La ¡®gigante¡¯ Mariela Mu?oz, pionera transexual y madre de 17 hijos

El 2 de mayo de 1997 la argentina Mariela Mu?oz dej¨® de ser legalmente Leonardo. Ten¨ªa 55 a?os cuando se convirti¨® en la primera transexual del pa¨ªs en conseguir el cambio de nombre y g¨¦nero en el documento nacional de identidad. Hac¨ªa 41 a?os que hab¨ªa pedido que la llamaran Mariela y 16 que se hab¨ªa sometido a una operaci¨®n de cambio de sexo. En medio, se gan¨® la vida como tarotista y cri¨® a 17 ni?os que se encontr¨® en la calle o que le entregaron sus padres. El documental Amor a paso de gigante, de la cineasta francoargentina Maria Audras, narra la vida de esta pionera, fallecida el pasado mayo. La cinta gan¨® el premio al mejor largometraje en el festival de cine LGBTIQ Asterisco la semana pasada.

Audras, residente en Par¨ªs, se enter¨® de la vida de Mariela por un amigo en los 90 y volvi¨® a acordarse de ella cuando apareci¨® en Francia el debate sobre el matrimonio gay y la adopci¨®n de ni?os por homosexuales o trans. "Pens¨¦ que ten¨ªa que ir a verla y llam¨¦ a todas las Mariela Mu?oz de Buenos Aires, pero no la encontr¨¦ porque ella viv¨ªa en los alrededores", cuenta la cineasta a EL PA?S por tel¨¦fono. Cuando al final la localiz¨® y viaj¨® a conocerla, el amor que le profesaban sus hijos y hermanos le hizo cambiar la ficci¨®n que ten¨ªa en mente por un documental, en el que trabaj¨® durante tres a?os.

Mariela naci¨® en Lules, un pueblo de la norte?a provincia de Tucum¨¢n, el 24 de diciembre de 1943, pero pas¨® gran parte de su infancia en la localidad bonaerense de Quilmes, el pueblo al que se mud¨® la familia en busca de un futuro mejor. Su padre cambi¨® los campos de ca?as de az¨²car por la construcci¨®n para poder alimentarla a ella y a sus tres hermanos. "Tuve una infancia dif¨ªcil porque ya era muy femenina", reconoci¨® Mariela en 1993. "Era sensible y obediente y le gustaba quedarse en el hogar", recuerda ante la c¨¢mara su hermano Luis sobre los a?os que pasaron en la casa familiar. Ya a los 13 cuidaba a sus hermanos y a los hijos de un matrimonio italiano vecino.

Soport¨® burlas, golpes y hasta una violaci¨®n colectiva correctiva por tres hombres durante su juventud, pero nunca se le pas¨® por la cabeza echarse atr¨¢s. Su padre la llev¨® a psiquiatras y a prostitutas para ver si pod¨ªa hacerla cambiar de opini¨®n, pero despu¨¦s la acept¨® e incluso pens¨® en hipotecar la casa para pagarle la operaci¨®n. La madre, en cambio, se opuso siempre, seg¨²n Luis.

Ni?os, adolescentes y madres solteras

A los 26 se independiz¨® y comenz¨® a ayudar a ni?os, adolescentes y madres solteras. El primero fue el hijo de una prostituta, que ella le entreg¨® a Mariela porque no lo pod¨ªa cuidar. Despu¨¦s, se qued¨® con tres hermanas abandonadas por la madre y al cuidado de un padre alba?il que no ten¨ªa trabajo. Y la familia at¨ªpica sigui¨® creciendo.

A Yolanda Emma Quiroga la encontr¨® frente a una estaci¨®n de tren, con 16 a?os y una beb¨¦. Hab¨ªa huido de la casa donde viv¨ªa cuando le instaron a prostituirse para alimentar a su hija, le cont¨® su historia a Mariela y acept¨® su invitaci¨®n inmediata a vivir con ella. Algo similar pas¨® con Enrique S¨¢nchez, quien lleg¨® en tren a Buenos Aires con 14 a?os tras fugarse del horno de ladrillos en el que trabaj¨® desde los 9 en la provincia norte?a del Chaco. "Cuando llegu¨¦ a Retiro se me vino el mundo abajo, se me ca¨ªan los lagrimones [...] Mariela fue una madre que me salv¨® la vida", dice S¨¢nchez en el documental.

"Lo que m¨¢s me sorprendi¨® fue su franqueza y su sensibilidad. Nunca minti¨® a los chicos sobre qui¨¦n era, siempre les cont¨® que era un hombre pero que iba a llegar un d¨ªa en el que ser¨ªa mujer", relata Audras. Si 1981, cuando viaj¨® a Chile para hacerse la deseada vaginoplastia, fue un a?o muy celebrado, su peor momento lleg¨® en 1993, cuando un juez le retir¨® la custodia de tres hijos que hab¨ªa registrado como propios. Perdi¨® la batalla legal y el juez la conden¨® a un a?o de c¨¢rcel en suspenso, pero instal¨® en la sociedad argentina un tema que hasta entonces era tab¨²: la posibilidad de que un transexual criara hijos.

La notoriedad de la causa la ayud¨® a conseguir ese otro deseo tantos a?os postergado: aparecer como Mariela Mu?oz en el DNI. Lo logr¨® 15 a?os antes de que Argentina aprobara la Ley de identidad de g¨¦nero, que garantiza ese derecho a cualquier transexual. Esa y otras conquistas sociales, junto a momentos hist¨®ricos de Argentina, se mezclan con los testimonios de personas cercanas a Mariela en el documental.

Audras la film¨® en el ¨²ltimo a?o de su vida, cuando hab¨ªa sufrido tres accidentes cerebrovasculares y depend¨ªa de los cuidados de sus hijos adoptivos. Tras su muerte, la cinta se ha convertido en un homenaje a una gigante luchadora.