Daito Manabe, el hombre que hac¨ªa bailar a los robots
El m¨²sico y estrella mundial de la creaci¨®n digital habla en Pamplona sobre las fronteras entre arte y ciencia
Hacer danza contempor¨¢nea con robots y drones, convertir zapatillas de deporte en mezcladores de audio, traducir a m¨²sica las se?ales el¨¦ctricas del cuerpo humano, crear gigantescos espect¨¢culos interactivos y virtuales como el de la clausura de los Juegos de R¨ªo y montar los shows de m¨²sicos como Bj?rk, Lang Lang o Ryuichi Sakamoto son algunas de las ocupaciones cotidianas de Daito Manabe.
Este compositor, artista digital y DJ japon¨¦s de 41 a?os vive en un mundo extra?o en el que nada llega a ser del todo ciencia ni nada es exactamente arte¡ o quiz¨¢ todo es ambas cosas a la vez en el alocado puzle tecnol¨®gico-creativo que propone en sus intervenciones. Y puede que eso tenga que ver con su doble titulaci¨®n profesional: licenciado en Programaci¨®n Sensorial Din¨¢mica por la Academia Internacional de Medios de Comunicaci¨®n y Ciencia y en Ciencias Exactas por la Universidad de la Ciencia de Tokyo. Eso, adem¨¢s de amante incondicional de Picasso, ?ric Satie y Verdi.
¡°La esencia de la ciencia es resolver los problemas. Mi actividad, en cambio, consiste en plantear problemas a trav¨¦s de mis creaciones. ?Si hago arte? Pienso que estoy en un lugar intermedio entre lo cient¨ªfico y lo art¨ªstico, pero estoy m¨¢s cerca del terreno art¨ªstico, s¨ª. Porque el arte plantea problemas, como la filosof¨ªa. Y yo no quiero resolver puzles¡ yo quiero crear puzles¡±, explicaba Daito Manabe el martes durante una conversaci¨®n con este diario en el teatro del Museo de la Universidad de Navarra. All¨ª, y en presencia de cerca de 500 personas que le miraban y escuchaban entre fascinadas y at¨®nitas ¨Centre ellas, una mayor¨ªa de estudiantes- el creador japon¨¦s imparti¨® junto con la core¨®grafa y bailarina nipona Mikiko una clase magistral y proyect¨® algunas de sus m¨¢s celebradas creaciones digital-virtuales.
Con una de ellas, Phosphere, acudi¨® a la ¨²ltima edici¨®n del Festival Sonar de Barcelona: un espect¨¢culo po¨¦tico, inquietante y delirante, en suma. Todo ello poblado de espejos sincronizados, barras de luz, bailarinas, m¨¢quinas de humo, computadoras y arquitecturas algor¨ªtmicas al servicio de la danza y de la m¨²sica. Un montaje que, como la mayor¨ªa de los que dirige Manabe, procede de la factor¨ªa Rhizomatiks, el estudio creado por ¨¦l y otros cuatro socios en 2006 en Tokyo. Un montaje a caballo entre lo real y lo virtual, entre lo que el espectador ve y lo que cree ver.
Entre la ¨®pera y el algoritmo
Daito Manabe, ganador de un largo rosario de premios en festivales de creaci¨®n digital, colabora con artistas como el compositor Ryuichi Sakamoto, el compositor y director de orquesta Andrea Battistoni (en la ¨®pera Othello de Verdi), la cantante islandesa Bj?rk (supervis¨® la producci¨®n de su espect¨¢culo en directo Quicksand) y el pianista japon¨¦s Lang Lang. A principios de este a?o, Manabe firm¨® el montaje de Celestial Frequencies, una obra audiovisual basada en datos y algoritmos, en colaboraci¨®n con el Centro Nacional de Astronom¨ªa y Astrof¨ªsica Jodrell Bank Center de la Universidad de Manchester.
En otro de los shows que proyect¨® y explic¨® en Pamplona, 24 drones, la presencia de las peque?as m¨¢quinas voladoras junto a las cinco bailarinas era un ingrediente m¨¢s del espect¨¢culo. ¡°Exigir a las m¨¢quinas que bailen es dificil¨ªsimo¡±, explicaba Manabe, ¡°pero estamos perfeccionando mucho¡ cada vez es m¨¢s dif¨ªcil saber si esta o aquella coreograf¨ªa la ha creado un ser humano o una m¨¢quina con un programa. Y pronto llegar¨¢ un d¨ªa en el que ser¨¢ imposible saber si el autor ha sido un hombre o una m¨¢quina¡±.
?D¨®nde quedar¨¢, qu¨¦ sentido tendr¨¢ la presencia humana cuando cient¨ªficos con sensibilidad art¨ªstica como Manabe logren que los robots se muevan ¨Co piensen- como el hombre y la mujer? La estrella japonesa, el tipo que se disputan festivales y congresos de medio mundo, medita y prefiere no contestar a eso. Pero reconoce: ¡°En el campo de la danza es m¨¢s complicado, porque las m¨¢quinas de momento crean movimientos artificiales, que se ve que son artificiales. Todav¨ªa no han logrado crear movimientos que parezcan naturales, pero llegar¨¢¡±.
Daito Manabe lleg¨® hace dos d¨ªas a Pamplona tras 28 horas de viaje desde Jap¨®n, y tras su master class en el Museo de la Universidad de Navarra volvi¨® a montarse en el avi¨®n rumbo a¡ Shanghai. Los responsables del MUN, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Jap¨®n, le invitaron para que contara su cruce de cables: un fant¨¢stico cruce de cables entre el arte y la ciencia; entre la m¨²sica, el n¨²mero y el algoritmo.
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