Un esc¨¢ndalo de abusos sexuales salpica a la Academia Sueca
El marido de una de las miembros de la instituci¨®n que otorga el Nobel de Literatura ha sido acusado tambi¨¦n de filtrar informaci¨®n sobre los galardonados
La Academia Sueca, la instituci¨®n que cada a?o otorga el Nobel de Literatura, se ha visto salpicada por las acusaciones contra el marido de una de sus miembros de cometer abusos sexuales y de filtrar el nombre de varios ganadores del prestigioso premio.
Dieciocho mujeres destaparon hace unos d¨ªas de forma an¨®nima las supuestas vejaciones y abusos, algunos cometidos en dependencias vinculadas a la academia, y tres de ellas apuntan ahora a que esa persona revel¨® con anticipaci¨®n en p¨²blico en tres ocasiones el ganador del Nobel, informa hoy el diario Daqens Nyheter.
Se tratar¨ªa de la austr¨ªaca Elfriede Jelinek (2004), el brit¨¢nico Harold Pinter (2005) y el franc¨¦s Patrick Modiano (2014), seg¨²n el principal rotativo sueco, que apunta a que el individuo en cuesti¨®n tambi¨¦n se jact¨® de estar involucrado en la concesi¨®n del Nobel en 2008 al franc¨¦s Jean-Marie Gustave Le Cl¨¦zio.
Aunque Dagens Nyheter mantiene el anonimato sobre esta "personalidad cultural", como ha sido bautizado el hombre, otros medios lo han identificado como Jean-Claude Arnault, dramaturgo y fot¨®grafo franc¨¦s residente en Suecia desde hace d¨¦cadas y casado con la escritora Katarina Frostenson, una de los 18 miembros de la academia.
"Ya nada me sorprende sobre esa persona, ese cabr¨®n. Supongo que lo supo por su mujer", dijo hoy a ese diario Peter Englund, secretario permanente de la Academia Sueca entre 2009 y 2015.
Englund admiti¨® que a ¨¦l mismo le llegaron en su d¨ªa informaciones, a partir de un art¨ªculo en la prensa francesa, que apuntaban a Arnault como posible filtrador, pero que este neg¨® todo.
Las sospechas sobre filtraciones previas del ganador del Nobel de Literatura han abundado en los ¨²ltimos a?os, con casos llamativos como el de Le Cl¨¦zio, cuando la casa de apuestas brit¨¢nica Ladbrokes tuvo que cerrar los pron¨®sticos horas antes del fallo porque el autor hab¨ªa pasado de estar 15 a 1 a 2 a 1.
El predecesor de Englund en el cargo, Horace Engdahl, dijo entonces estar convencido de que hab¨ªa sido una filtraci¨®n, pero ahora ha rechazado hablar sobre el caso aludiendo a que violar¨ªa las normas de la instituci¨®n, de la que sigue siendo miembro.
Las turbulencias en torno a la Academia Sueca comenzaron hace dos semanas, con las denuncias p¨²blicas de las dieciocho mujeres sobre abusos y vejaciones cometidos entre 1996 y 2017 en los pisos de la instituci¨®n en Estocolmo y Par¨ªs por Arnault, director de un foro cultural apoyado econ¨®micamente por la organizaci¨®n.
Los rumores sobre la conducta sexual del dramaturgo no eran desconocidos en el mundo de la ¨¦lite cultural sueca, como han admitido personalidades como Englund, que en las redes sociales se sinti¨® aliviado porque el caso "finalmente haya salido a la luz".
Dos d¨ªas despu¨¦s de las denuncias y tras una reuni¨®n en la que se supo que varios de los miembros de la Academia y familiares hab¨ªan sufrido "intimidad no deseada o trato inapropiado" de Arnault, la instituci¨®n cort¨® el contacto con ¨¦l y contrat¨® a una firma de abogados para que estudiase si hab¨ªa influido en el trabajo institucional.
Pese a las medidas impulsadas varias voces del mundo acad¨¦mico sueco hablaron de p¨¦rdida de prestigio de la instituci¨®n y exigieron la renuncia de Engdahl y Englund, que hab¨ªan pedido hace unos a?os un sueldo vitalicio a cargo del Estado para Arnault.
Los acad¨¦micos rechazaron dimitir, asegurando que los estatutos no lo permiten, ya que se es miembro de por vida.
La academia ha anunciado no obstante que endurecer¨¢ las reglas sobre incompatibilidad como respuesta a las cr¨ªticas que aluden tambi¨¦n a compadreo a la hora de otorgar premios literarios o becas de estudios.
Otras instituciones han asegurado que reconsiderar¨¢n su apoyo econ¨®mico al foro cultural de Arnault y el Gobierno sueco habl¨® incluso de retirarle una condecoraci¨®n real recibida dos a?os atr¨¢s, aunque al final ha reconocido que no es posible.
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