Mi vida como un director de perros

La distancia que separa Mi vida como un perro y Tu mejor amigo es la que hay entre una carrera cinematogr¨¢fica incipiente con todo por decir y la de un director acabado sin nada que contar. Y es una tristeza, pero la cuesta abajo profesional de Lasse Hallstr?m no parece tener fin.

El director sueco, que con Mi vida como un perro (1985), su sexta pel¨ªcula, la epis¨®dica y agridulce odisea vital de un travieso ni?o sin padre y con una madre enferma, y su peregrinaci¨®n por hogares de acogida, el fin de la inocencia y el despertar del placer, lleg¨® a obtener dos candidaturas a los Oscar ¨Dmejor direcci¨®n y mejor guion adaptado¨D, gan¨¢ndose as¨ª el pasaporte para exportar su tono melodram¨¢tico, entre lo social, lo dulce y lo terrible, a muy buenos proyectos del Hollywood de los noventa, ha acabado, ya septuagenario, haciendo un lacrim¨®geno engendro familiar sobre la reencarnaci¨®n de los perros que convierte a la remilgada Siempre a tu lado (Hachiko), de 2009 y tambi¨¦n con coprotagonista canino, en una pel¨ªcula con cierta trascendencia.

Tambi¨¦n epis¨®dica y agridulce, como aquella pel¨ªcula que le llev¨® a poder hacer excelentes obras de artesano de encargo en EE UU ¨DQuerido intruso, ?A qui¨¦n ama Gilbert Grape? y Las normas de la casa de la sidra¨D, Tu mejor amigo, basada en un best-seller de W. Bruce Cameron, es una loa al amor a las mascotas m¨¢s all¨¢ de la vida.

Y de la raz¨®n. Porque entre padres borrachos, lesiones deportivas de por vida y romances que atraviesan el espacio y el tiempo, hay que aguantar un cierto toque 101 d¨¢lmatas para adultos, que en realidad lo que esconde es un Mira qui¨¦n habla con perros. Hallstr?m, que ya ven¨ªa de dos melifluas adaptaciones del novelista rosa Nicholas Sparks ¨DQuerido John y Un lugar donde refugiarse¨D, ha tocado fondo.