Cartas de Unamuno, historia de Espa?a
La Universidad de Salamanca edita el epistolario del escritor y pensador con grandes personajes de la cultura y la pol¨ªtica espa?olas entre 1880 y 1936
Asumiendo sin complejos la fatalidad de una adicci¨®n sin remedio ¡ªepistoloman¨ªa la llam¨® ¨¦l¡ª, Miguel de Unamuno escribi¨® cartas durante toda su vida. Miles. Era una fiebre, no pod¨ªa dejarlo. Empez¨® all¨¢ por 1880, cuando apenas contaba 15 a?os: ¡°Hastiado de cuanto me rodea y me sofoca, m¨¢s de una vez me he perdido en mis sue?os locos en el fondo de mi esp¨ªritu, esp¨ªritu sin l¨ªmites y cerrado de murallas escarpadas¡±. Solo 15 a?os pero ya ven¨ªan avisando la angustia y el sentimiento tr¨¢gico de la vida. Y termin¨® tan solo porque la muerte vino a buscarlo una Nochevieja del 36 mientras merendaba en su casa de la calle de los Bordadores de Salamanca.
La pareja de hispanistas y profesores franceses Colette y Jean-Claude Rabat¨¦ han empleado m¨¢s de cinco a?os de trabajo en el monumental proyecto editorial que ahora llega a las librer¨ªas: Miguel de Unamuno. Epistolario (Ediciones Universidad de Salamanca). Se trata de una obra compuesta de ocho vol¨²menes y casi 8.000 p¨¢ginas con cerca de 3.000 cartas y un imponente aparataje de notas, ¨ªndices y referencias bibliogr¨¢ficas.
Una obra que supone varias cosas. Primero, una aut¨¦ntica biograf¨ªa paralela en lo sentimental, lo intelectual y lo pol¨ªtico del viejo rector salmantino y autor de libros como Amor y pedagog¨ªa, Niebla, La t¨ªa Tula o San Manuel Bueno, m¨¢rtir. Segundo, una impagable galer¨ªa de personajes ¡ªescritores, profesores, pintores, pol¨ªticos, fil¨®sofos, amigos an¨®nimos¡¡ª a lo largo de m¨¢s de medio siglo. Y tercero, una Historia de Espa?a subjetiva, en lo que va desde las consecuencias de las terceras guerras carlistas hasta el estallido de la Guerra Civil.
El primer volumen acaba de salir de la imprenta. Retrata, a trav¨¦s de un corpus cronol¨®gico de 303 cartas, al escritor y pensador en ciernes. Pero no solo se le presenta al lector la semblanza del intelectual, sino tambi¨¦n la de la persona. Cartas familiares, ¨ªntimas, privadas¡ o p¨²blicas, ep¨ªstolas abiertas que estallan en diatriba y controversia en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos, confesiones espirituales, explosiones pol¨ªticas.
Son las cartas de un joven que ya se va colocando al margen de las ideas dominantes en la Espa?a finisecular. Dicho en rom¨¢n paladino: es el legado, escrito a plum¨ªn encastrado en bamb¨² y sobre octavillas de papel amarillento, de un tipo siempre a la contra que asumi¨® lo inc¨®modo de tal condici¨®n, tambi¨¦n conocida como incorrecci¨®n pol¨ªtica. Socialista, desencantado del socialismo, simpatizante anarquista ¡ª¡°soy un anarquista conservador¡±, dec¨ªa¡ª, cristiano y creyente aunque no cat¨®lico, defensor primero de la sublevaci¨®n franquista y luego implacable fiscal de la represi¨®n fascista¡ rector de universidad, diputado, republicano de derechas y hasta enemigo declarado de los cors¨¦s ling¨¹¨ªsticos impuestos por la RAE¡ todo eso fue Unamuno.
Colette y Jean-Claude Rabat¨¦ llevan estudiando su obra y su vida desde hace un cuarto de siglo, privilegiando la dimensi¨®n pol¨ªtica del intelectual y rescatando textos olvidados (art¨ªculos period¨ªsticos, discursos, cartas). Todo ese material fue la base de la monumental biograf¨ªa de 800 p¨¢ginas que sobre el escritor bilba¨ªno publicaron en 2009 en la editorial Taurus.
Los dos responsables de esta edici¨®n han recorrido bibliotecas, archivos, fundaciones y colecciones privadas de Espa?a, Francia, Alemania¡ Para ellos, lo m¨¢s destacable ¡°aparte de la cantidad de las cartas, es la calidad de su escritura, la extraordinaria cultura de un hombre que desde joven se dirigi¨® a la flor y nata de la intelectualidad pol¨ªtica y cultural de Espa?a y pronto de Europa, sin olvidar Hispanoam¨¦rica¡±.
Relaciones complicadas
Este primer volumen del epistolario de Unamuno (1880-1936) incluye correspondencia con personalidades como Clar¨ªn, Rafael Altamira, Gald¨®s, Joaqu¨ªn Costa, Giner de los R¨ªos, ?ngel Ganivet¡ y Rub¨¦n Dar¨ªo. Lo menos que puede decirse es que entre el catedr¨¢tico de Salamanca y el autor de Azul no fue un intercambio especialmente amable. Empiezan a cartearse en 1899, tras el segundo viaje de Dar¨ªo a Espa?a. Enseguida, Unamuno critica las ¡°complicaciones modernistas¡± y las ¡°sensualidades cerebrales¡± de la poes¨ªa del escritor nicarag¨¹ense.
De las 303 cartas de esta primera entrega, 64 son in¨¦ditas. Y entre ellas, destacan las 26 dirigidas por Unamuno al periodista Francisco Fern¨¢ndez Villegas (director del diario La ?poca), que proporcionan datos muy valiosos del escritor acerca de su postura ante las guerras coloniales. Unamuno era un antimilitarista y un anticolonialista convencido que abjuraba de patrioterismos trasnochados. El Desastre del 98 no fue para ¨¦l m¨¢s que la cr¨®nica de un dislate anunciado. Desde el principio de la guerra con Cuba, ¨¦l fue uno de los escasos intelectuales favorables a la independencia total de la isla. Ya en 1895, y en una carta dirigida a su amigo el fil¨®logo Pedro de M¨²gica, escribe: ¡°Merecemos perder las colonias m¨¢s que por crueles (que lo somos) por imb¨¦ciles y soberbios¡±.
De hecho, el 12 de octubre de 1936, en el famoso incidente del Paraninfo de la Universidad de Salamanca, Mill¨¢n Astray salta echando espuma por la boca cuando Unamuno resalta la figura del revolucionario filipino Jos¨¦ Rizal. Es entonces cuando el legionario tuerto le grita al rector de la Universidad: ¡°?Abajo la inteligencia, viva la muerte!¡±. A lo que Unamuno opone el ya celeb¨¦rrimo ¡°?Vencer¨¦is pero no convencer¨¦is!¡±. Apenas vivi¨® dos meses m¨¢s, tras haber sido destituido como rector por Franco.
Archivo del Museo
¡°Llama la atenci¨®n que los franquistas no le tocaran un pelo¡±, reflexiona Ana Chaguaceda, directora de la Casa-Museo Unamuno de Salamanca, que explica: ¡°Hay expertos que sostienen que no se atrevieron a meterle mano por el l¨ªo que se hab¨ªa montado al asesinar a Lorca". El archivo de la Casa-Museo es el principal depositario de las cartas escritas por Unamuno y a Unamuno. De las remitidas por sus corresponsales se conservan en torno a 20.000, y unas mil de las que ¨¦l remiti¨®. Es, evidentemente, uno de los caladeros en los que Colette y Jean-Claude Rabat¨¦ m¨¢s investigaron de cara a su proyecto. La directora del centro y su colaborador Francisco Javier del Mazo, uno de los guardianes del legado unamuniano, a¨²n se emocionan cuando deslizan entre sus dedos la carta de una mujer desesperada. Es de la esposa de un pastor protestante y mas¨®n de Salamanca condenado a muerte por Franco que le escribe a Unamuno pidi¨¦ndole ayuda (finalmente fue fusilado). La misma que llevaba en el bolsillo de la chaqueta Miguel de Unamuno en el acto del D¨ªa de la Raza en el Paraninfo salmantino. En su reverso, y mientras iban hablando Pem¨¢n, primero, y Mill¨¢n Astray despu¨¦s, el todav¨ªa rector iba tomando notas. Ah¨ª est¨¢n, sobre la mesa de Ana Chaguaceda: ¡°Guerra internacional¡±, ¡°vencer y convencer¡±, ¡°odio y compasi¨®n¡±, ¡°imperialismo y lengua¡±, ¡°Pem¨¢n¡±, ¡°Rizal¡±¡
¡°Este es un proyecto ansiado desde hace a?os, un proyecto que va unido a otro que se tendr¨ªa que hacer sobre las Obras Completas de Unamuno porque las que existen tienen lagunas, est¨¢n incompletas y les falta aparato cr¨ªtico¡±, reivindica Chaguaceda, la directora de la Casa-Museo, la antigua casa del rector donde vivi¨® Unamuno con su familia durante 14 a?os. ¡°Est¨¢ claro que ser¨ªa un proyecto largu¨ªsimo y costoso, pero pienso que la Universidad de Salamanca, como depositaria de su legado, deber¨ªa hacerlo¡±.
El flechazo con Catalu?a
Miguel de Unamuno y Jugo (Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) fue novelista, pensador, poeta, profesor, traductor, dramaturgo, miembro de la Generaci¨®n del 98 y con 36 a?os fue el rector de la Universidad de Salamanca m¨¢s joven de la historia. Hablaba espa?ol, euskera, catal¨¢n, griego, lat¨ªn, franc¨¦s, ingl¨¦s, alem¨¢n y dan¨¦s (que aprendi¨® por su cuenta solo para poder leer a Kierkegaard en su lengua original). Era lo que vulgarmente se conoce como un sabio.
Colette y Jean-Claude Rabat¨¦ han dedicado parte de su vida a estudiar su vida y su obra y ahora destacan, de entre todo este gigantesco corpus epistolar, "la fuerza de las cartas abiertas en la prensa, por ejemplo las que escribi¨® en contra del ensanche de Bilbao, o contra el alcalde de Salamanca, Francisco Gir¨®n, y el obispo C¨¢mara, pero tambi¨¦n las dirigidas al presidente del Gobierno Antonio C¨¢novas del Castillo para intentar salvar de la fortaleza de Montju?c a un anarquista catal¨¢n amenazado de muerte: Pedro Corominas".
Unamuno deja claro su preferencia por Catalu?a en varias de las cartas recopiladas, pero sobre todo en esta, dirigida al pintor Santiago Rusi?ol en octubre de 1898: "Puedo decir que es por catalanes por los que me relaciono directamente con el mundo de la cultura externa".
Unamuno se carte¨® con andaluces, gallegos, castellanos, vascos, valencianos¡ pero curiosamente el flechazo con Catalu?a se produce tras la buena recepci¨®n de sus ensayos En torno al casticismo, publicados en 1895 en la revista La Espa?a moderna, dirigida por Jos¨¦ L¨¢zaro Galdiano. Seg¨²n los autores de esta edici¨®n, "la falta de reacciones en Madrid contrasta con el inter¨¦s que un grupo de intelectuales barceloneses manifiesta bajo la forma de rese?as elogiosas".
COMPRA ONLINE 'EPISTOLARIO AMERICANO: 1890-1936'
Autor: Miguel de Unamuno.
Editorial: Unviersidad de Salamanca (2013).
Formato: tapa blanda (282 p¨¢ginas).
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