Lutero: Las 95 tesis que revolucionaron Europa
La Reforma fue el antecedente necesario de la Ilustraci¨®n y la Contrarreforma cerr¨® Espa?a al mundo moderno
Si la sangrienta historia religiosa de Europa se pudiera medir por c¨®mo se han celebrado los centenarios de Mart¨ªn Lutero (Eisleben, Alemania, 1483-1546), este del 31 de octubre de 2017 no puede ser m¨¢s pac¨ªfico y ecum¨¦nico. Se conmemora el 500 aniversario de la Reforma protestante que el monje agustino lanz¨® clavando tal d¨ªa como hoy sus famosas 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg y hasta el papa Francisco se ha unido a los festejos colocando una estatua en el Vaticano del (hasta hace poco) mayor de los herejes cristianos. Fue con motivo de un encuentro de l¨ªderes cat¨®licos y luteranos en el aula Pablo VI, en octubre del a?o pasado. Aunque la instalaci¨®n era temporal, el gesto result¨® impresionante. Francisco tambi¨¦n viaj¨® entonces a Suecia para participar con el presidente de la Federaci¨®n Luterana Mundial, Munib Younam, en la apertura del ¡®a?o Lutero¡¯ en una ceremonia oficiada en la catedral luterana de Lund. Estas son algunas claves para entender este centenario de la Reforma.
Lutero. Karl Jaspers escribi¨® que Lutero forma parte de los ¡°hombres decisivos de la humanidad, el primer descubridor de la subjetividad¡±. Tachado durante siglos como el peor de los herejes, con brutales execraciones, entre quienes han rehabilitado a Lutero abundan te¨®logos cat¨®licos de la talla de Yves Congar. ¡°Es uno de los mayores genios religiosos de la historia, al mismo nivel que san Agust¨ªn y santo Tom¨¢s de Aquino¡±, dijo.
Wittenberg. A orillas del Elba, Wittenberg era en 1517 la capital del ducado de Sajonia, una ciudad pr¨®spera gracias al comercio y a sus riquezas mineras. Hoy tiene apenas 50.000 habitantes y vive sobre todo del turismo que atrae la fama de su hu¨¦sped m¨¢s famoso. Lutero era profesor de su universidad cuando lanz¨® sus tesis reformistas despu¨¦s de atravesar por una crisis espiritual que le llev¨® a concebir una nueva fe mientras estaba sentado haciendo sus necesidades en el retrete.
Reforma. El gran reformador cont¨® c¨®mo se produjo la conversi¨®n, pero la suya no fue una pataleta. A principios del siglo XVI, todas las personas importantes dentro de la Iglesia estaban clamando por reformas. Hab¨ªa corrupci¨®n. Los puestos eclesi¨¢sticos se pod¨ªan comprar y vender. Muchos sacerdotes eran ad¨²lteros, borrachos e ignorantes de las Escrituras. Maquiavelo lo escribi¨® de manera brutal: ¡®Nosotros los italianos somos m¨¢s irreligiosos y corruptos que otros, porque la Iglesia romana nos ha dado el peor ejemplo¡¯.
Cisma. Aquella noche de hace 500 a?os germin¨® el segundo gran cisma de la cristiandad, despu¨¦s de la separaci¨®n en 1054 de cat¨®licos y ortodoxos. Lutero abr¨ªa, adem¨¢s, nuevas maneras de ver el mundo. La Reforma marc¨® la historia de Europa y Estados Unidos.
Indulgencias. ¡°Los justos vivir¨¢n por la fe¡±, fue la divisa evang¨¦lica de Lutero. No quiso fundar una nueva Iglesia sino debatir sobre pr¨¢cticas condenables en el papado romano. ¡°La gracia y la misericordia de Dios son gratuitas¡±, dijo contra las indulgencias, es decir, contra la compra de bulas papales que absolv¨ªan pecados siempre que se pagase dinero para dar m¨¢s lustre y lujos a la bas¨ªlica de San Pedro. Sostiene Lutero: ¡°Predican que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando del purgatorio. Solo es lucro y avaricia. ?Por qu¨¦ el Papa, cuya fortuna es hoy m¨¢s abundante que la de los m¨¢s opulentos ricos, no construye la bas¨ªlica con su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?¡±
Protestantismo. Con el cristianismo evang¨¦lico (luteranismo) surge una nueva forma de relaci¨®n con Dios, pero tambi¨¦n una revoluci¨®n de la estructura social y la construcci¨®n pol¨ªtica. Lutero predica la libertad de creencia y, en consecuencia, la libertad de pensamiento. Los protestantes creen que la salvaci¨®n no depende de las obras sino de la fe. Solo tienen dos sacramentos, el bautismo y la eucarist¨ªa.
Biblia. Sapere aude.Ten el valor de usar tu propia raz¨®n. Con latraducci¨®n de la Biblia al alem¨¢n, una gran haza?a literaria, Lutero asum¨ªa uno de los retos de la Ilustraci¨®n, que tanto ha ofendido al Vaticano: que la gente normal aprendiera a leer y a pensar, adem¨¢s de a disfrutar de la Biblia en su propio idioma, sin tutelas o censuras papales.
Contrarreforma. Si la Reforma fue el antecedente necesario de la Ilustraci¨®n y el comienzo del mundo moderno, la Contrarreforma cierra Espa?a al mundo moderno. Ocurri¨® pese a que el emperador Carlos V fue un protector de Lutero, a quien Roma quer¨ªa quemar vivo cuanto antes. La escena es famosa. Lutero se presenta frente al joven emperador en la Dieta de Worms (28 de enero de 1521) y mantiene su doctrina con la famosa respuesta ¡°No puedo de otra manera¡±.
Inquisici¨®n. Se discute si la Inquisici¨®n fue en Espa?a mucho m¨¢s brutal que en el resto de Europa, que ya es decir. El catolicismo espa?ol no aparece en la Europa del siglo XVI con los esplendores que reivindica la Contrarreforma. Esto dice Marcel Bataillon en un imponente ¡®Erasmo y Espa?a¡¯: ¡°Se ha observado con mucha raz¨®n que la severidad misma de la represi¨®n inquisitorial es interpretada fuera de Espa?a como se?al de que los espa?oles necesitan violencia para ser cristianos¡±.
Cisneros. El cardenal Cisneros, dos veces regente, confesor de Isabel la Cat¨®lica y arzobispo de Toledo, reform¨® a fondo la orden franciscana, a la que pertenec¨ªa, y era consciente de la necesidad de cambios profundos en toda la Iglesia romana. Muri¨® cuando viajaba hacia Valladolid para deponer su regencia en manos de Carlos V. Era admirador de Erasmo, que no acept¨® su invitaci¨®n para trabajar a su lado en Alcal¨¢ de Henares, pero no lleg¨® a tener noticia de la reforma propuesta por Lutero. Muri¨® solo ocho d¨ªas despu¨¦s de que el monje alem¨¢n lanzase sus 95 tesis.
Erasmo. Lutero y Erasmo coincid¨ªan en sus reflexiones sobre la libertad, la religi¨®n y la ¨¦tica. Cuando medio mundo quer¨ªa quemar a Lutero, Erasmo, el gran humanista del momento, se neg¨® a elegir entre Roma y el reformador protestante. ¡°Ni solidaridad con Lutero, ni guerra contra ¨¦l. Soportar¨¦ esta Iglesia hasta que encuentre una mejor¡±, proclam¨®. Era una opci¨®n prudente, aunque ello no impidi¨® que la Inquisici¨®n quemara a algunos de sus seguidores en Espa?a. Le dijeron una vez a Erasmo: ¡°Usted puso el huevo y Lutero lo empoll¨®¡±. Respondi¨®: ¡°S¨ª, pero yo esperaba un pollo de otra clase¡±.
Saco de Roma. La larga inquina entre el emperador Carlos V y el papado a prop¨®sito de Lutero y, sobre todo, por cuestiones de poder, culmin¨® el 6 de mayo de 1527 con el terrible ¡®saco de Roma¡¯ por tropas al mando del duque de Borb¨®n. Se ha dicho que los reyes de Espa?a fueron (son) m¨¢s papistas que el Papa para hacerse perdonar aquel episodio de pillaje y muerte en el coraz¨®n del Vaticano.
Espa?a. El protestantismo lleg¨® pronto a Espa?a, en los primeros a?os del reinado de Felipe II. La Inquisici¨®n se emple¨® a fondo, con brutalidad extrema, para impedir su expansi¨®n, con varios autos de fe y quema de herejes en Sevilla y Valladolid en 1559 y 1560. Felipe II llega a decir que prefer¨ªa dejar de ser rey a reinar sobre herejes.
Jesuitas. El viaje de Francisco a Suecia para asistir a la apertura del ¡®A?o Lutero¡¯ fue todo un s¨ªmbolo porque quien da el paso por la parte de Roma es nada menos que un jesuita, la congregaci¨®n que combati¨® en primera fila aquella reforma tomando incluso un nombre militar (la Compa?¨ªa de Jes¨²s). Hubo guerras y una divisi¨®n de la Europa cristiana en varios bandos. El conflicto fue religioso, pero tambi¨¦n pol¨ªtico. Las v¨ªctimas fueron los pueblos. ¡®Cuius regio, eius religio¡¯, es decir, la religi¨®n del rey ser¨¢ la religi¨®n de sus s¨²bditos, fue una manera de sobrevivir.
Excomuni¨®n. Roma dud¨® sobre la necesidad de castigar a Lutero, famoso muy pronto en toda Europa. Finalmente, las 95 tesis fueron condenadas por Le¨®n X el 15 de junio de 1520 por la bula Exsurge Domine y Lutero excomulgado al a?o siguiente. Se discute si Francisco prepara una rehabilitaci¨®n. El Vaticano no podr¨¢ levantar la excomuni¨®n al fraile agustino (eso solo puede hacerse en vida), pero s¨ª reconocer que las intenciones del famoso fraile no estaban erradas.
Mujeres. ¡°El protestantismo no es m¨¢s que la religi¨®n de los curas que se casan¡±, escribi¨® con su habitual frivolidad Men¨¦ndez Pelayo. Fue un abanderado del pensamiento cat¨®lico tradicional frente a la Reforma, a la que desprestigia una y otra vez en la Historia de los Heterodoxos¡¯. Lo cierto es que la mujer represent¨® un papel muy importante en la Reforma ya en vida de Lutero, entre otras su esposa, la monja cisterciense Catalina de Bora. Tuvieron seis hijos. Hoy abundan en las Iglesias evang¨¦licas mujeres que ostentan el cargo de obispos o importantes puestos de direcci¨®n, mientras la Iglesia romana las mantiene en la marginaci¨®n.
Babelia
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