La recuperaci¨®n de Roundhouse, un enclave hist¨®rico del rock brit¨¢nico
Jane Beese, la directora musical de la instituci¨®n cultural, participar¨¢ en las jornadas del festival BIME de Bilbao
La Roundhouse, en el barrio londinense de Chalk Farm, nunca hab¨ªa estado tanto tiempo en activo. A mediados del siglo XIX, el edificio funcionaba como tornamesa ferroviaria y m¨¢s tarde fue bodega. Abandonado antes de la Segunda Guerra Mundial, en 1966 el dramaturgo Arnold Wesker reabre un equipamiento donde se escenificar¨¢ la transgresora Oh! Calcutta! La noche inaugural, el 15 de octubre, se lanza el peri¨®dico contracultural International Times con las actuaciones de Pink Floyd y Soft Machine, la presencia de Mick Jagger y Marianne Faithfull, Yoko Ono o Paul McCartney. La Roundhouse ser¨¢ enclave esencial en aquellos d¨ªas gozosos y turbulentos, templo para quienes reh¨²yen una sociedad caduca y gris. Entre otros, act¨²an The Doors con Jim Morrison, Black Sabbath, David Bowie, Rolling Stones o Jimi Hendrix. En los setenta tiene lugar la Greasy Trucker Party, con la m¨²sica de Hawkwind, y m¨¢s importante, el primer concierto europeo de Ramones, hito fundacional para el punk brit¨¢nico. En 1983, los problemas financieros obligan al cierre.
"Cuando de joven viv¨ªa en Camden Town, la Roundhouse era una c¨¢scara vac¨ªa¡¯¡¯, recuerda Jane Beese, actual directora musical de la instituci¨®n y que participar¨¢ en las jornadas profesionales del festival BIME de Bilbao. ¡®¡¯Hasta que nuestro patrocinador Torquil Norman la compr¨® en 1996 y devolvi¨® este espacio cultural a la ciudad. Uno de sus objetivos era ofrecerla a una nueva generaci¨®n. Se reconfigur¨® el espacio principal y se puso en marcha un estudio que consta de veintid¨®s espacios distintos, con tecnolog¨ªa punta, al que puede acceder cualquiera entre los once y los veinticinco a?os, no importa su procedencia geogr¨¢fica. Una vez se ingresa en el programa del Roundhouse Trust, abonando veinte libras de matr¨ªcula, puedes alquilar espacios para componer, ensayar con tu banda o practicar como DJ. Tambi¨¦n puedes unirte a un proyecto educativo en tres ¨¢reas: musical, alocuci¨®n e interpretaci¨®n, y tecnolog¨ªa digital, incluyendo una emisora de radio en Internet. En los ¨²ltimos a?os, una treintena de alumnos se han incorporado a la BBC. Todo un ¨¦xito¡¯¡¯.
La autofinanciaci¨®n del renovado edificio, descrito en los setenta como ¡®¡¯un garaje caluroso y s¨®rdido¡¯¡¯, se nutre del alquiler de espacios y los ingresos del bar, adem¨¢s de donaciones privadas. Desafortunadamente, consecutivos gobiernos brit¨¢nicos han apartado la m¨²sica y el arte de los programas educativos, invalid¨¢ndolos como carrera universitaria. ¡®¡¯Los brit¨¢nicos nunca hemos apreciado nuestro potencial cultural, y no se anima a los j¨®venes a dedicarse a ello¡¯¡¯, lamenta Beese, en cuyo curr¨ªculo destacan sus a?os en el Southbank Center y el festival Meltdown. El Roundhouse Trust ofrece una alternativa a esta situaci¨®n y, pese a no estar homologado como programa educativo, constituye un espacio donde los j¨®venes pueden descubrir y practicar su creatividad. Aspiren a trabajar en una emisora, una agencia de contrataci¨®n, o a ser creativos en la industria musical, se les inculca confianza en si mismos. La oferta es amplia, ¡®¡¯pues detr¨¢s de un m¨²sico est¨¢n un representante, un ejecutivo discogr¨¢fico, un publicista, un abogado. En nuestros locales los j¨®venes pueden aprender esos otros oficios, pues no todos tendr¨¢n ¨¦xito como m¨²sicos¡¯¡¯.
La transformaci¨®n que en la ¨²ltima d¨¦cada ha sufrido la industria musical a manos del gratis total que propici¨® Internet ha favorecido exponencialmente a la m¨²sica en vivo. Beese confirma que las cifras siguen aumentando en el Reino Unido, pues el p¨²blico reconoce en los conciertos y festivales una experiencia por la que merece la pena pagar ahora que los discos sobreviven como anticuados fetiches. Sin embargo, esa misma gratuidad de la m¨²sica se ha convertido en un obst¨¢culo para los nuevos talentos. ¡®¡¯Recientemente una artista me confes¨® que solo pod¨ªa ocupar una peque?a porci¨®n de su tiempo componiendo¡¯¡¯, desvela Beese. ¡®¡¯El resto lo ocupa en buscar actuaciones y atender las redes sociales. Nuestra labor consiste en darles un respiro a esos artistas j¨®venes para que tengan tiempo de crear, componer m¨²sica, dise?ar portadas, en vez de estar ocupados siendo sus propios empresarios¡¯¡¯.
La participaci¨®n de Beese en las jornadas del BIME se centrar¨¢ en la importancia de una sala de conciertos como espacio cultural consciente de su entorno. ¡®¡¯Soy afortunada al trabajar en una instituci¨®n volcada en la comunidad, con muchas conexiones locales, que adem¨¢s fomenta el desarrollo de talentos¡¯¡¯, concluye. ¡®¡¯Es ah¨ª donde est¨¢ nuestro futuro¡¯¡¯.
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