El mundo corrupto de la cineasta Lynne Ramsay

Poca gente le tose a la escocesa Lynne Ramsay (Glasgow, 1969). "Nac¨ª en un barrio pobre de Glasgow, de gente trabajadora. No era un entorno muy favorable desde luego para las mujeres, y ten¨ªas que espabilar para hacer las cosas por ti misma", comenta con su amplia sonrisa habitual. Probablemente por esa cabezoner¨ªa de superviviente, la directora ha mantenido su carrera al margen de oleajes industriales. Y eso le llev¨® a abandonar, por ejemplo, el western La venganza de Jane (2015), a un d¨ªa de iniciarse el rodaje. "Lo pas¨¦ fatal porque fue devastador tener que dejar una pel¨ªcula con todo el trabajo previo realizado. Pero el productor quer¨ªa destrozar mi trabajo, redujo -por ejemplo- en el ¨²ltimo momento el tiempo de rodaje, y decid¨ª marcharme. La industria del cine cada d¨ªa est¨¢ enfrentada m¨¢s a la creatividad". Dicho lo cual, para. "Ahora bien, no me quejo. Pod¨ªa estar currando en una tienda en Glasgow", cuenta.

Ramsay charla durante el festival de San Sebasti¨¢n, donde se proyect¨® su cuarta pel¨ªcula, En realidad, nunca estuviste aqu¨ª (estrenada comercialmente en Espa?a el pasado viernes). Ahora habla tranquila, liberada de la tensi¨®n que mostraba en el estreno mundial de su thriller en Cannes. Durante meses, la cineasta luch¨® contra el reloj por acabar a tiempo el filme. No lo logr¨®, y proyect¨® un trabajo al que le faltaban canciones y un montaje m¨¢s preciso. Aun as¨ª, obtuvo los premios a mejor guion y actuaci¨®n masculina, para el omnipresente Joaquin Phoenix, del que la escocesa habla maravillas. "No quer¨ªa perder la oportunidad de concursar en Cannes. Pero despu¨¦s he remontado la pel¨ªcula, jugado m¨¢s con los flashbacks, creo que he sofisticado la narraci¨®n con un mayor cuidado con la m¨²sica y el silencio", comenta en su ingl¨¦s con marcado acento escoc¨¦s. "Jonny Greenwood, autor de la banda sonora, y Paul Davies, dise?ador de sonido, est¨¢n conmigo desde el inicio del proyecto, y eso nos ahorr¨® mucho tiempo y ayud¨® en la creaci¨®n. Sin embargo, nos falt¨® tiempo para llegar a Cannes. Quer¨ªa que la m¨²sica mostrara un mundo inconsciente y, a la vez, llegara con claridad al p¨²blico. Lo mismo pas¨® con Joaquin Phoenix, que estuvo desde muy pronto enrolado en el filme. Eso me ayud¨® mucho con su personaje y ha sido una colaboraci¨®n feliz de a?o y medio".

En las pel¨ªculas de Ramsay siempre hay violencia, huidas de ambientes morales y sociales podridos, locura y dolor, necesidades de los protagonistas de salir del aqu¨ª y de ahora. "S¨ª, crec¨ª en un sitio complicado. Eso me hace rehuir el realismo. Ha sido un viaje largo, influido por mi pasi¨®n por los personajes, que es lo que, curiosamente, me atrae del cine de Scorsese [se refiere al paralelismo de su filme con Taxi Driver, y su trayecto hacia la demencia].? En fin, como dice Jane Campion, esto va de play [en ingl¨¦s, se traduce a la vez como jugar y actuar], y de que el p¨²blico no se aburra". ?Le importa el p¨²blico? "Nunca vas a contentar a todos. Y menos con esta pel¨ªcula en la que me opongo al h¨¦roe protot¨ªpico americano gracias a un exmarine que rescata ni?as de la prostituci¨®n infantil. Sin embargo, agradezco las palabras amables. Como todos, ?no?". Su protagonista anda ofuscado, rozando el derrumbe moral y f¨ªsico, asom¨¢ndose durante todo el metraje al abismo del colapso: "Claro, y esa sensaci¨®n se aliment¨® con un rodaje alocado, urgente, como su protagonista. Culpa de los productores" [carcajadas].

Tanto trauma y dolor refleja, seg¨²n Ramsay, el tiempo en que vivimos. "A veces parece que ha triunfado el punk rock, ?verdad?, envuelto en un guante de correcci¨®n pol¨ªtica. La sociedad est¨¢ podrida por arriba, aunque no tanto la gente de la calle, aunque llevamos demasiadas veces una banda que nos ciega. Lo ¨²nico que veo son documentales, y eso se refleja en lo sombr¨ªo de mi cine". Se despide. "Prometo intentar mantenerme fiel a m¨ª misma. Dirigir es maravilloso, espero seguir haci¨¦ndolo con responsabilidad y siendo consciente de sus consecuencias".