Si no quiere morir, atr¨¦vase a matar

Hace ya casi dos a?os y medio que la compa?¨ªa Malditos irrumpi¨® como un hurac¨¢n en la escena espa?ola. Su montaje Danzad malditos, versi¨®n teatral de la pel¨ªcula de similar t¨ªtulo de Sydney Pollack (1969), sorprendi¨® por su originalidad tras estrenarse en el festival madrile?o Frinje en el verano de 2015: aquello no era ficci¨®n, una cruel competici¨®n de baile ocurr¨ªa de verdad en el escenario. El boca a boca empez¨® a funcionar de tal forma que todav¨ªa hoy la obra sigue de gira por Espa?a, despu¨¦s de ganar el premio Max como espect¨¢culo revelaci¨®n de 2016.

Es dif¨ªcil embarcarse en un nuevo proyecto sin miedo a decepcionar despu¨¦s de un ¨¦xito como este, pero ya est¨¢ en pie la nueva propuesta de los Malditos. Se titula Escenas de caza y tambi¨¦n est¨¢ inspirada en una pel¨ªcula, Escenas de caza en la Baja Baviera, dirigida por Peter Fleischmann en 1969. Se desarrolla en un pueblo al que regresa un joven que todos consideran extra?o, por lo que ser¨¢ objeto de maledicencias y acabar¨¢ convirti¨¦ndose en chivo expiatorio. Y tambi¨¦n como Danzad malditos, esto vuelve a ser un crudo juego de supervivencia. "Aqu¨ª nos centramos en el linchamiento de los m¨¢s d¨¦biles. En c¨®mo lo habitual cuando uno se siente d¨¦bil es unirse a la manada para linchar a otro a¨²n m¨¢s d¨¦bil", explic¨® a EL PA?S el director, Alberto Velasco, tras un ensayo el martes con los nueve actores que integran el reparto.

"Nunca conf¨ªes en alguien que pertenece a un club, esa persona se siente sola y har¨¢ lo que sea para ser aceptada por el grupo. (...) Mejor no destacar, mejor no llamar la atenci¨®n. No levantes la mano, no alces la voz. (...) Si no puedes con el enemigo, amont¨®nate", dice el texto, firmado por la dramaturga Mar¨ªa Velasco. "Todos hemos participado, como v¨ªctimas o como verdugos, en escenas de caza de diversa ¨ªndole. En el colegio, en las pandillas, en el trabajo: siempre se necesita un cabeza de turco", subraya la autora.

Escenas de caza, que se estrena el s¨¢bado en el teatro Calder¨®n de Valladolid (coproductor del espect¨¢culo) y se podr¨¢ ver en febrero en Madrid, apuntala el estilo que la compa?¨ªa empez¨® a forjar en Danzad malditos. Mucha danza, interpretaciones intensas, im¨¢genes perturbadoras (con un tel¨®n de fondo siempre presente en el que se reproduce el Agnus Dei de Zurbar¨¢n, un cordero a punto de ser sacrificado) y, por supuesto, la recreaci¨®n de la crueldad en directo: la v¨ªctima en cada representaci¨®n es distinta, se decide sobre la marcha con un juego de pi?ata.