El sismo destruye La Esperanza de la catedral de Ciudad de M¨¦xico

En la entrada principal de la catedral de Ciudad de M¨¦xico se ha abierto un socav¨®n. Desde la c¨²spide de la torre central, de m¨¢s de 60 metros de altura, se precipit¨® una de las tres virtudes cat¨®licas, representadas en esculturas humanas que pesan casi seis toneladas: La Fe, en el centro; La Caridad, a su izquierda; y La Esperanza. Esta ¨²ltima se desplom¨® el d¨ªa que tembl¨® la tierra en la capital. Su ca¨ªda provoc¨® un hoyo en la piedra maciza que un mes despu¨¦s sigue a la vista de todos. Acordonado con una cinta amarilla, el templo cat¨®lico m¨¢s imponente y visitado del pa¨ªs ¡ªque se comenz¨® a construir en 1536 y cuya obra dur¨® m¨¢s de 250 a?os¡ª resiste malherido los embates s¨ªsmicos. Los cient¨ªficos han conclu¨ªdo que lo ¨²nico que permanece intacto en aquella torre es La Fe.

Una feligresa que ha acudido a rezar esta ma?ana como cada lunes a la catedral no cree que se trate de una coincidencia: "Eso s¨ª es lo ¨²ltimo que debemos perder. Es una se?al", asienta. En un pa¨ªs donde casi el 83% de la poblaci¨®n se considera cat¨®lica, el monumento m¨¢s importante para la Iglesia nacional se encuentra en riesgo, seg¨²n ha informado el Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), encargado de gestionar la construcci¨®n.

"Ese d¨ªa esto era el mismo infierno", declara un agente de la Polic¨ªa federal que prefiere no dar su nombre. "Todo cruj¨ªa, ve¨ªamos c¨®mo se iban desprendiendo pedazos de las c¨²pulas. Y como no son¨® la alarma s¨ªsmica a tiempo, no pudimos evacuar hasta que hubiera dejado de moverse todo. Aqu¨ª cualquier cosa que se te caiga encima, con su peso, puede matarte", a?ade. Recuerda aquel d¨ªa mientras se?ala unos candelabros gigantes que penden de una cadena."Cuando regresamos, todo estaba lleno de polvo y de restos de los muros", cuenta.

La fachada principal se encuentra cuarteada casi un mes despu¨¦s. Las b¨®vedas se han descascarillado y bajo ellas unos bancos sobrantes del altar se han colocado como per¨ªmetro de seguridad. Si uno mira desde la entrada principal hasta el fondo de la nave, observa sin dificultad una cuesta hacia arriba. La catedral est¨¢ parcialmente hundida. Aunque ya se encontraba en esa fase, al ser construida sobre uno de los lagos de la antigua Tenochtitl¨¢n, los expertos creen que ha podido inclinarse todav¨ªa m¨¢s.

Tras el terremoto del pasado 19 de septiembre, que se cobr¨® m¨¢s de 300 vidas en la capital, se abrieron m¨¢s las grietas que ya ten¨ªa el templo y se crearon da?os nuevos, adem¨¢s del desplome de la figura de La Esperanza, obra del arquitecto Manuel Tols¨¢ en el siglo XIX. Seg¨²n el reporte del organismo se produjeron "fisuras, desfasamiento de dovelas en los arcos y en platabandas de ambas torres, desportillamiento y fractura de sillares, desprendimientos de aplanados y juntas de morteros y ca¨ªda diversos elementos decorativos de los campanarios".

Adem¨¢s, "se activaron grietas hist¨®ricas que ya exist¨ªan en las naves de la catedral, esto incluye la p¨¦rdida de la piedra clave en una de las ventanas laterales de la nave central, desplomes y desfases; p¨¦rdida de verticalidad en algunas pilastras de las columnas, hundimientos y desprendimientos p¨¦treos en el atrio oriente", cuenta el informe del INAH, en el que piden que se tomen "acciones emergentes". Los da?os se han reconocido como estructurales, aunque las autoridades concluyeron en que no hab¨ªa un riesgo inminente de derrumbe y que podr¨ªa seguir siendo visitada, con algunas limitaciones.

"La estabilidad del inmueble est¨¢ asegurada mientras no haya un nuevo sismo o condicionantes que generen vibraciones y aumenten el riesgo", sentenci¨® el arquitecto Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Hist¨®ricos del INAH. Pero nadie puede asegurar que no vaya a producirse otro sismo y el pasado 8 de octubre se llev¨® a cabo un concierto masivo con m¨¢s de 170.000 espectadores saltando y bailando sobre el Z¨®calo capitalino. Sobre aquel evento, el INAH ha reconocido que "no hubo afectaci¨®n adicional" en el edificio.

El hueco que dej¨® La Esperanza observa c¨®mo, a pocos metros, se celebra ahora la Feria Internacional del Libro de la capital, que espera la llegada de un mill¨®n de visitantes. La Caridad se tambalea y La Fe, como un s¨ªmbolo de estos d¨ªas, se mantiene firme. Algunos, por si acaso, rezan para que no vuelva a temblar.