David Tang, mecenas, empresario del lujo y columnista
El magnate de Hong Kong fue uno de los hombres mejor relacionados de Reino Unido
Caballero de la Orden del Imperio Brit¨¢nico, ¨ªntimo amigo de Fidel Castro y compa?ero eventual de baile de la reina Isabel II de Inglaterra, el magnate de Hong Kong David Tang fallec¨ªa el pasado martes v¨ªctima de un c¨¢ncer de h¨ªgado. Al que fuera fundador de la firma Shanghai Tang ¡ªla primera marca china de moda de lujo¡ª no le dio tiempo a asistir a la fiesta de despedida que hab¨ªa organizado tras conocer la fecha aproximada de su muerte.
Conocido como el millonario mejor conectado de Reino Unido, Tang cosech¨® tantas amistades a lo largo de su vida que se lleg¨® a decir que pose¨ªa la agenda m¨¢s completa de todo Londres. Nacido en Hong Kong hace 63 a?os, el vers¨¢til empresario fue enviado con 13 a un internado en Cambridge ¡ªla escuela Perse¡ª y tras estudiar Filosof¨ªa y Derecho ense?¨® Literatura Inglesa y Filosof¨ªa en la Universidad de Pek¨ªn durante un a?o. Sin embargo, el car¨¢cter emprendedor de su familia le empuj¨® a abrir en 1991 su primer negocio, el restaurante y club privado China Club, que m¨¢s tarde se expandi¨® por China y Singapur.
Su talento empresarial le llev¨® a fundar otras firmas de ¨¦xito en Hong Kong, como La Pacific Cigar Company para los amantes de los habanos. En un momento de gran expansi¨®n de la econom¨ªa china su amplia red de contactos atrajo a muchas compa?¨ªas multinacionales y se convirti¨® en asesor de empresas como Blackstone, Tommy Hilfiger o British Airways.
Petr¨®leo, oro y restaurantes de alta gama le abrieron puertas y corazones de muchas celebridades de las que luego aire¨® an¨¦cdotas escandalosas en la columna semanal que escrib¨ªa para el Financial Times. En ella tambi¨¦n compart¨ªa sus propias experiencias y aconsejaba a los lectores sobre normas sociales. Fue confidente de las supermodelos Kate Moss y Naomi Campbell y, entre otras facetas, un pianista consumado que lleg¨® a consejero de la Orquesta Sinf¨®nica de Londres.
Tang deja un rico legado en las artes y cultura, especialmente en Hong Kong, ciudad que marc¨® su car¨¢cter y consider¨® su casa. En su columna del 30 de junio prometi¨® permanecer leal y nunca abandonarla porque ¡°es donde hemos vivido lo que quedaba del imperio y la espectacular ascensi¨®n de China. Hemos sido parte de un cuento extraordinario¡±.
Babelia
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