Venecia, archipi¨¦lago de cine

Hay pel¨ªculas. Obvio, se dir¨¢: es un festival de cine. En concreto, el m¨¢s antiguo del mundo. As¨ª que evidentemente el programa incluye filmes esperados, directores adorados y divos de la gran pantalla. Se ver¨¢ lo nuevo de George Clooney o Guillermo del Toro y se descubrir¨¢ c¨®mo luce Javier Bardem en la piel del narcotraficante Pablo Escobar. Sin embargo, la 74? edici¨®n de La Mostra de Venecia, que arranca ma?ana con Una vida a lo grande de Alexander Payne, ha enviado sus invitaciones mucho m¨¢s all¨¢ del s¨¦ptimo arte. A lo largo del certamen, se proyectar¨¢n obras en realidad virtual, series televisivas y hasta un videoclip. Tal vez el festival italiano haya comprendido mejor que otros el futuro. O quiz¨¢s se est¨¦ llenando de intrusos. Aunque, al fin y al cabo, puede que no lo sean tanto.

¡°Ha cambiado el cine, m¨¢s que los festivales. Y los cert¨¢menes siguen las transformaciones de la industria audiovisual. Las pel¨ªculas contin¨²an en el centro de nuestro inter¨¦s. Pero Venecia ha decidido que no puede ignorar los fen¨®menos que caracterizan la producci¨®n contempor¨¢nea. Si los autores han elegido jugar en varias mesas a la vez, un festival ha de asumirlo y abrirse a ello¡±, asegura Alberto Barbera, director de La Mostra. Ya el a?o pasado, en el fondo, seleccionaron un largo en realidad virtual y El joven Papa, el esperad¨ªsimo debut del cineasta Paolo Sorrentino en las series, fue uno de los estrenos m¨¢s comentados. Pero, ahora, Venecia confirma y redobla la apuesta. Sobre todo cine, pero no solo. Guste o no, el popurr¨ª est¨¢ aqu¨ª para quedarse.

Aun as¨ª, el programa de pel¨ªculas de La Mostra tiene ingredientes poderosos para encender la gula de los cin¨¦filos. Tras mostrar al mundo Gravity, Birdman o La La Land en los ¨²ltimos a?os, Venecia vuelve a presentar argumentos convincentes, al menos a priori. Clooney lleva al Lido Suburbicon, con guion de los hermanos Coen, y un reparto que luce a Matt Damon, Julianne Moore y Oscar Isaac; Del Toro cuenta en La forma del agua el extra?¨ªsimo amor entre una chica sorda y una criatura acu¨¢tica; el thriller Mother! medir¨¢ la ambici¨®n de Darren Aronofsky. Alexander Payne se da a la ciencia-ficci¨®n y el artista Ai Weiwei ense?a Human Flow, su documental sobre los refugiados. La proyecci¨®n de Mektoub, My Love: Canto Uno responder¨¢ adem¨¢s a uno de los dilemas del certamen: ?el nuevo proyecto de Abdellatif Kechiche val¨ªa hasta el punto de llegar a vender la Palma de Oro que gan¨® en Cannes con La vida de Adele para sacarlo adelante?

Con sus 21 t¨ªtulos, en la competici¨®n oficial cabe mucho m¨¢s que los nombres m¨¢s conocidos. Hasta 15 de los directores optan por primera vez al Le¨®n de Oro. Entre ellos, maestros como Paul Schrader o Frederick Wiseman y cineastas que de nada sonar¨¢n al gran p¨²blico, como los hermanos Manetti o Ziad Doueiri. La china Vivian Qu, que tambi¨¦n se estrena en la competici¨®n, ser¨¢ la ¨²nica directora en el apartado principal de Venecia, con Angels Wear White. La presencia femenina brilla por su ausencia en casi todo el festival. Se salva, por lo menos, el jurado, presidido por la actriz Annette Bening.

En su af¨¢n por abarcarlo todo, La Mostra ha invadido hasta otra isla, la del Lazzaretto. All¨ª, a pocos minutos en barco del Lido, los espectadores podr¨¢n meterse en primera persona en los 22 proyectos que compiten en la secci¨®n de realidad virtual. ?El nuevo amor del cine o un romance fugaz? Otra duda que Venecia empezar¨¢ a responder. Y en el Lido tambi¨¦n se sabr¨¢ por qu¨¦ John Landis ha decidido retocar el videoclip m¨¢s famoso de la historia. Thriller, de Michael Jackson, vuelve en 3D, y con final distinto. Suficiente como para que una pieza de un cuarto de hora garantice la sala llena. Muchos acudir¨¢n tambi¨¦n a las proyecciones de Suburra, primera serie italiana del coloso audiovisual Netflix, o Wormwood, de la misma compa?¨ªa.

Aparentemente, no falta nada. Ya se ha llenado incluso el enorme hueco que durante a?os mostraba, justo al lado del Palazzo del Cinema, las secuelas de un horror edilicio. Sin embargo, s¨ª hay algunos ausentes. El cine espa?ol tan solo presenta, fuera de concurso, Loving Pablo, de Fernando Le¨®n de Aranoa, con Javier Bardem en el rol del c¨¦lebre criminal y Pen¨¦lope Cruz como Virginia Vallejo, la periodista con la que mantuvo una relaci¨®n. Y el habitual desembarco masivo de obras de Am¨¦rica Latina se ha reducido a un pu?ado de filmes, ninguno en la competici¨®n oficial. Ellos s¨ª, este a?o, parecen casi intrusos.