¡®Las malcogidas¡¯, una pel¨ªcula que replantea la imagen de lo diferente
El filme boliviano, que fue elogiado en el Bafici, ha visto la luz despu¨¦s de siete a?os de realizaci¨®n
Un hombre, de unos 60 a?os, se acerca algo t¨ªmido a la boleter¨ªa del cine y, casi susurrando, pide una entrada para ¡°la pel¨ªcula boliviana¡±. La dependiente le responde: ¡°?Las malcogidas?¡±. El sexagenario mira alrededor, un tanto avergonzado, y responde en el mismo tono: ¡°S¨ª, esa¡±. El t¨ªtulo del filme ha generado susceptibilidad entre productores, p¨²blico y periodistas desde que comenz¨® a gestarse hace siete a?os. Ese ¡°falso pudor¡±, que viene acompa?ado de ¡°risitas inc¨®modas¡±, ha sido generalizado tambi¨¦n en otros pa¨ªses por la incomodidad que todav¨ªa generan algunos t¨¦rminos, seg¨²n cuenta la directora Denisse Arancibia. En su segundo largometraje, la realizadora boliviana pretende replantear la imagen de lo diferente y romper el tab¨² sobre temas que todav¨ªa son pol¨¦micos en Latinoam¨¦rica y en el mundo: transexualidad, placer sexual y sobrepeso.
Para Arancibia no fue un camino de rosas llegar hasta el estreno comercial de su segunda pel¨ªcula, la primera en la que figura sola en la silla de direcci¨®n. Sin embargo, el camino de Las malcogidas vino cimentado por un estreno mundial previo en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), donde fue catalogada como una de las siete pel¨ªculas recomendadas de dicha cita cinematogr¨¢fica, recibiendo muy buenas cr¨ªticas. Tambi¨¦n obtuvo el premio LaboDigital en Ventana Sur, en Argentina, adem¨¢s de un incentivo del primer foro de coproducci¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, en Espa?a.
En su nuevo proyecto, Arancibia -que tambi¨¦n hace de protagonista- nos presenta a Carmen, una mujer con sobrepeso que busca tener su primer orgasmo, mientras debe lidiar con una abuela narcol¨¦ptica (tambi¨¦n llamada Carmen) que la presiona para bajar de peso y casarse, y con un hermano transexual (que se rebautiza como Karmen) urgido por hacerse una operaci¨®n de cambio de sexo. El filme parte de estereotipos, pero no para reforzarlos, sino al contrario, para sacarlos de esa concepci¨®n com¨²nmente aceptada. ¡°Hay que plantear personajes que sean tan complejos como el espectador. En el momento en que ves a un personaje tan complejo como t¨² mismo, te sales del estereotipo y te identificas mucho m¨¢s¡±, explica la directora.
Hay que plantear personajes que sean tan complejos como el espectador
Para la realizadora de 35 a?os, el filme es muy ¨ªntimo y personal. Si bien no es una pel¨ªcula autobiogr¨¢fica, Arancibia ha vivido en carne propia la discriminaci¨®n por su peso y por los roles de g¨¦nero ¨Cestar soltera, casarse, tener hijos¨C que se les impone a las mujeres; adem¨¢s de experimentar muy de cerca, a trav¨¦s de familiares y amigos, el ataque a personas con diferente opci¨®n sexual. ¡°No tengo miedo de que se relacione todo eso con mi vida personal. No s¨¦ exactamente d¨®nde empieza la ficci¨®n y d¨®nde termina la realidad, y tampoco lo quiero identificar. Creo que me gusta que se mezcle y que sea esta amalgama de verdades y mentiras m¨ªas¡±, afirma Arancibia.
Una de las principales inquietudes de la tambi¨¦n guionista fue replantear el imaginario f¨ªsico que se tiene de la mujer en la pantalla. Hizo a un lado los est¨¢ndares establecidos que se tiene de las protagonistas y se atrevi¨® a quitarle el estigma a hablar del placer sexual de la mujer como un derecho humano. ¡°No nos permitimos relacionar la palabra placer con la palabra mujer. Al hombre se le permite sentir placer sexual solo por el placer, a la mujer se le estigmatiza la sexualidad de la mano de la maternidad. Cuando las mujeres empezamos a hablar de nuestros cuerpos y de nuestros placeres como un derecho suelto, choca mucho. Todav¨ªa vivimos en sociedades muy conservadoras¡±, precisa Arancibia.
Los antih¨¦roes que ha creado Arancibia, personajes pensados ¡°contrarios a la norma¡±, funcionan dentro de un h¨ªbrido entre comedia ¨¢cida y musical. La directora dice que el g¨¦nero del filme, junto a la premisa de la figura de la mujer y el t¨ªtulo, son tres elementos que nunca estuvieron en negociaci¨®n. Considera que su largometraje no hubiera funcionado en otro tono, como el dram¨¢tico, ya que hubiera resultado en una pancarta, algo que, seg¨²n explica, quer¨ªa evitar.
Arancibia no solo cuida los temas de fondo en su pel¨ªcula, tambi¨¦n los narrativos. La m¨²sica, compuesta por varias versiones de canciones de rock argentino de los ochenta, forma parte esencial del filme y no solo como una decoraci¨®n. ¡°Desde que empec¨¦ con el guion, escrib¨ª las escenas con la m¨²sica en play. Escuchaba las canciones e iba construyendo las acciones de los personajes en funci¨®n de lo que me generaba la m¨²sica, y viendo c¨®mo involucrarla directamente¡±, a?ade Arancibia.
La directora ve con buenos ojos los comentarios que se han generado sobre la pel¨ªcula durante su estreno comercial en este pa¨ªs. Dice que hay personas que se identifican con las problem¨¢ticas, con los personajes, y, al mismo tiempo, hay respuesta de la gente censurando. A¨²n no se ha definido a qu¨¦ festivales o mercados internacionales asistir¨¢ la producci¨®n, sin embargo, el debate es saludable para Las malcogidas de cara alp¨²blico que a¨²n le falta por llegar.
Babelia
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