El ¡®lowry¡¯ que sobrevivi¨® al fuego
Malpaso publica ¡®Rumbo al Mar Blanco¡¯, la novela del autor brit¨¢nico que se quem¨® en 1944 y de la que se conservaba una parte que se crey¨® perdida durante a?o
Las versiones que algunos autores escriben una vez y otra de sus novelas, como si no fuese posible darlas por acabadas, y menos a¨²n abandonarlas, pueden ser su salvaci¨®n. Nadie como el brit¨¢nico Malcolm Lowry (1909-1957) para hablar de manuscritos perdidos, prodigiosamente encontrados despu¨¦s. El 7 de junio de 1944, en su caba?a junto a la playa de Dollarton (Canad¨¢), en la costa del Pac¨ªfico, el escritor se levant¨® a preparar caf¨¦, y de pronto grit¨®: ¡°?Se est¨¢ quemando algo!¡± Al salir, vio el techo en llamas. Mientras corr¨ªa en busca de ayuda, Margarie Bonner (1905-1988), su segunda esposa, salv¨® la mayor¨ªa de los manuscritos, entre ellos Bajo el volc¨¢n. Tambi¨¦n rescat¨® los discos, aunque no el fon¨®grafo. Los vecinos la detuvieron cuando intent¨® salvar En lastre hacia el Mar Blanco. Era la m¨¢s larga de las novelas en marcha de Lowry, que hab¨ªa empezado a escribir 12 a?os antes inspir¨¢ndose en un viaje en un barco como fogonero a Noruega para conocer al novelista Nordhal Grieg.
El manuscrito se hallaba a solo dos metros de la puerta, y Lowry, en su desesperaci¨®n, ¡°se meti¨® en las llamas¡±, pero ¡°tuvieron que sacarlo cuando una viga ardiendo le cay¨® sobre la espalda¡±, cuenta Gordon Bowker en Perseguido por los demonios. Vida de Malcolm Lowry (FCE). D¨ªas despu¨¦s, en un telegrama a su amigo Gerald Noxon, Lowry confirm¨® que hab¨ªa ¡°perdido las mil p¨¢ginas¡± de En lastre.
Pocos hab¨ªan le¨ªdo la novela antes de su desaparici¨®n. En 1937, su mentor, el tambi¨¦n escritor Conrad Aiken, tuvo oportunidad de hacerlo en una de sus primeras versiones. Le pareci¨® ¡°muy extra?a, muy profunda, muy retorcida, maravillosamente rica¡±. En cambio, editores como Burton Rascoe lo acusaron de falta de originalidad.
Aquella p¨¦rdida dej¨® un terrible impacto en su autor, que se referir¨ªa al texto quemado en obras posteriores, incluyendo Bajo el volc¨¢n. Noxon revel¨® en Malcolm Lowry Review que en una ocasi¨®n el escritor ¡°culp¨® a Margarie de no haber salvado En lastre del fuego¡±. En 1945 emprendi¨® un viaje a M¨¦xico, y se llev¨® consigo ¡°unos cuantos residuos carbonizados¡± del manuscrito. Este vivi¨® siempre en su cabeza como su gran obra perdida. En una misiva de 1951 a su amigo David Markson, recogida en El viaje que nunca termina. Correspondencia (Tusquets), Lowry admite: Ser¨ªa ¡°una verdadera pesadilla tener que ponerme a escribir el libro de nuevo¡±, aunque ¡°quiz¨¢ tu carta me d¨¦ ¨¢nimos para hacer precisamente eso alg¨²n d¨ªa, y no dejarlo pura y simplemente enterrado¡±. Pero eso nunca ocurri¨®. En su lugar ¡°llor¨® su p¨¦rdida y, con el tiempo, lo romantiz¨® como un gran libro y su destrucci¨®n como una de las tragedias fundamentales de su vida¡±, escrib¨ªa en 2004 Patrick McCarthy, profesor de la Universidad de Miami y autor de varios estudios sobre Lowry.
Una de las frases que el novelista dirig¨ªa a menudo a su primera mujer, Jan Gabrial, era ¡°?Qu¨¦ ser¨ªa de m¨ª sin mis desgracias?¡±, para enfatizar su genio. Es m¨¢s, la frase con la que acaba En lastre hacia el Mar Blanco, pronunciada por su protagonista, es ¡°?C¨®mo voy a vivir sin mi desdicha?¡±. Lo sabemos porque en el a?o 2000 sucedi¨® lo impensable: Jan Gabrial public¨® sus memorias y revel¨® que a¨²n sobreviv¨ªan ¡°unas 265 p¨¢ginas en papel carb¨®n¡± de una versi¨®n inicial de la novela que guardaba ella. ?C¨®mo? En 1936, Lowry hab¨ªa confiado la copia a la madre de Gabrial cuando el matrimonio dej¨® Nueva York para viajar a M¨¦xico.
Jan Gabrial muri¨® en 2001, y dos a?os despu¨¦s el ejecutor de sus propiedades deposit¨® todos sus documentos en la Divisi¨®n de Manuscritos y Archivos de la Biblioteca P¨²blica de Nueva York. Entre ellos se encontraba una versi¨®n mecanografiada y editada por la propia Gabrial de En lastre hacia el Mar Blanco en 1991, y las fotocopias de varios cap¨ªtulos de la versi¨®n en carb¨®n escrita a mano por Lowry. Un peque?o grupo de especialistas trabajaron sobre el material y en 2004 la University of Ottawa Press public¨® la novela, con un ¨²ltimo cap¨ªtulo compuesto apenas de notas y pasajes sueltos dejados por Lowry, y que ahora Malpaso publica por primera vez en espa?ol, en una traducci¨®n de Ignacio Villaro, bajo el t¨ªtulo de Rumbo al Mar Blanco.
Un marinero de Cambridge
Plagada de alusiones (Melville, Dante, Baudelaire, Rimbaud, Freud, Shelley, Dunsany, S¨¦neca, Voltaire, etc.) y en un estilo denso, la novela est¨¢ protagonizada por Sigbj?rn Tarnmoor, un estudiante de Cambridge que tras una experiencia como marinero emprende carrera como escritor. Su vocaci¨®n se tambalea cuando pasa ¡°por la experiencia de escribir un libro para descubrir luego que ya lo habr¨ªa escrito otro, y mejor que t¨²¡±.
¡°Mi fijaci¨®n con el mar es completa¡±, le confes¨® a Conrad Aiken por carta en los a?os treinta, ¡°y adem¨¢s siento que todav¨ªa no he extra¨ªdo todos los jugos de ¨¦l¡±. En efecto, Rumbo al Mar Blanco es tambi¨¦n deudora de tal fascinaci¨®n, y su protagonista vive mirando a ese horizonte, en parte por los demonios que lo atosigan en tierra, donde su hermano acaba de suicidarse y la mujer a la que ama se marcha a Am¨¦rica. Es tambi¨¦n una novela autobiogr¨¢fica, como todas las de Lowry, que no supo escapar a lo que llamaba ¡°la tiran¨ªa del yo¡±.
La historia de esta novela habr¨ªa podido ser distinta si la ruptura con Jan Gabrial hubiera resultado amistosa. Pero cuando Lowry se fue a Canad¨¢, con la que pronto ser¨ªa su segunda esposa, no volvieron a verse. En 1940 se escribieron por ¨²ltima vez. En sus memorias, Gabrial asegura que en 1947 le escribi¨® una postal para felicitarlo por la publicaci¨®n de Bajo el volc¨¢n, que le pareci¨® ¡°un libro quebrantador y milagroso¡±. Pero aquella postal nunca se envi¨®. Patrick McCarthy cree que, en caso contrario, ¡°es concebible¡± que Lowry le hubiera hablado de la p¨¦rdida del manuscrito, y ¡°Jan le habr¨ªa recordado la copia que dej¨® en la casa de su madre¡±. Pero McCarthy cree dif¨ªcil que Lowry no fuese consciente. Opina que el escritor recordaba la existencia de ese manuscrito, ¡°pero prefer¨ªa la leyenda de la novela tr¨¢gicamente quemada¡±. Jan no solo no envi¨® aquella postal, sino que guard¨® silencio durante a?os sobre el manuscrito. ¡°Sospecho que uno de los motivos fue mantenerlo lejos de Margarie Bonner, que como viuda de Lowry podr¨ªa haber tenido el derecho legal de editar la novela¡±.
Babelia
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