El mundo de los Coen, seg¨²n Clooney
Hay constancia de que adem¨¢s de actor con presencia, magnetismo y seducci¨®n, Clooney es una persona inteligente
Sobran las explicaciones para contrastar algo tan razonable como el largo estrellato de George Clooney. Posee lo que hay que tener, apetece verlo y escucharle, desprende atractivo y verdad, se mueve con personalidad en comedia y en drama (hay dos interpretaciones suyas que adoro, dos pel¨ªculas excelentes en las que construye personajes memorables, como son Up in the air y Michael Clayton), pero incluso cuando se embarca en pel¨ªculas fallidas, intrascendentes o simplemente bobas, nunca me molesta su presencia, me cae bien. O sea, me ocurre todo lo contrario que cuando no me queda m¨¢s remedio que tragarme algo protagonizado por atormentados profesionales como Joaquin Phoenix, su colega del alma Casey Afleck y Colin Farrell, o en el pasado el insoportable James Dean. No discuto que posean cierto y retorcido talento, tambi¨¦n m¨²ltiples fans, pero a m¨ª me fatigan mucho y me provocan ligera o excesiva grima. Es cosa de piel, de afinidades electivas, de no cre¨¦rmelos, no s¨¦ si me explico.
SUBURBICON
Direcci¨®n: George Clooney.
Int¨¦rpretes: Matt Damon, Julianne Moore, Oscar Isaac, Richard Kinn.
G¨¦nero: tragicomedia. EE UU, 2017.
Duraci¨®n: 105 minutos.
Hay constancia de que adem¨¢s de actor con presencia, magnetismo y seducci¨®n, Clooney es una persona inteligente. Sus opiniones no tienen desperdicio, nunca es previsible, posee un distinguido sentido del humor, maneja la iron¨ªa con soltura. Y, por supuesto, a este sex symbol cl¨¢sico tambi¨¦n le apetece contar historias con la c¨¢mara sobre las personas y las cosas. Se ha involucrado como productor en proyectos inicialmente interesantes y como director a¨²n no ha realizado su obra maestra, pero s¨ª pel¨ªculas tan curiosas como su retrato en blanco y negro del siniestro macartismo en Buenas noches, y buena suerte, y de la corrupci¨®n que acaba siendo inapelable norma en el siempre turbio mundo pol¨ªtico en Los idus de marzo. Tambi¨¦n lleva su firma alg¨²n notable fiasco lleno de buenas intenciones, como Monuments Men, la solo amable Ella es el partido, o la m¨¢s rarita que lograda Confesiones de una mente peligrosa.
En Suburbicon, Clooney utiliza un guion escrito por Joel y Ethan Coen, un material goloso pero que tambi¨¦n entra?a peligro, ya que las se?as de identidad de estos hermanos son tan reconocibles que resulta inevitable preguntarte c¨®mo habr¨ªan dirigido ellos lo que hab¨ªan escrito. El resultado es una pel¨ªcula interesante, bien contada, con la sensaci¨®n de que Clooney comprende ese universo ajeno y tan particular, que sabe desenvolverse en un relato que combina la s¨¢tira costumbrista, el suspense de un cuento de terror, situaciones y personajes con toque surrealista, humor soterrado y perverso.
La historia de esa familia que inicialmente parece inocente y mod¨¦lica, que podr¨ªa estar representada en las pinturas de Rockwell, y que revelar¨¢ pronto su naturaleza criminal y tenebrosa, un chantajista agente de seguros, dos matones entre feroces y pat¨¦ticos y un hombre gordo y campechano, que protege desde las sombras al indefenso chiquillo a punto de ser devorado por sus enloquecidos y mezquinos progenitores, lleva la identificable marca de los Coen. Esta intriga convive paralelamente con el asedio de la comunidad blanca a una templada familia negra que ha tenido la imperdonable osad¨ªa de habitar una casa en el barrio blanco durante la d¨¦cada de los cincuenta. Lo segundo al parecer no estaba en el guion de los Coen, sino que se le ocurrido a Clooney despu¨¦s de haber descubierto un documental de esa ¨¦poca que mostraba un caso similar. La mezcla funciona. Y Matt Damon, ese se?or con pinta de eterno adolescente y de buen t¨ªo, sigue empe?ado en demostrarnos que tambi¨¦n puede ser mal¨ªsimo, como en Infiltrados e Interestelar. Con ¨¦xito. Suburbicon deja un regusto agridulce. Pero estar¨ªa bien no contar con la referencia de que el guion pertenece a los Coen, juzgar el trabajo de Clooney con ojos virginales.
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