El padre del madridismo
No hay un solo esquinazo en su personalidad de patriarca
Un documental sobre Santiago Bernab¨¦u deb¨ªa ser futbolero y ¨¦ste lo es. Tambi¨¦n social y pol¨ªtico, y ¨¦ste, de nuevo, lo es. Y seguramente, si se quer¨ªa la comercialidad, tambi¨¦n deb¨ªa ser hagiogr¨¢fico, y ¨¦ste tambi¨¦n lo es. El habitual productor Ignacio Salazar-Simpson ¡ªEl otro lado de la cama, No habr¨¢ paz para los malvados¡ª, debuta en la direcci¨®n con Bernab¨¦u, proyecto complicado de llevar a cabo, tanto por el largu¨ªsimo arco de tiempo y de acontecimientos que abordar, como por sus evidentes implicaciones sociales. Un trabajo del que sale bien librado en lo formal, a pesar de algunas arriesgadas apuestas, y algo menos en lo narrativo, donde se notan demasiado los esfuerzos por defender al personaje de las aristas m¨¢s ambiguas de su personalidad y de su vida, marcada por el f¨²tbol y el Real Madrid.
BERNAB?U
Direcci¨®n: Ignacio Salazar-Simpson.
G¨¦nero: documental. Espa?a, 2017.
Duraci¨®n: 85 minutos.
Con guion de Joaqu¨ªn And¨²jar, la pel¨ªcula de Salazar-Simpson arranca, con buen criterio, con las espectaculares im¨¢genes de la consecuci¨®n de la 12? Copa de Europa para el Madrid, marcando desde el inicio la esencialidad de su figura: sin todo lo que vendr¨¢ despu¨¦s en la pel¨ªcula, es decir, la labor de Bernab¨¦u, anterior en el tiempo, esa explosi¨®n de alegr¨ªa y orgullo en Cardiff hubiera sido impensable. Sin valoraciones ni declaraciones contempor¨¢neas, y a trav¨¦s de entrevistas radiof¨®nicas y televisivas, recortes de prensa, No-dos y documentales de archivo, el director ofrece un retrato personal, pero en el que las im¨¢genes del f¨²tbol nunca dejan de tener su importancia. Y lo hace adem¨¢s con el casi temerario sistema narrativo de la dramatizaci¨®n, que por una vez sale notablemente bien, ya que lo ejercita s¨®lo con las voces y nunca con las im¨¢genes; es decir, un int¨¦rprete pone voz a Bernab¨¦u ¡ªy otros a un peque?o pu?ado de personajes, como su esposa, o Raimundo Saporta¡ª, sobre fondo visual de fotograf¨ªas o documentos de cada personaje real.
Eso s¨ª, no hay un solo esquinazo en su personalidad de patriarca. Se advierte el objetivo de engrandecer los episodios heroicos ¡ªel encontronazo con Mill¨¢n Astray en el palco del estadio; su defensa, con insulto cuartelero incluido, y un dato bancario en el momento justo, de los que le acusaron de haberse enriquecido a costa del club¡ª, pero se pasa de puntillas por los incidentes m¨¢s complejos, como su presencia en los m¨ªtines de la CEDA y su participaci¨®n en la Guerra Civil Espa?ola, e incluso se ofrece alguna interpretaci¨®n chocante a actitudes poco edificantes en lo deportivo y en lo moral, caso del momento del despido de Alfredo Di St¨¦fano como jugador.
Babelia
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