U2: Globo grandilocuente
El nuevo ¨¢lbum de la banda recibe una calificaci¨®n de 5 sobre 10
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Como una multinacional de nuestro mundo globalizado, U2 son una marca que se impone a todo lo dem¨¢s. Su solo nombre remite a un concepto: pop-rock grandilocuente y espect¨¢culo aplastante para conquistar todas las plazas mundiales. El grupo funciona como un ej¨¦rcito imperialista: su fuerza medi¨¢tica y popularidad son tan contundentes que su presencia es sin¨®nimo de victoria. Bono y compa?¨ªa lo saben y, por eso, fomentan m¨¢s que nadie, incluso m¨¢s que su p¨²blico, la marca U2. Songs of Experience, su nuevo disco que se publica este viernes, es otro paso de reconocimiento de la marca. Tan enf¨¢tico y relumbrante como solo puede esperarse de la banda m¨¢s planetaria ¡ªcon permiso de los Rolling Stones¡ª.
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Artista: U2
Disco: Songs of Experience
Sello: Universal
Calificaci¨®n: 5 sobre 10
Pero, ?qu¨¦ pasa con todo lo dem¨¢s? Pasa que U2 solo sabe funcionar desde esta c¨²spide. Al menos desde hace dos d¨¦cadas, tras los fracasos clamorosos de sus mayores experimentos Zooropa (1993) y Pop (1997), ¨¢lbumes en los que evidenciaron que su triunfo no pasar¨ªa por la exploraci¨®n y la reinvenci¨®n. Desde entonces, se dedicaron en cuerpo y alma de superestrellas a fomentar un pop hipervitaminado y pirot¨¦cnico, que llev¨® hasta el paroxismo la ¨¦pica bien entendida de sus comienzos, ilustrada en obras c¨¦lebres como War (1983) o The Joshua Tree (1987). Desde entonces, sus discos, como All That You Can't Leave Behind (2000), How to Dismantle an Atomic Bomb (2004) o No Line on the Horizon (2009), son como esos grandes centros comerciales que se adue?an del paisaje a las afueras de las ciudades. Mastodontes sonoros donde todo reluce pero nada emociona. Se puede pasar el d¨ªa en ellos, si es que no hay nada mejor que hacer, pero ser¨¢ casi imposible usarlos como refugio espiritual.
Conviene recordar que su anterior trabajo, Songs of Innocence, fue lanzado en un evento comercial de Apple y que este Songs of Experience es entendido por la marca U2 como un paso estil¨ªstico en la misma direcci¨®n, contando ahora con hasta cinco productores. El resultado es otro ejercicio de impacto pretencioso, arrancando con un Bono incorpor¨¢ndose a la moda del auto-tune en el medio tiempo Love Is All We Have Left. Su canto peca de fren¨¦tico en buena parte del disco mientras el grupo, con la guitarra de The Edge abandonada a su suerte, se recrea fallidamente en los ritmos bailables como en Love Is Bigger Than Anything in Its Way o el cyberpunk de The Blackout o en baladas plomizas como?The Little Things That Give You Away. Y, con todo, puede que sea su mejor disco del siglo XXI con interesantes aromas de g¨®spel blanco renovado en Lights of Home o el toque de rock primegenio en The Showman. Desde los primeros versos en los que Bono canta que "este no es tiempo para estar vivo", al ¨¢lbum le cubre un mantra l¨ªrico de un mundo en peligro y lleno de oscuridad, donde al final hay espacio para la luz y la esperanza, reincidiendo en mensajes manidos por la banda y sin aristas po¨¦ticas de por medio.
All¨ª donde los componentes de R.E.M., tal vez la otra gran formaci¨®n del indie pop-rock de los ochenta en ese avance imparable hacia la fama, decidieron parar antes que convertirse en una caricatura de s¨ª mismos, U2 no han hecho m¨¢s que inflar el globo. Y este ya es gigantesco. La marca lo agreceder¨¢, pero poco m¨¢s.
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Sobre la firma
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