El regreso de ¡®El lado oscuro del coraz¨®n¡¯
Vuelve a las salas una pel¨ªcula que se ajusta a la perfecci¨®n al concepto de cine de culto: nadie daba un duro por ella, ni siquiera su director
Bajo el sudor de una noche de sexo y alcohol, un Dar¨ªo Grandinetti con barba de dos d¨ªas declama: ¡°Me importa un pito que las mujeres / tengan los senos como magnolias o como pasas de higo / un cutis de durazno o de papel de lija/le doy una importancia igual a cero / al hecho de que amanezcan con un aliento afrodis¨ªaco/o con un aliento insecticida (¡)? /?pero eso s¨ª! ¨Cy en esto soy irreductible- / no les perdono, bajo ning¨²n pretexto, que no sepan volar¡±. El poeta insomne dirige su mano hacia un interruptor colocado sobre su mesita de noche y, al pulsarlo, un abismo se abre en el otro lado de la cama para librarle de esa compa?era de alcoba al parecer no especialmente dotada para el vuelo. As¨ª empezaba El lado oscuro del coraz¨®n (1992), cuarto largometraje de ficci¨®n del argentino Eliseo Subiela (1944-2016) y, sin duda, una pel¨ªcula que se ajusta a la perfecci¨®n al concepto de cine de culto: nadie daba un duro por ella, ni siquiera su director, que consideraba infilmable un proyecto que lo apostaba todo a la poes¨ªa, pero, poco a poco, la cinta fue congregando a un grupo de fieles que la mantuvieron en cartel una semana tras otra. Y hablando de apuestas: el cineasta recordaba a?os m¨¢s tarde c¨®mo la noche del estreno se apost¨® una botella de whisky con el acomodador a que la pel¨ªcula no iba a durar ni siquiera dos semanas. Estuvo trece en cartel. Y el fen¨®meno no fue ¨²nicamente argentino: las sesiones de madrugada de los Verdi habilitaron casa pr¨¢cticamente a perpetuidad a una cinta que cerca estuvo de cumplir una d¨¦cada seduciendo a espectadores con su mezcla de bohemia, sexo, palabra po¨¦tica y metaf¨ªsica de arrabal.
Veinticuatro a?os despu¨¦s de su estreno, El lado oscuro del coraz¨®n vuelve a las pantallas en una versi¨®n digitalizada en 4K gracias a la iniciativa Recuperar que, impulsada por Directores Argentinos Asociados, vela por la preservaci¨®n del patrimonio cinematogr¨¢fico argentino y ya se ha encargado de la restauraci¨®n de diversos t¨ªtulos debidos a cineastas como Adolfo Aristarain, Carlos Sor¨ªn o Leonardo Favio, entre otros. La resurrecci¨®n de El lado oscuro del coraz¨®n se enmarca dentro de un programa de homenajes a Subiela, que, a partir del mes de noviembre, tendr¨¢ su plato fuerte en las sesiones especiales de la pel¨ªcula acompa?adas con recitales de poes¨ªa y conciertos de su banda sonora interpretados por el compositor Osvaldo Montes.
A los incondicionales de la pel¨ªcula se les encendi¨® la alarma del reconocimiento cuando Espantap¨¢jaros 1, el mismo poema de Oliverio Girondo que abr¨ªa el discurso, publicado originalmente en 1932, encontraba un inesperado altavoz en un spot publicitario de la Cuenta N¨®mina de ING Direct, que culminaba en una filigrana de c¨¢mara a¨¦rea acompa?ada por la desgarrada voz de Janis Joplin. Todo un s¨ªntoma de la voracidad publicitaria a la hora de deglutir memorias sentimentales de sectores demogr¨¢ficos con razonable poder adquisitivo: el padre de familia que protagonizaba el anuncio bien podr¨ªa ser uno de los viejos espectadores militantes de la pel¨ªcula de Subiela en las madrugadas de los Verdi. ?Un triste destino final para la poes¨ªa de Girondo o un consecuente da?o colateral de esa pel¨ªcula de Subiela que, en el fondo, acababa reduciendo la expresi¨®n po¨¦tica a un arma de seducci¨®n kitsch para la bohemia de cabaret desastrado?
En su momento, el director argentino detect¨® una relaci¨®n causa / efecto entre el ¨¦xito de su pel¨ªcula y el puntual incremento de ventas de libros de poes¨ªa de Girondo, Juan Gelman y Mario Benedetti, que contaba con su propio cameo en la pel¨ªcula como culminaci¨®n de una escena que, conviene decirlo, flirteaba peligrosamente con el rid¨ªculo: en ella, Dario Grandinetti ve¨ªa c¨®mo T¨¢ctica y estrategia, el poema de Benedetti que hab¨ªa empezado a recitar en un club de alterne, era completado por una prostituta acodada en la barra. Pel¨ªcula donde la poes¨ªa sostiene una ut¨®pica econom¨ªa de trueque ¨Cun poema a cambio de tres bifecitos de chorizo- y donde Nacha Guevara encarna a una Muerte seductora, El lado oscuro del coraz¨®n, con sus incondicionales y sus detractores, tambi¨¦n se erigi¨® en la cima cursi de un creador que no ten¨ªa sonrojo en considerarse un maestro de la cursiler¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.