Jos¨¦ Luis Alexanco: ¡°El arte se ha convertido en un espect¨¢culo¡±
La galer¨ªa Maisterra Valbuena fija la mirada en el Centro de C¨¢lculo de la Universidad Complutense de Madrid y en sus obras por ordenador
Hay en el estudio de Jos¨¦ Luis Alexanco (Madrid, 1942) un tiempo detenido entre sus esculturas de anta?o y las ¨²ltimas pinturas que ocupan la parte contigua a una sala llena de libros y olor a caf¨¦. Un peque?o cartel azul, discreto desde la puerta, reverbera esa calidez atemporal desde la cabecera, The Kitchen, el m¨ªtico espacio neoyorquino que en 1980 acogi¨® uno de sus trabajos, realizado junto al compositor Luis de Pablo, aquellos hinchables que danzaban con m¨²sica electr¨®nica de su conocida obra Soledad interrumpida. Algo hay de eso al entrar. Tambi¨¦n dibujos por doquier, llenos de formas, cifras y palabras sueltas. ¡°Papeluchos¡±, bromea ¨¦l. Algunos duermen en cajones y otros han saltado a la mesa de trabajo, al hilo de la exposici¨®n que le dedica ahora la galer¨ªa MaisterraValbuena de Madrid. Hablan de giros y coordenadas polares, de alfabetos y curvas crom¨¢ticas. De peque?os giros para conseguir grandes transformaciones.
Su pr¨¢ctica art¨ªstica siempre ha habitado esa coordenada, desde las primeras obras que expuso en Londres, junto a Dar¨ªo Villalba, y justo antes de llegar al Centro de C¨¢lculo de la Universidad Complutense de Madrid, en 1968. Hubo un antes y un despu¨¦s por el que Alexanco camina. Por entonces ten¨ªa 26 a?os y muchas ganas de reprogramar el arte. Llevaba un tiempo estudiando la idea de movimiento, dibujando hombres corriendo y cayendo, y mirando atento lo que se hac¨ªa fuera. El ICA de Londres lanzaba Cybernetic Serendipity, considerada la primera exposici¨®n de arte y ordenadores, al tiempo que Mario Barber¨¢, representante de la empresa IBM en Espa?a, que hab¨ªa donado uno de sus equipos inform¨¢ticos a la universidad, le llam¨® para trabajar en el reci¨¦n creado Centro de C¨¢lculo. El reto era pensar en las posibilidades que ten¨ªan las computadoras al traspasar el campo de las matem¨¢ticas y enfocarse en la producci¨®n art¨ªstica. De ah¨ª surgieron los seminarios de Generaci¨®n Autom¨¢tica de Formas Pl¨¢sticas y nuevas din¨¢micas de trabajo. De la mano de Alexanco lleg¨® MOUVNT, un software para generar formas autom¨¢ticas que luego se materializaban en esculturas antropom¨®rficas. Son las que vemos ahora en la exposici¨®n, de resina y plexigl¨¢s, junto a dibujos y collages que explican ¡°el antes y el despu¨¦s¡± de esta tentativa digital.
¡°La idea de transformaci¨®n, de hacer evolucionar una forma, hab¨ªa sido objeto de numerosas esculturas en la etapa anterior, teniendo como ¨²ltimo eslab¨®n un grupo de cuatro peque?as esculturas, id¨¦nticas entre s¨ª, que pod¨ªan ser ordenadas de varias formas distintas. Ese ¨²ltimo eslab¨®n se convirti¨® en el primer elemento de esos nuevos procesos, c¨®mo conseguir con ese nuevo programa de ordenador que un proceso fuera autom¨¢tico¡±, explica. Saca del caj¨®n un texto de 1965 y extrae algunas notas m¨¢s: ¡°MOUVNT nace con el objetivo de buscar una nueva manera de habitar el arte, en la que el objetivo final es resultado de una posibilidad y no del culmen creativo de un artista, por lo que el p¨²blico se convierte por primera vez en activo protagonista capaz de crear¡±, relata.
"Ahora, con las grandes subastas, parece que es una competici¨®n para ver qui¨¦n hace la cosa m¨¢s estramb¨®tica"
Hasta ahora, se hab¨ªa explicado el Centro de C¨¢lculo como un lugar de formaci¨®n para los artistas, como una especie de pr¨®logo a algunas experiencias conceptuales que llegaron poco despu¨¦s. Aunque dice Alexanco que lo m¨¢s importante que all¨ª pas¨® es que se reun¨ªan regularmente para hablar de todo, ¡°de panes y peces¡±, de ideas y dudas. ¡°En aquella ¨¦poca pas¨® desapercibido, aunque tuvo mucha importancia, y ahora lo que ocurre es que est¨¢ magnificado. El Centro de C¨¢lculo gener¨® un ¨¢mbito de tertulia art¨ªstica interdisciplinar, con poetas, arquitectos, artistas, m¨²sicos¡ Lo que fue es un lugar de reuni¨®n y de intercambio de ideas m¨¢s que de producci¨®n de obra. Tal vez mis esculturas sean el lado m¨¢s material que qued¨® de todo aquello. Y tambi¨¦n hay algo curioso. En la exposici¨®n de Londres, Cybernetic Serendipity, todos eran ingenieros, como los que aparecen en los manuales de Compu?ter Art. Nosotros ¨¦ramos todos artistas y reneg¨¢bamos de ese nombre. ?Acaso se llamaba a la pintura pincel art? Era absurdo¡±, a?ade.
Con el tiempo, ha visto cambiar mucho el arte. Primero el suyo, que nunca se despeg¨® de la pintura. Todav¨ªa recuerda al Grupo Hondo, de mediados de los sesenta, como la pintura m¨¢s moderna que hab¨ªa visto hasta entonces. A ella volvi¨® en cuanto se acab¨® la aventura del Centro de C¨¢lculo y tras la primera exposici¨®n en la galer¨ªa Vandr¨¦s, en 1974. Luego se volc¨® en las curvas, en las tachaduras y en ese alfabeto num¨¦rico que todav¨ªa hoy pinta, y que tantas veces expuso de la mano de Fernando Vijande. En 1981 dise?¨® el espacio de su nueva galer¨ªa, ya con su nombre, y su recuerdo lo ha llevado a la exposici¨®n que la Fundaci¨®n Su?ol de Barcelona dedica a este m¨ªtico galerista, de la que Alexanco es uno de los comisarios. ¡°Era un tipo fant¨¢stico. En 1974 nos pagaba 25.000 pesetas al mes, que subi¨® a 80.000 en 1978. Imagina qu¨¦ era eso para un artista entonces. Se quedaba con la obra, pagaba los materiales y pon¨ªa a tu disposici¨®n un fot¨®grafo, y a final de a?o ech¨¢bamos cuentas¡±, dice.
Su carrera internacional se vio truncada por la muerte de Vijande en 1986, aunque en su curr¨ªculo queda haber organizado una de las citas m¨¢s importantes del arte contempor¨¢neo espa?ol, Los encuentros de Pamplona, en 1972, que el Museo Reina Sof¨ªa revis¨® hace s¨®lo ocho a?os. De aquello se amontonan los recuerdos: ¡°La idea de ¡®una serie de conciertos¡¯ en homenaje a la familia Huarte, que hizo el encargo, aunque se convirti¨® en un encuentro internacional de artistas. Llamamos a muchos que en aquella ¨¦poca nadie conoc¨ªa. Todo por tel¨¦fono y por carta, de amigos a otros amigos. Recuerdo en especial a John Cage, que me fascin¨®. Luego quisieron repetir, al modo bienal, y cuando ya est¨¢bamos en ello, hablando con Rauschenberg sobre una obra de teatro, ETA secuestr¨® a Felipe Huarte y acab¨®¡±, relata.
Pasa de 1972 a 2018 en un clic de rat¨®n. Dice que trabaja a empujones, sorteando crisis creativas donde produce poco aunque piensa mucho. Ahora est¨¢ en uno de esos momentos activos, con una exposici¨®n futura en mente, para la que prepara una pel¨ªcu?la que repasa toda su producci¨®n haciendo dialogar sus im¨¢genes. Sus ¨²ltimos cuadros, a medio hacer, siguen teniendo la fuerza de los de anta?o. Y el mercado, ?qu¨¦ caj¨®n ocupa en este estudio? ¡°Todo ha cambiado mucho en estos a?os, ya que cada vez se diferencia m¨¢s lo que es el arte y lo que es mercado del arte. Antes no ten¨ªa tanta potencia, pero ahora, con las grandes subastas, parece que es una competici¨®n para ver qui¨¦n hace la cosa m¨¢s estramb¨®tica. El arte se ha convertido en un espect¨¢culo¡±.
¡®Momentos. 1969 ¡®....¡¯ 2017¡¯. Jos¨¦ Luis Alexanco. Galer¨ªa MaisterraValbuena. Madrid. Hasta el 3 de febrero de 2018.
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