Alexander Payne reduce el entusiasmo de Venecia

Venecia lleva semanas tratando de ser enorme. El festival ha renovado sus estructuras, convocado a divos de Hollywood y maestros del cine y hasta invadido otra isla de la laguna. Est¨¢ claro que su 74? edici¨®n pretende desbordar al asistente desde su propia llegada. Se ve la colosal silueta del Palazzo del Casin¨°, se pasea por la gran plaza blanca abierta debajo del edificio y se accede a una sala gigante. La pantalla luce el mismo tama?o. Se apagan las luces, los suspiros llenan m¨¢s de mil butacas, arranca el a?o quiz¨¢s m¨¢s ambicioso para La Mostra. Y, de repente, Venecia se hace peque?a. Min¨²scula, m¨¢s bien. Porque los protagonistas de Una vida a lo grande, de Alexander Payne, el filme encargado de inaugurar el festival, miden apenas 12 cent¨ªmetros. A saber si por eso? la proyecci¨®n empeque?eci¨® tambi¨¦n el entusiasmo del p¨²blico. Empez¨® con expectativas tremendas. Continu¨® con aplausos y risas. Termin¨®, sin embargo, con un extra?o silencio. Unos pocos batieron las manos. La mayor¨ªa se march¨® a reflexionar sobre lo que pudo ser y no fue. El filme se estrenar¨¢ en Espa?a el 22 de diciembre.

Una vida a lo grande parte de una idea intrigante. Ante el calentamiento global, el consumismo salvaje y la sobrepoblaci¨®n, cient¨ªficos noruegos hallan una soluci¨®n extrema. Si esta humanidad no sabe cuidar del planeta, tal vez una reducida s¨ª pueda. Desde luego, necesita much¨ªsimos menos recursos. Los costes de la vida se desploman, cualquiera puede vivir en una min¨²scula finca en el Ed¨¦n. Y la basura producida por una comunidad entera en cuatro a?os cabe en una sola bolsa ¡ªde las del mundo grande y real, eso s¨ª¡ª. Hazte hombrecillo: ser¨¢s feliz y salvar¨¢s la Tierra.

Algo, sin embargo, se tuerce en la trama, porque Matt Damon y su pareja (Kristen Wiig) han pactado mudarse juntos al peque?o para¨ªso de Leisureland pero, cuando ¨¦l se despierta en su nuevo tama?o, recibe una llamada. Es ella, est¨¢ en un aeropuerto y dice: ¡°No me odies¡±. Adem¨¢s, resulta que la nueva, m¨ªnima, tierra prometida no es tan distinta como los carteles promocionales la venden.

Pero ese desv¨ªo afecta tambi¨¦n a la propia pel¨ªcula. Comedia, drama, s¨¢tira futurista, historia de amor, mensaje pol¨ªtico. Hay chistes brillantes, reproches a los EE UU de Trump ("No seas tan americano"), o reflexiones sobre la desigualdad, la importancia de los peque?os detalles o la estupidez del homo sapiens: ¡°Los cocodrilos han logrado sobrevivir 200 millones de a?os y tienen el cerebro del tama?o de una nuez¡±. Hay hasta varios gui?os al espa?ol. Pero la mezcla de tantos ingredientes distintos ofrece un sabor agridulce. Muchas promesas, no todas mantenidas. Varios filmes a la vez, y quiz¨¢s ninguno.

¡°Quer¨ªamos hacer una pel¨ªcula internacional, desde el primer instante¡±, asegur¨® Jim Taylor, co-guionista habitual de Payne, en la presentaci¨®n del filme ante la prensa. Conocido por sus reflexiones tragic¨®micas sobre la condici¨®n humana, el cineasta no cree que la ciencia-ficci¨®n haya cambiado su curr¨ªculo f¨ªlmico: ¡°Considero que sigue la misma l¨ªnea de nuestras otras pel¨ªculas¡±. Le llev¨® a descubrir los efectos especiales, a lidiar con el mayor presupuesto que jam¨¢s manej¨®, pero no modific¨® su manera de hacer cine. ¡°Nos dijeron que era el filme m¨¢s optimista de Alexander¡±, agreg¨® Damon. Y prometi¨® que har¨ªa cualquier cosa por el cineasta: ¡°Recitar¨ªa el elenco telef¨®nico con tal de trabajar con ¨¦l¡±.

Payne llevaba una d¨¦cada confiando en sacar adelante este proyecto. Y elabor¨® muchas versiones del guion de sus criaturitas. M¨¢s que a los protagonistas, le cost¨® empeque?ecer la historia. Con casi 232 p¨¢ginas de texto, y una duraci¨®n cercana a las ocho horas, Una vida a lo grande no pod¨ªa funcionar. ¡°Ten¨ªa tantas ideas y es la manera que logramos de reducirlas y juntarlas. Por eso es tan epis¨®dico¡±, defendi¨® el cineasta en un encuentro con un peque?o grupo de periodistas. Acept¨®, eso s¨ª, dejar fuera de la pel¨ªcula la b¨²squeda de una verosimilitud cient¨ªfica. Se reuni¨® con especialistas, pero descubri¨® que cortar, en este caso, era m¨¢s f¨¢cil. Ante una infinidad de hip¨®tesis ¨C¡°?un hombre m¨¢s peque?o tendr¨ªa la misma voz? ?Al ser tan ligero podr¨ªa volar?¡±-, opt¨® por ignorarlas todas, y centrarse en la trama.

A saber si le valdr¨¢ para sumar un tercer Oscar por sus guiones. Inaugurar Venecia, en los ¨²ltimos a?os, se ha convertido en una autopista directa hacia la gran gala de Hollywood. Por aqu¨ª han pasado Gravity, Birdman o, hace apenas 12 meses, La La Land. ¡°Escoger el filme de inauguraci¨®n es la elecci¨®n m¨¢s dif¨ªcil¡±, ha declarado Alberto Barbera, director del certamen, y eso que vision¨® casi 2.000 largos para preparar La Mostra. Finalmente, opt¨® por Una vida a lo grande. Ten¨ªa, a priori, ingredientes infalibles: el regreso del celebrado director de Entre copas o Nebraska, su primera incursi¨®n en la ciencia-ficci¨®n, su filme m¨¢s caro, un estudio poderoso, o una estrella como Matt Damon.

Justamente por ¨¦l decenas de fans aguardaban varios metros m¨¢s abajo, fuera del Palazzo. Eva Casson y Daisy Gorin, de 18 a?os, hab¨ªan sido las primeras en colocarse ante la alfombra roja, a las 7.30 de la ma?ana. Es decir, 12 horas antes de que Damon la pisara. Se planteaban "leer, dibujar" y hasta adelantar los deberes. Luchaban, en el fondo, contra un enemigo dif¨ªcil de empeque?ecer: la espera.