¨ªsicamente, una hostia, y se la da ante nosotros para que el ejemplo no sea una pantomima.
Le preguntamos:
¡ª?Va a tener usted nostalgia de Raimon?
¡ªTodav¨ªa no, pero quiz¨¢ dentro de dos o tres meses. ?Todav¨ªa estamos en la digesti¨®n de todo!
Cuando acab¨® el ¨²ltimo concierto, durmieron al fin tranquilos Analissa y Raimon. Conscientes de que "¡±se acab¨® lo que se daba¡±, el cantante dijo a los amigos, y nos repiti¨® a nosotros en X¨¤bia, lo que se dice en Valencia cuando el agua deja marcas en las casas: ¡°Hasta aqu¨ª lleg¨® la riada¡±.
Y ya est¨¢. Hasta aqu¨ª lleg¨® la riada. Pero nada detiene el viento de Raimon.
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