Muere Walter Becker, mitad del enigm¨¢tico proyecto Steely Dan
El m¨²sico cre¨® la imagen 'hip' del m¨¢s prestigioso de los d¨²os californianos de los setenta
Walter Becker, miembro fundador de Steely Dan, ha muerto hoy sin que hayan trascendido las circunstancias, como corresponde a un grupo opaco en lo que respecta a su mec¨¢nica interna o sus intenciones. Se supon¨ªa que Becker, neoyorquino de 1950, hab¨ªa superado los tropiezos con las drogas duras, que llevaron a aparcar el d¨²o en 1981; 12 a?os despu¨¦s, se reuni¨® con su colega Donald Fagen. Volvieron a grabar y giraron de forma regular.
En tiempos recientes, estamos asistiendo a cierta rehabilitaci¨®n del rock californiano de los setenta, supuesto s¨ªmbolo de la degeneraci¨®n espiritual de los ideales de la contracultura, ahora recuperado como yatch rock. En realidad, ni el ostracismo ni la revaloraci¨®n afectaron a Steely Dan, que siempre fueron los campeones en una categor¨ªa especial. Sus discos encarnaban el patr¨®n oro en lo que respecta a grabaciones de alta gama. No aparec¨ªan en las portadas de sus ¨¢lbumes, rara vez actuaban y sus resbaladizas letras invitaban a las especulaciones.
En el caso de Becker, pesaban los traumas de crecer en una familia rota, algo que ¨Cseg¨²n Fagen- le llevaba a manifestar cinismo sobre la naturaleza humana, pesimismo que resolv¨ªa con humor negro e imitaciones desternillantes. Para Becker, estar alienado era una bendici¨®n: le permit¨ªa ver el mundo desde los m¨¢rgenes. Insiste Fagen en que la actitud cool de Steely Dan derivaba de la personalidad de Becker. Musicalmente, eran al¨¦rgicos a las ortopedias del jazz-rock: su ideal era una banda de rock que tuviera el impulso a¨¦reo del mejor jazz.
Para entender Steely Dan, conviene asumir que ten¨ªan m¨¢s de hipsters que de hippies. Becker y Fagen se educaron con los cl¨¢sicos del be-bop y la literatura beat (el nombre de Steely Dan ven¨ªa de un artilugio sexual mencionado en El almuerzo desnudo, de William Burroughs). En Nueva York hab¨ªan rondado por la periferia del show business, sobreviviendo como m¨²sicos de acompa?amiento e intentando vender canciones complejas a artistas poco sensibles.
Tras instalarse en California, fueron fichados por un amigo, el productor Gary Katz, que les introdujo en la discogr¨¢fica ABC. Forjaron un grupo de directo, donde Becker ejerc¨ªa de bajista y Fagen compart¨ªa el micro con David Palmer. Su m¨²sica ten¨ªa ecos arm¨®nicos del jazz y percusiones latinas, elementos poco habituales en canciones narrativas, que parec¨ªan deleitarse en las desdichas de ni?os ricos y las tentaciones de las drogas.
Despu¨¦s del ¨¦xito de Can¡¯t Buy a Thrill (1972) y Countdown to Ectasy (1973), Steely Dan cambi¨® su modus operandi. Con un mercado discogr¨¢fico en expansi¨®n, renunciaron a los conciertos, con el abandono paulatino de sus compa?eros. Reciclados en grupo de estudio, contaron ¨Ccomo ya hab¨ªan hecho anteriormente- con los mejores instrumentistas de alquiler; Becker adquiri¨® funciones de guitarra solista.
Pretzel Logic (1974), Kathy Lied (1975), The Royal Scam (1976) y Aja (1977) fueron discos triunfales. Luego, la m¨¢quina descarril¨®. Aparte de un perfeccionismo que ignoraba los presupuestos disponibles, Becker descubri¨® la hero¨ªna, un secreto que se destap¨® cuando su joven novia falleci¨® de sobredosis en su apartamento neoyorquino. El resultado de tantas turbulencias fue Gaucho (1980), que ten¨ªa algo de canto de cisne y tambi¨¦n de confesi¨®n de sequ¨ªa creativa: Keith Jarrett demand¨® al d¨²o, al detectar que el tema principal plagiaba una de sus composiciones.
Tras ser atropellado por un taxi, Becker qued¨® fuera de combate y se retir¨® a Hawai. Steely Dan pas¨® al congelador tras iniciar Fagen una carrera en solitario con Nightfly (1983). Gracias a su estudio particular, Becker volvi¨® discretamente a la actividad, con la producci¨®n de artistas de querencia jazzy como Michael Franks o Ricki Lee Jones. Su trabajo m¨¢s visible fue con China Crisis, grupo de Liverpool muy marcado por la est¨¦tica de Steely Dan.
La reconciliaci¨®n lleg¨® en 1991, cuando Becker se incorpor¨® espont¨¢neamente a un concierto de The New York Rock and Soul Revue, banda de relajo formada por Fagen y su esposa, la cantautora Libby Titus. Los antiguos socios buscaron nuevas formas de funcionar: Becker produjo el segundo disco en solitario de Fagen, Kamakiriad (1993); Fagen correspondi¨® como coproductor del primer trabajo de Walter como solista, 11 tracks of whack (1994).
?Ninguno de esos discos incendi¨® las listas de ventas y la pareja volc¨® sus energ¨ªas en resucitar creativamente Steely Dan. Two against nature (2000) fue recibido con entusiasmo por la industria, conquistando cuatro premios Grammy. En 2003 lleg¨® Everything must go, un lema publicitario habitual en las rebajas. Era su sarc¨¢stica manera de reconocer que se hab¨ªan plegado a las nuevas exigencias profesionales: giras tocando versiones impecables de sus grandes ¨¦xitos, de las que quedaron varios discos en vivo como testimonio. Mientras Fagen arreglaba sus cuentas con el pasado en una autobiograf¨ªa, Eminent hipsters, Becker se desahogaba con un disco de m¨²sica caribe?a, Circus money (2008), con las acostumbradas visiones ¨¢cidas del modo de vida californiano.
Babelia
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