El c¨®mic entra en el Reina Sof¨ªa
El museo acoge la mayor exposici¨®n sobre George Herriman, el autor de ¡®Krazy Kat¡¯, uno de los pioneros de la historieta
Un asunto muy interesante en el ¨¢mbito de la cr¨ªtica cultural es la comparaci¨®n entre las mil y una interpretaciones que ciertas creaciones suscitan¡ y la interpretaci¨®n que de ellas hacen sus propios autores. Por ejemplo, Krazy Kat, la tira c¨®mica que George Herriman public¨® durante m¨¢s de 30 a?os (1913-1944) en diferentes peri¨®dicos estadounidenses, fue y es vista por expertos en artes visuales de todo el mundo como una absoluta obra maestra del c¨®mic y, sobre todo, como un trabajo de complej¨ªsima orquestaci¨®n en la forma y a¨²n m¨¢s complejo mensaje en el fondo. Para George Herriman, en cambio, era ¡°una tira sobre un gato, un rat¨®n y un perro¡±.
Esa doble lectura es una de las vertientes del an¨¢lisis que sobre el legado de Herriman (Nueva Orleans, 1880-Los ?ngeles, 1944) pretenden llevar a cabo los responsables del Museo Reina Sof¨ªa con la extraordinaria exposici¨®n George Herriman. Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat. Un conjunto de 160 piezas entre planchas originales y p¨¢ginas de diarios procedentes de colecciones privadas y museos de EE UU, que permanecer¨¢ abierta hasta el 26 de febrero. Con esta primera y espectacular entrada del c¨®mic en el Reina Sof¨ªa, el museo aspira a ¡°borrar por fin las fronteras entre la alta y la baja cultura¡±, seg¨²n Rafael Garc¨ªa, uno de los comisarios de la muestra y conservador del centro.
El ensayista e historiador de los c¨®mics estadounidense Brian Walker ¡ªel otro comisario¡ª asegura que nunca se hab¨ªa montado en ning¨²n lugar del mundo una muestra tan importante sobre el que fuera uno de los pioneros de la historieta como arte secuencial. Los otros se llamaron Richard F. Outcault (autor del personaje Yellow Kid, en 1895) y Winsor McCay (el padre de Little Nemo all¨¢ por 1905). Los tres, con permiso de otros maestros, revolucionaron desde los peri¨®dicos de magnates de la prensa como Gordon Bennett, Robert Pulitzer y William Randolph Hearst la senda hacia la codificaci¨®n del lenguaje que en un momento dado dio en llamarse c¨®mic, tebeo o historieta, tanto da.
¡°Elegimos a Herriman para introducir el c¨®mic en el museo porque nos parece de lejos el autor que m¨¢s ha influido en las generaciones posteriores, y no solo eso, sino tambi¨¦n en numerosos artistas y escritores¡±, explica Manuel Borja-Villel, director del museo. En efecto, pintores como William De Kooning o Pablo Picasso, escritores como T.S. Eliot o Jack Kerouac (quien dijo que los personajes de Herriman eran directamente ¡°los progenitores de la Generaci¨®n Beat¡±) y cineastas como Frank Capra o Fritz Lang se declararon seguidores de las alocadas criaturas antropom¨®rficas del historietista de Nueva Orleans: el gato (?o gata?) Krazy Kat y sus compa?eros de tira c¨®mica, el rat¨®n Ignatz y el perro Bull Pupp.
La exposici¨®n da cuenta de la vasta misi¨®n de George Herriman: a trav¨¦s de lo aparentemente trivial, contar un mundo. La supuesta ingenuidad de los personajes y sus andanzas contrasta con los telones de fondo que corren por detr¨¢s: una revoluci¨®n en la puesta en p¨¢gina, una tensi¨®n entre lo metaf¨®rico y lo narrativo, abundantes referencias a la literatura cl¨¢sica (muy particularmente a Shakespeare y Cervantes), una ilimitada riqueza expresiva, incluido el uso de varias lenguas a la vez como el ingl¨¦s, el franc¨¦s, el espa?ol, el alem¨¢n o el yiddish, y la posibilidad de diversos mensajes ocultos. Vamos a ellos.
Ciudadano negro
Uno: el mensaje antirracista. George Herriman era blanco¡ pero era negro. Enti¨¦ndase. Descend¨ªa de afroamericanos y, de hecho, 30 a?os despu¨¦s de su muerte, se conoci¨® que en su partida de nacimiento pon¨ªa que era un ciudadano negro. Pero la familia Herriman huy¨® de la muy racista Nueva Orleans en 1890 y se instal¨® en Los ?ngeles. A partir de ah¨ª, la biograf¨ªa del autor de Krazy Kat ser¨ªa la de un hombre blanco. De hecho, su color de piel ni siquiera llegaba al de un mulato. ¡°Si Herriman no hubiese hecho creer que era blanco, nunca habr¨ªa podido publicar tantas tiras durante tantos a?os en tantos peri¨®dicos¡±, sostiene el comisario Brian Walker.
El otro de los posibles mensaje cr¨ªpticos se refiere a la ambig¨¹edad sexual. ?Krazy Kat es un gato o una gata? Herriman nunca lo dej¨® claro. De ah¨ª que muchos acabaran convirti¨¦ndolo en un abanderado p¨®stumo de la causa queer. No est¨¢ demostrado emp¨ªricamente el orgullo gay de George Herriman. ?l, sosten¨ªa, solo hac¨ªa ¡°una tira sobre un gato [O GATA], un rat¨®n y un perro¡±.
Tiburones de la prensa, mecenas del tebeo
Krazy Kat naci¨® como tira c¨®mica el 28 de octubre de 1913 en el New York Evening Journal, peri¨®dico del magnate de la prensa William Randolph Hearst. Antes, el New York World de Robert Pulitzer, en 1895, y el New York Herald de Gordon Bennett, en 1905, hab¨ªan dado a luz, respectivamente, a The Yellow Kid, de Richard F. Outcault, y Little Nemo in Slumberland, de Winsor McCay. Los tres tiburones de la prensa de EE?UU fueron los verdaderos mecenas de los pioneros del c¨®mic. Dos ¨¦xitos suplementarios coronan esta exposici¨®n: la firma de Chris Ware ¡ªuna de las actuales estrellas mundiales del g¨¦nero¡ª en el cat¨¢logo, y la pr¨®xima presencia (20 de diciembre) en el museo de Art Spiegelman, el autor de Maus y el ¨²nico autor de c¨®mic ganador de un Pulitzer.
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Autor: George Herriman.?
Editorial:?Norma Editorial (2013).
Formato: tapa dura (160 p¨¢ginas).
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