T¨¦cnica e inteligencia

El textil y la tejedur¨ªa est¨¢n cada vez m¨¢s presentes en el arte contempor¨¢neo. La combinaci¨®n de arte aplicado y popular, artesan¨ªa y bella arte, hacer y pensar en telares y tapices ha puesto de relevancia los sentidos de la vista y el tacto. Una tela incorpora la memoria de su fabricaci¨®n. Tambi¨¦n una emoci¨®n t¨¢ctil en una materialidad principalmente migrante. El tejido, la textura pueden verse como un microcosmo ampliado de lo social: a una l¨ªnea vertical (la urdimbre) le atraviesa otra horizontal (la trama).

Un precedente fundamental, y moderno, a esta actualidad es Anni Albers, nacida Annelise Fleischmann (Berl¨ªn, 1899-Orange, Connecticut, 1994). Su obra contribuye ahora a una reconstrucci¨®n moderna inacabable que recupera historias consideradas no-can¨®nicas o al margen. Esta muestra corrobora la relevancia de Anni Albers en la comprensi¨®n de la forma como principio b¨¢sico de la modernidad est¨¦tica. Esta aventura que a¨²na vida y obra comienza cuando ella abandona en 1922 la comodidad de su pudiente entorno familiar. La respuesta la encontrar¨ªa en la Bauhaus, donde la artista siente la atracci¨®n emocional por la nueva sencillez y sobriedad de la vida moderna. Albers entra en el departamento textil, uno de los talleres m¨¢s exitosos. Es all¨ª donde encuentra a la persona con la que compartir¨¢ su vida, el pintor Josef Albers. Sus a?os en la Bauhaus (entre 1922 y 1932) se caracterizan por el influjo de Walter Gropius y, especialmente, Paul Klee, quien mantuvo una estrecha relaci¨®n con el taller textil. Su biograf¨ªa se?ala que un d¨ªa oy¨® decir a Klee que dibujar era sacar una l¨ªnea a pasear y, entonces, pens¨®: ¡°Pues yo llevar¨¦ el hilo a donde pueda¡±.

El textil y la tejedur¨ªa est¨¢n cada vez m¨¢s presentes en el arte contempor¨¢neo. Hacer y pensar en telares da relevancia a la vista y el tacto

La aventura de la l¨ªnea sobre el plano auguraba una dial¨¦ctica que afortunadamente, y para goce del espectador, permanece irresuelta: esto es, el dualismo de la tejedur¨ªa entre arte aplicado y arte independiente, o aut¨®nomo. El t¨¦rmino Gestaltung, que en su polisemia significa dise?o, composici¨®n, delineaci¨®n o figuraci¨®n, compendia esta dial¨¦ctica. La l¨®gica de Gropius era que la artesan¨ªa y el trabajo manual deb¨ªan centrarse en el desarrollo de prototipos para la industria. Esto significaba que la tarea de la Bauhaus era la producci¨®n y distribuci¨®n igualitaria de forma, no de objetos. Ello reun¨ªa al artista con el dise?ador, el arte y el dise?o como un solo campo enfangado en el juego de la forma. La respuesta de Albers a esta dualidad son las ¡°colgaduras¡±, o telas donde se establecen relaciones r¨ªtmicas y ortogonales; y tambi¨¦n los ¡°tejidos pict¨®ricos¡±, desarrollados entre 1930 y 1960, donde la textura de los tapices se reconcilia con la ¡°funci¨®n¡± pict¨®rica. Estas piezas individuales exist¨ªan para ser contempladas pero, al mismo tiempo, en Weimar, Dessau y en Estados Unidos, Anni Albers desarroll¨® no pocas propuestas de tapicer¨ªa y cortinajes.

En todos estos trabajos, la experimentaci¨®n es la esencia de los m¨¦todos de creaci¨®n art¨ªstica: los tejidos son bellos cuando muestran la estructura, no cuando la esconden. El textil revela entonces su problem¨¢tica conceptual interna como dise?o y discurso t¨¦cnico. Los tejidos ejemplifican una fase superior de la techn¨¦, y desvelan las sutiles relaciones entre el anverso y reverso, urdimbre y trama, abstracto y concreto, visual y t¨¢ctil. Se dirigen tanto al ojo, al aparato cognitivo, como al cuerpo. Piel y envoltura. Muchas obras plantean la posibilidad de observar la tejedur¨ªa como matriz de las artes gr¨¢ficas y el dise?o, donde estructura y motivos abstractos (ornamentales) se subsumen a un arte en proceso salido del empleo ecu¨¢nime de t¨¦cnica e inteligencia. Es esta tambi¨¦n una historia de la industria, aunque Albers se?al¨®: ¡°Con los dedos podemos crear infinitas variables, con la m¨¢quina solo variaciones limitadas¡±. La otra cara son las culturas precolombinas, a cuyo estudio se dedicaron los Albers en los viajes realizados a M¨¦xico y Per¨² durante el periodo del Black Mountain College, donde Albers dirigi¨® el taller de tejedur¨ªa (entre 1933 y 1949).

La obra de la alemana contribuye ahora a una reconstrucci¨®n moderna inacabable que recupera historias no can¨®nicas o al margen

A partir de los a?os sesenta, deja de lado el textil para centrarse en las t¨¦cnicas de reproducci¨®n gr¨¢fica, serigraf¨ªa, litograf¨ªa y grabado. Los dise?os y patrones fundacionales caracter¨ªsticos modernos entran en contacto con nuevas formas como los meandros (fondo y figura) y los nudos enredados. Una reedici¨®n del libro clave de Anni Albers, Del tejer (On Weaving), publicado en 1965, es ahora un objeto te¨®rico imprescindible. Toda esa inteligencia e inmersi¨®n en lo textil se dirige a la vida, y a la privacidad del contemplador. Toda esa inteligencia, esa imaginaci¨®n e inmersi¨®n completa en la tarea textil se dirige tambi¨¦n a la vida, y a la privacidad del espectador.

Tocar la vista. Annie Albers. Museo Guggenheim. Bilbao. Hasta el 14 de enero de 2018.