Bailar la pasi¨®n
Las reconstrucciones danzadas de la vida de los amantes de ese baile argentino caen en una cursiler¨ªa de anuncio y nunca hacen justicia a la labor de los bailarines
UN TANGO M?S
Direcci¨®n: Germ¨¢n Kral.
Int¨¦rpretes: Mar¨ªa Nieves Rego, Juan Carlos Copes, Juan Malizia, Ayel¨¦n ?lvarez Mi?o.
G¨¦nero: documental. Argentina, 2015.
Duraci¨®n: 85 minutos.
A los ojos de un profano, el tango parece inmortalizar, en un c¨®digo de movimientos sensuales como un ritual de amor y violentos como un duelo a navajazos, una feroz historia de pasi¨®n y muerte. ¡°El tango crea un turbio / pasado irreal que de alg¨²n modo es cierto, / el recuerdo imposible de haber muerto / peleando, en una esquina del suburbio¡±, escribi¨® Borges en su poema dedicado al tango incluido en su libro El otro, el mismo. Nacido en burdeles y rechazado por la burgues¨ªa, el tango recorri¨® un tortuoso camino hasta ser finalmente considerado como m¨¢xima encarnaci¨®n del alma argentina: en alg¨²n momento de su evoluci¨®n fue un baile entre hombres, porque las mujeres no quer¨ªan verse asociadas a lo que Leopoldo Lugones llam¨® ¡°tango, reptil de lupanar¡±.
En Un tango m¨¢s, los miembros de una de las parejas de m¨¢s longeva vida art¨ªstica dedicada a esa especialidad, Mar¨ªa Nieves Rego y Juan Carlos Copes, rememoran, por separado, sus cincuenta a?os de trayectoria en com¨²n y dejan suficientemente claro que su vida ha sido, esencialmente,¡ un tango. Es decir, una monta?a rusa de atracci¨®n, desencuentro y cuentas pendientes acumuladas que, en muchos momentos dif¨ªciles, pudo ser trascendida y sublimada sobre el escenario, hasta que el arte no alcanz¨® para corregir la vida.
Juan Carlos Copes no duda en definir a Mar¨ªa Nieves Rego como su Stradivarius. En otros momentos del documental, el bailar¨ªn no tiene ninguna cautela en expresar lo irrespirable que lleg¨® a ser la relaci¨®n cuando el talante celoso de su compa?era ¨Cpor otra parte, plenamente justificado por la promiscuidad seductora de Copes- estrechaba su cerco. Rego llega a enfrentarse con el documentalista para no seguir hablando de Copes en un momento clave de la pel¨ªcula. No hay impostura en este juego de fuerzas, aunque el carisma y la generosidad confesional de ella vencen rotundamente al laconismo expresivo de ¨¦l en una pel¨ªcula que acaba eligiendo el camino del retrato (de Mar¨ªa Nieves Rego) frente a la posibilidad del pulso dial¨¦ctico (y la imposibilidad de un clim¨¢tico reencuentro).
La pel¨ªcula de Germ¨¢n Kral tiene su mayor fuerza en la voz de esta tanguera nata y en el estupendo material de archivo ¨Cexplosivo el baile de la pareja sobre una mesa-, pero las reconstrucciones danzadas de la vida de los amantes caen en una cursiler¨ªa de anuncio y nunca hacen justicia, en su puesta en escena, a la labor de los bailarines.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.