Libros y sangre mexicana para frenar el franquismo

Se sabe mucho de la llegada de refugiados espa?oles a M¨¦xico, su recibimiento y sus aportaciones a la cultura y las letras mexicanas. Pero muy poco de aquellos mexicanos que lucharon por evitarlo y arriesgaron su vida en suelo espa?ol para frenar el franquismo. Menos a¨²n que, al menos tres de ellos, dejaron sus experiencias por escrito. Unas memorias a medio camino entre el compromiso, el dolor y las aventuras juveniles.

Seg¨²n los detallados registros de la ¨¦poca unos 280 mexicanos lucharon en la Guerra Civil espa?ola. De ellos 260 lo hicieron incrustados en las Brigadas Internacionales del lado de la Rep¨²blica y 21 en el bando sublevado junto al general Francisco Franco.

En el primer grupo destacaron algunos como Francisco Tarazona, convertido en uno de los pilotos m¨¢s importantes que tuvo el bando republicano de un grupo de siete u ocho pilotos mexicanos m¨¢s, recordados por su valent¨ªa y altruismo.

Sin embargo, esos son datos exclusivamente de combatientes sin contar con los mexicanos que estuvieron en Espa?a durante la guerra ayudando de alguna forma a la Republica, como los escritores Carlos Pellicer, Octavio Paz o el pintor David Alfaro Siqueiros, quien incluso particip¨® en las Brigadas Internacionales en la batalla de Pozoblanco.

Estos llegaron como intelectuales y escritores y otros se fueron haciendo al calor de las balas como Juan Miguel de Mora Vaquerizo (1921-2017). Intelectual, aventurero, luchador por la libertad, pocos hombres en la historia de ambos pa¨ªses han personificado la lucha por sus ideas como este hijo de mexicano y espa?ola nacido en la Ciudad de M¨¦xico en 1921.

Tras estudiar en Tabasco, con 15 a?os tom¨® un barco y se march¨® a Espa?a para apoyar al Gobierno de la Rep¨²blica y unirse a ¡°la defensa de la libertad¡±, tal y como reconoce en su libro La libertad, Sancho¡­ (Editada por la Universidad de Castilla La Mancha). Vivi¨® los bombardeos de Madrid y Barcelona y combati¨® en la batalla del Ebro, quiz¨¢ la m¨¢s dura de los tres a?os de guerra. Lleg¨® a ser comisario y estuvo encargado de proteger la salida de los milicianos espa?oles por los Pirineos.

Al frente de una partida militar heterog¨¦nea tuvo un heroico papel cubriendo la retirada por La Junquera de una caravana desesperados combatientes espa?oles que eran bombardeados con sa?a por los Junker de Hitler en su huida, record¨® el catedr¨¢tico de la Universidad Complutense Gonzalo Santonja, durante una conferencia este mi¨¦rcoles en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

De regreso a M¨¦xico, Vaquerizo se convirti¨® en un brillante periodista, escritor, director de cine y especialista en culturas orientales de las que tradujo varias obras del s¨¢nscrito. Fue periodista en la guerra de Vietnam y autor teatral.

Otro Quijote embarcado en la defensa de la Rep¨²blica a 10.000 kil¨®metros de casa fue el oaxaque?o N¨¦stor S¨¢nchez, ¡°la ¨²nica persona que combati¨® en la guerra Cristera y en la Guerra de Espa?a¡±, recuerda el catedr¨¢tico. Nacido en la sierra de Oaxaca, en el pueblo de Xia, su viaje a Espa?a en 1936 fue financiado por L¨¢zaro C¨¢rdenas, quien pag¨® el boleto a un muchacho de 17 a?os que despu¨¦s combatir¨ªa en algunas de las batallas m¨¢s duras de la guerra como las del Jarama y el Ebro, donde murieron miles de soldados.

De regreso a M¨¦xico comenz¨® a trabajar en un modesto peri¨®dico de Tabasco, Carteles del sur, donde, como ¨¦l mismo reconoci¨®, hac¨ªa de todo ¡°escrib¨ªa, tomaba fotos o barr¨ªa la redacci¨®n¡±. Todas aquellas experiencias quedaron plasmadas en el libro Un mexicano en la guerra civil espa?ola y otros recuerdos (Carteles Editores) y cuya publicaci¨®n ha llegado a su cuarta edici¨®n.

Tambi¨¦n muy joven, con 20 a?os, Roberto Vega Gonz¨¢lez, decidi¨® abandonar sus estudios en el Colegio Militar para viajar a Espa?a, donde combati¨® en la guerra de Teruel. Entre 1936 y 1939, Vega fue prisionero en las c¨¢rceles m¨¢s duras del franquismo. Una vez terminada la contienda, el soldado mexicano fue condenado a muerte y su pena conmutada en el ¨²ltimo momento gracias a la gesti¨®n del gobierno de Mexico y Francia. Su libro Cadetes mexicanos en la guerra de Espa?a¡¯es una joya dif¨ªcil de encontrar y sus vidas, dif¨ªciles de repetir.