¡°No s¨¦ si creo en Dios, pero no me preocupa, no tengo miedo a morir¡±
Jeanette Winterson recuerda su infancia en una familia evangelista radical que le someti¨® a un exorcismo por ser lesbiana
Son tiempos tristes para hablar de terremotos o de ciclones, pero Jeanette Winterson es eso, una fuerza desatada de la naturaleza. Ella sola es el cambio clim¨¢tico entero. Recibe a la periodista que le tiende la mano con un abrazo inesperado de puro familiar y en mitad de la entrevista se levanta de un brinco ?y se posa en el brazo de mi sill¨®n, de donde se despide, para volver al suyo, con una palmetada en la espalda! Y eso que la inglesa es ella. Es dif¨ªcil contar esto sin recurrir al uso de la primera persona, tan impropio del periodismo. No volver¨¢ a suceder en lo que queda de texto.
Jeanette Winterson es un poco, como dice su apellido, hija del invierno. Adoptada a los pocos meses de nacer, se cri¨® en una familia evangelista cuya bandera cotidiana era el integrismo religioso. Llegaron a hacerle un exorcismo p¨²blico en su iglesia cuando, de adolescente, descubrieron que era lesbiana. La expulsaron de su casa, durmi¨® en un coche, se busc¨® la vida y nunca dej¨® de leer. ?Cu¨¢l fue el resultado de todo eso? Un mujer de Manchester con 58 a?os que vive en el campo y se levanta y acuesta cada d¨ªa saludando al espejo: ¡°Buenos d¨ªas, Jeanette', me digo; o 'no ha ido del todo mal hoy ?no es cierto?¡±. Y luego deja que sigan durmiendo todo los aparatos que la reclaman y hacen ruido hasta despu¨¦s de comer, cuando ya ha finalizado su jornada, porque ella amanece antes de que claree. ¡°No lo s¨¦, siempre he tenido esta energ¨ªa, como bien, duermo nueve horas, dormir es la clave, y vivo en el campo, donde siempre hay algo que hacer¡±.
En efecto, traducida al agro espa?ol, Winterson ser¨ªa una buena serrana, que lo mismo posa dulcemente sus manos sobre el reques¨®n que sorprende a la le?a con un buen hachazo. Si quieren conocerla, lean sus libros, son ella misma. Lumen publica ahora dos de sus obras tempranas, Fruta prohibida, que escribi¨® con 23 a?os y se hizo una serie para la televisi¨®n, y Escrito en el cuerpo (1992), ambos con ilustraciones de Ana Juan. Y el ¨²ltimo t¨ªtulo El hueco del tiempo, revisitando a Shakespeare. No se pierdan tampoco o la inolvidable biograf¨ªa cuyo t¨ªtulo lo inspir¨® una frase de su madre adoptiva: '?Por qu¨¦ ser feliz cuando puedes ser normal?' (2012). En todos ellos est¨¢ Jeanette en cuerpo y alma y en primera persona.
¡±El dolor no se puede evitar y el idioma tiene que ser su recipiente. El lenguaje hace visible el interior¡±
¡°Al principio de mi carrera quer¨ªa utilizarme a m¨ª misma como personaje de ficci¨®n y que los lectores comprendieran que era yo y que no era yo al mismo tiempo. Y eso lo he mantenido. Pero hay mucho de m¨ª. Y uso la primera persona porque quiero esa voz directa. Yo soy mis libros y mis libros son yo, no hay forma de escapar¡±.
Siempre hay formas, sin embargo. Ella escap¨® de una infancia solitaria en la que hablaba con ¡°gente inexistente¡±, de una madre severa y oscura como una tormenta, de una casa con pocos recursos y de escuelas discriminadoras, de una Iglesia feroz a la que ahora, al cabo del tiempo, reconoce como ¡°otra forma de familia¡±. Y el destilado de todo aquello es una mujer emp¨¢tica que parece haberse criado con siete hermanos, por lo menos.
"Las mujeres ya hemos hecho todo lo que nos han dicho que no pod¨ªamos o no deb¨ªamos hacer"
?Qu¨¦ es la familia, entonces? ?Los amigos? ¡°S¨ª¡±. ?Los gatos? ¡°S¨ª¡±. ?El pasado? ¡°S¨ª¡±. ?La biolog¨ªa? ¡°Tambi¨¦n, pero si pudi¨¦ramos apartarnos un poco de la sangre y la biolog¨ªa convivir¨ªamos mejor, la familia es importante pero todos tenemos un v¨ªnculo primario con alguien que no es de nuestra sangre antes de formar una familia. Y luego la abandonamos para formar otros lazos¡±. El amor es lo importante, dice. ¡°Es lo ¨²nico que altera las cosas, es el motor del mundo¡±. Y el sexo, como se infiere de la lectura de sus libros.
"Pasamos toda la vida aprendiendo, siendo m¨¢s sabios y m¨¢s buenos y justo entonces, nos morimos. Qu¨¦ sentido tiene esto?"
Tambi¨¦n est¨¢ la religi¨®n, presente en su obra con una fuerza dolorosa. ?Creer¨¢ en Dios esta mujer que le dio una patada a tantas cosas para caminar libre de ataduras morales? ¡°No lo s¨¦, no s¨¦ si creo en esa fuerza organizadora superior, no lo s¨¦, pero no me preocupa en absoluto, no tengo miedo a morir. Si no hay otra vida, yo ya me he re¨ªdo en esta; y si la hay, pues una nueva aventura¡±. ?Querr¨ªa que la hubiera? ¡°?Por supuesto!¡± A punto ha estado de saltar otra vez del sill¨®n. Pero no, serenamente ofrece esta reflexi¨®n sobre el m¨¢s all¨¢: ¡°Lo que no termino de entender es por qu¨¦ pasamos toda la vida aprendiendo, siendo m¨¢s sabios y creo que tambi¨¦n m¨¢s buenos a medida que envejecemos y justo entonces, vamos y nos morimos. ?Qu¨¦ sentido tiene esto?¡ Bueno Donald Trump no ha aprendido mucho", dice sin que nadie le pregunte por ¨¦l.
No desperdicia una para defender sus causas. El feminismo, por ejemplo, que tambi¨¦n invade sus l¨ªneas. ¡°Las mujeres ya hemos hecho todo lo que nos han dicho que no pod¨ªamos o no deb¨ªamos hacer. Hemos le¨ªdo toda nuestra vida libros escritos por hombres pero ellos no leen los que escribimos nosotras. No les interesa lo que escribimos. Quiz¨¢ a los m¨¢s j¨®venes..? Cada vez que alcanzamos una meta nos ponen otra; nos dicen, por ejemplo, que no podemos conciliar la vida laboral y la maternal. Y no es cierto¡±.
Pero seguro que cada ma?ana le dice al espejo lo mucho que han avanzado las mujeres, ?verdad? ¡°S¨ª¡±, se r¨ªe. ¡°Les digo: 'mirad cu¨¢nto hemos conseguido, hasta d¨®nde hemos llegado, es maravilloso; y veo tantas j¨®venes que toman la causa del feminismo...¡±.
Esta mujer en¨¦rgica de piel blanca, pelo rizado, botines y ausencia de maquillaje, la que regala al mundo una sonrisa por las ma?anas y al despedir el d¨ªa, ha sufrido mucho. El dolor cala en la lectura, sorprende un golpe de crudeza al pasar la p¨¢gina, est¨¢ escondido en muchos p¨¢rrafos. Y el humor es su mejor pareja. Sorprende la capacidad para zanjar una situaci¨®n terrible con un buen chiste, esa flema inglesa de la que hablan. "El humor es importante en los momentos dolorosos. Quiero conectar con las emociones de los lectores, que es lo que trata de hacer todo arte, acercarse a los sentimientos, que la gente sienta algo en una situaci¨®n determinada, porque cuando lloran no lloran por m¨ª, lloran por ellos mismos. Pero el dolor no se puede evitar y el idioma tiene que ser contundente para contenerlo, como un recipiente. Las palabras son contenedores, el lenguaje hace visible el interior¡±.
La religi¨®n, la familia, el amor, el dolor. ¡°Virginia Woolf dec¨ªa que las mujeres tenemos que escribir de lo que encaje con nosotros¡±. Estos son los temas de Jeanette Winterson. Si quieren hablar con ella, lean sus libros.
Babelia
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