Adri¨¤, el otro
Un documental muestra el proceso creativo del chef Albert Adri¨¤, el hermano peque?o de Ferran, que en apenas dos a?os abri¨® seis restaurantes
Ferran Adri¨¤, el genio. El renovador. El mes¨ªas de la nueva cocina. El mejor chef de la historia. El creador que impuls¨® la comida al siglo XXI, el que levant¨® el mito de elBulli. Una sombra que parecer¨ªa oscurecer todo a su paso. Sin embargo, de elBulli y sus esencias han salido grandes cocineros, que absorbieron sus ense?anzas y esparcieron su doctrina. Y muchos de ellos hablaban de la figura secreta que se escond¨ªa en aquel restaurante de una remota cala de Roses: su hermano peque?o, siete a?os menor, Albert Adri¨¤.
El cierre elBulli supuso una liberaci¨®n. Para Ferran. Y para Albert. Dos veces le ofrecieron su hermano y su socio, Juli Soler, convertirse en el tercero de la sociedad. Y rechaz¨® las dos veces la propuesta. ?l quer¨ªa hacer su propio vuelo, y eso es lo que cuenta el documental Constructing Albert, de Laura Collado y Jim Loomins. En 2013 Albert Adri¨¤ fue considerado el chef m¨¢s infravalorado del mundo, y el filme levanta testimonio de su crecimiento, de c¨®mo encara abrir en poco m¨¢s de a?o y medio cinco restaurantes y acaba su recorrido con Enigma, el local en el que resume toda su ambici¨®n creativa. "Vista la pel¨ªcula, le entrar¨¢ estr¨¦s al espectador, es cierto", bromea Adri¨¤ en San Sebasti¨¢n, donde el documental se ha proyectado dentro de la secci¨®n Culinary Zinema. "Pero es que resume cuatro a?os en 90 minutos, y han decidido seguir esa l¨ªnea argumental".
En Constructing Albert, Adri¨¤ insiste ante sus cocineros en una ense?anza de elBulli: "El error te lleva al camino correcto. Yo estaba muy c¨®modo con Ferran tomando la ¨²ltima decisi¨®n, hasta que en un momento de la vida decid¨ª ser yo quien fuera el jefe. Tampoco se me escapa el lado empresarial. Tengo 230 empleados en Barcelona, pienso en ellos todos los d¨ªas. Pero como se me escucha en pantalla, yo hago y deshago, construyo y destruyo. Yo no uso mucho la palabra para defender mis acciones, sino que hago cosas para refrendar mi palabra". Y por eso en el filme no para de crear platos, de probar, tambi¨¦n de dar cierta libertad a sus compa?eros de fogones (si es que quedan fogones en las cocinas del siglo XXI). Por encima de todo, creatividad y movimiento. "He aprendido que soy m¨¢s productivo para mi empresa cocinando y y¨¦ndome a casa a las diez de la noche".
Porque en el fondo, Adri¨¤ confiesa su deseo oculto: "Yo lo que quiero es cocinar, lo que ocurre es que en pantalla parece que estoy abriendo restaurantes. Bueno, lo hicimos del tir¨®n para aunar esfuerzos en las obras, en las peticiones de licencias, aprovechar sinergias y materiales...". Los documentalistas mientras iban rodando, esforz¨¢ndose y pidiendo dinero por crowdfunding para seguir los pasos del cocinero, que ha viajado a m¨¢s de 80 pa¨ªses. "Me gusta que el poco presupuesto les llevara a hacer un retrato m¨¢s intimista, con la c¨¢mara pegada a m¨ª".
Los Adri¨¤ cuentan en Constructing Albert: "Nuestro l¨ªmite es elBulli". Albert se explica: "Cuando yo me fui de elBulli ya sab¨ªa que Ferran iba a cerrarlo, que ten¨ªamos que matar a la bestia. Mi hermano mayor dijo que a los 50 se retirar¨ªa, y lo cumpli¨®. S¨¦ que a ¨¦l le preocupaba qu¨¦ pasar¨ªa conmigo. Sobre todo, por lo que la gente podr¨ªa esperar de m¨ª. Yo no llegu¨¦ a pensar mucho en ello, y me lanc¨¦ a abrir restaurantes porque surgi¨® as¨ª". En un momento, en el filme se ve a Albert delante de un mamotreco met¨¢lico en mitad de la taquer¨ªa, y se da cuenta del error arquitect¨®nico y de planificaci¨®n culinaria. "Fue terror¨ªfico. Atentaba directamente contra la cuenta de explotaci¨®n. Fue culpa m¨ªa, porque me confi¨¦ mucho. Llevaba cuatro abiertos y no le prest¨¦ la atenci¨®n adecuada. Y cada d¨ªa sigo vi¨¦ndolo ah¨ª, todos los d¨ªas".
Sobre la presi¨®n de las estrellas Michelin, la renuncia reciente de varios cocineros de ese reconocimiento, Adri¨¤ lo tiene claro: "Todas las clasificaciones no tienen sentido, a no ser que las encabeces [risas]. Yo no cocino buscando reconocimientos, yo cocino para llenar mis locales. Tengo que pagar a mis empleados. Las estrellas hacen ilusi¨®n, pero ya est¨¢. No puedes volverte loco busc¨¢ndolas o defendi¨¦ndolas".
?Es Albert Adri¨¤ el guardi¨¢n del legado de elBulli? "Si el legado es abrir caminos, no parar, desde luego. Yo en Enigma espero que el cliente al d¨ªa siguiente se levante y reflexione sobre el mundo de la gastronom¨ªa. Estoy en ello".
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