Dallas exhibe los cuadros de Zurbar¨¢n que apresaron los piratas
Una serie completa del pintor, 'Jacob y sus 12 hijos', se expone por vez primera en Estados Unidos
Francisco de Zurbar¨¢n (1598¨C1664) pint¨® los 13 cuadros que integran la serie Jacob y sus doce hijos hacia 1640, en su taller sevillano. De grandes dimensiones, 1,98 por 1,02 metros, se narra la historia de las bendiciones que imparte Jacob a cada uno de sus hijos desde el lecho de muerte y predice el destino de sus tribus. No se sabe quien fue el cliente que encarg¨® esta serie al artista extreme?o, aunque todo apunta a que el destino era Am¨¦rica. Se cree que en el viaje desde Sevilla a trav¨¦s del Atl¨¢ntico el barco que trasladaba las pinturas fue interceptado por piratas. No se vuelven a tener noticias hasta 1720, en Londres, cuando una familia jud¨ªa pone a la venta los 13 cuadros. Richard Trevor, obispo de Durham adquiere 12 cuadros (el presupuesto no le llega para m¨¢s) y los instala en el comedor de Auckland Castle, al noroeste de Inglaterra, para transmitir al mundo un mensaje de la comprensi¨®n entre jud¨ªos y cristianos en el Reino Unido. La serie al completo es la base de la exposici¨®n que desde hoy s¨¢bado y hasta el pr¨®ximo 7 de enero se puede ver el Meadows Museum de Dallas, una pinacoteca privada especializada en arte espa?ol que recibe al a?o alrededor de 60.000 visitantes. La muestra se ver¨¢ en la Frick Collection de Nueva York a partir del 31 de enero y volver¨¢n a su sede permanente, Auckland, en mayo de 2018.
La llegada de la obra del artista extreme?o a lo que se considera como un peque?o museo del Prado en Texas ha revolucionado las v¨ªsperas de la apertura una ciudad famosa por muchas cosas (ganado, petr¨®leo, vaqueros), por ser el escenario del asesinato del presidente Kennedy y porque durante los ¨²ltimos a?os los arquitectos m¨¢s conocidos est¨¢n dejando su sello en espectaculares edificios. Adem¨¢s de Renzo Piano, I. M. Pei o Rem Koolhaas, el valenciano Santiago Calatrava se encontraba ayer en la ciudad para negociar sobre una nueva obra que se a?adir¨¢ al puente que ya inaugur¨® en 2012.
Pero, espect¨¢culos arquitect¨®nicos aparte, el acontecimiento de la temporada es la llegada de Zurbar¨¢n con todas las leyendas posibles en torno a su famos¨ªsima serie. Mark A. Rogl¨¢n, director del Meadows recuerda que de Zurbar¨¢n solo se conserva una serie completa, en la sacrist¨ªa del Monasterio de Guadalupe. All¨ª se guarda, en la misma ubicaci¨®n y rodeada del mismo mobiliario y accesorios desde que fue pintada. ¡°La serie que aqu¨ª exponemos completa (a los 12 cuadros de Auckland Castle se ha conseguido a?adir el pr¨¦stamo de la pieza que faltaba) se puede ver fuera de Inglaterra gracias a las obras de restauraci¨®n que est¨¢n haciendo en el castillo. A mediados de los noventa se mostr¨® en el Prado, pero dif¨ªcilmente volver¨¢n a salir de su sede¡±. Rogl¨¢n explica que el significado de di¨¢logo religioso que contiene la serie le da un valor a?adido especial a la contemplaci¨®n de Jacob y sus 12 hijos. ¡°No tengo dudas de que el arzobispo compr¨® los cuadros porque cre¨ªa que el mundo no se entend¨ªa sin el juda¨ªsmo¡±, a?ade el director del museo. "En el comedor en el que los ubic¨®, por el que pasaban los representantes de todos los poderes de Inglaterra, ¨¦l enfatizaba su postura mostrando los cuadros. El mensaje era claro¡±.
Rogl¨¢n reconoce que no hay certezas definitivas de que esta serie fuera un encargo americano hecho a Zurbar¨¢n. ¡°Trabajaba para Am¨¦rica y para Europa. Yo quiero creer que es cierto que estas pinturas viajaban a Buenos Aires o a Lima. De ser as¨ª, ahora se estar¨ªa produciendo un importante reencuentro con Am¨¦rica".
De la mano de El Prado
Desde su fundaci¨®n en abril de 1965 gracias al fil¨¢ntropo tejano encaprichado con el Prado Algur H. Meadows (1899- 1978), el museo no ha parado de crecer en obras expuestas y en n¨²mero de visitantes. A las m¨¢s de 200 piezas de primer orden donadas por el fundador General American Oil Company de Texas se han ido a?adiendo otras vertidas m¨¢s en el arte contempor¨¢neo. Su director, Mark A. Rogl¨¢n, ha logrado que a base de exposiciones de tir¨®n popular (Las colecciones de Abell¨® y Koplovich, Ribera, Picasso o ahora Zurbar¨¢n) el p¨²blico estadounidense se deje seducir por el arte espa?ol. ¡°En el Prado tenemos nuestro principal modelo y colaborador. Hemos colaborado con ellos en muchas exposiciones y ellos nos ayudan a nosotros en todo lo posible. La relaci¨®n no puede ser mejor¡±.
Las 13 pinturas se muestran en una gran sala en la que se ha querido reproducir el comedor original del castillo de Auckland, con las mismas paredes verdes y la misma disposici¨®n. Junto a las pinturas se exhiben tambi¨¦n las principales conclusiones de los an¨¢lisis que a lo largo de un a?o se han hecho sobre esta tanda de pinturas. El resultado logrado a base de radiograf¨ªas de rayos X, reflectograf¨ªa infrarroja y an¨¢lisis bajo luz natural y ultravioleta han permitido conocer con exactitud el tipo de lienzo que utilizaba, la tierra arcillosa sevillana de las dobles capas que usaba para preparar la superficie o los m¨²ltiples arrepentimientos y cambios de idea que surg¨ªan durante la ejecuci¨®n de la obra. Claire Barry, directora de Conservaci¨®n del Kimbell Art Museum y coordinadora de esta investigaci¨®n explicaba ayer que durante el proceso se ha podido determinan que Zurbar¨¢n particip¨® activamente en la creaci¨®n de las obras, en lugar de limitarse a delegar su realizaci¨®n a su taller, como hac¨ªan muchos otros artistas. ¡°Estas obras hablan ahora incluso con mayor claridad acerca de su creatividad e ingenuidad como artista, desde la manera en que transmiti¨® las cualidades t¨¢ctiles de los ropajes de las figuras hasta la expresividad del car¨¢cter y de la pose de cada personaje¡±.
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