George Clooney: ¡°Lo peor del cine es cuando apela al p¨²blico m¨¢s f¨¢cil¡±
El cineasta dirige 'Suburbicon', un filme enloquecido y lleno de humor negro que habla de racismo y de los EE UU de Trump
La primera aparici¨®n cinematogr¨¢fica de George Clooney no duraba ni un cuarto de hora. Su personaje, Oliver, so?aba con ser actor. Acababa, sin embargo, liquidado por el asesino de Terror en el instituto (1987). Aunque, justo antes, dejaba una declaraci¨®n de intenciones.
-?Vas a ser una estrella, Oliver?, se mofaba de ¨¦l una chica.
-Voy a intentarlo.
Se dir¨ªa que lo ha conseguido. El hombre que hoy abre la puerta de una habitaci¨®n de hotel y saluda caluroso es todo un divo. Tiene 56 a?os, el mundo a sus pies y un hechizo que se comprueba en pocos segundos. Mira a los ojos, sonr¨ªe: ¡°?Te puedo ofrecer algo?¡±. A falta de su c¨¦lebre caf¨¦, George Clooney (Lexington, 1961) sirve dos vasos de agua. Se sienta y, por alguna extra?a raz¨®n, se siente uno c¨®modo. Como si el actor tal vez m¨¢s famoso del planeta fuera un conocido. Lo cierto es que mucho se sabe de ¨¦l: sus pel¨ªculas, su compromiso social, su reciente paternidad, su atractivo. ?C¨®mo est¨¢? ¡°Muy bien, t¨ªo¡±.
Si se encuentra tenso, no lo aparenta. Pero con Suburbicon, que present¨® en septiembre en Venecia ¡ªdonde se celebr¨® esta entrevista¡ª y que llega el viernes a Espa?a, Clooney se juega mucho. Su anterior filme, Monument Men, fracas¨® tanto que una filtraci¨®n de correos electr¨®nicos revel¨® que hasta hab¨ªa pedido disculpas a sus financiadores. As¨ª que el director de Buenas noches, y buena suerte necesita despejar las dudas que sobrevuelan su trayectoria tras la c¨¢mara. Aunque las primeras cr¨ªticas no parecen contribuir.
¡°A lo largo de un a?o, mi agente me envi¨® 80 guiones de pel¨ªculas que podr¨ªa dirigir. ?80! Algunas grandes, otras peque?as, pero ninguna atractiva. Fue chocante¡±, explica Clooney. As¨ª que, para su receta ideal, necesit¨® mezclar dos ingredientes: por un lado, un guion que los hermanos Coen escribieron y nunca rodaron sobre una familia aficionada al asesinato; por otro, la historia real de los Meyers que contaba Crisis in Levittown, un documental de 1957: el primer d¨ªa que le abrieron la puerta al cartero tras su mudanza, el barrio descubri¨® aterrado que ten¨ªa vecinos negros. Esa misma tarde, ¡°hab¨ªa 500 personas en su jard¨ªn, levantando una valla para aislarlos¡±, asegura Clooney.
De ah¨ª que en Suburbicon haya recreado una urbanizaci¨®n donde la superficie es id¨ªlica pero los monstruos anidan justo debajo. Hay homicidios, racismo, mucho humor negro. El filme habla de muros en la era de Eisenhower, ¡°cuando se cre¨ªa que todo en Am¨¦rica era grande¡±: la actualidad de sus alusiones es evidente. El dedo apuntado hacia la Casa Blanca, tambi¨¦n.
Con Barack Obama, Clooney hasta jugaba al baloncesto. A Donald Trump, en cambio, le ha tachado de ¡°racista xen¨®fobo¡±. Para demostrar su acierto, el actor cita los choques violentos que enfrentaron en Charlottesville a quienes se manifestaban por la supremac¨ªa blanca y los que ped¨ªan m¨¢s derechos para la minor¨ªa negra. Trump conden¨® los actos de ambos frentes por igual. ¡°Jam¨¢s un l¨ªder deber¨ªa comparar quienes marchan por la igualdad con el Ku Klux Klan¡±, objeta Clooney. ¡°El racismo es nuestro pecado original y no lo hemos resuelto. Est¨¢ arraigado en nosotros. Desde los movimientos por los derechos civiles en los setenta hemos retrocedido. No hemos exorcizado a¨²n lo peor de EE UU¡±, agrega.
?Podr¨ªa ayudar Suburbicon? ¡°El cine no puede liderar un movimiento. Se trabaja dos a?os para una pel¨ªcula, llegar¨ªa siempre demasiado tarde. Pero el arte s¨ª puede reflejar d¨®nde est¨¢bamos, qu¨¦ pens¨¢bamos, qu¨¦ miedos ten¨ªamos. Quiero ese cine, no solo pel¨ªculas sin sentido de superh¨¦roes¡±. El director aclara que no ve nada malo en ellas ¡ªhasta las prob¨®, en?Batman y Robin, otra obra por la que se disculpa¡ª, pero prefiere el s¨¦ptimo arte ¡°valiente¡±.
¡°El peor cine es el que apela al p¨²blico m¨¢s f¨¢cil, sin esfuerzos. Hay muchos filmes hechos por comit¨¦s y es terrible, por m¨¢s que ganen dinero¡±, asegura. Frente a ello, Clooney defiende la opci¨®n Gravity ¡ª¡°algo que recaude mucho y haga detener la respiraci¨®n¡±¡ª y, en general, el riesgo. ¡°Una pel¨ªcula que no sea pop es dif¨ªcil de hacer. Entiendo que la gente no quiera invertir en algo que no est¨¦ dise?ado para recaudar una barbaridad. S¨¦ que nuestro negocio no es como pintar en casa, se necesitan millones. Y me siento responsable, por quienes los ponen, de que el proyecto sea lo que dije que ser¨ªa. Pero no puedo garantizar que arrase. No intento hacer pel¨ªculas que ganen dinero¡±. Desde la venta de su compa?¨ªa de tequila, Casamigos, por 864 millones, lo necesita a¨²n menos.
M¨¢s bien, trata de hacer los filmes que le apetecen. Con presupuesto reducido, su equipo de siempre y un reparto de amigos. En 2006, fue el primero de la historia de los Oscar en ser nominado como actor y director, por dos filmes distintos: Syriana y Buenas noches, y buena suerte. Otras veces, el resultado ha sido m¨¢s decepcionante. ¡°He tenido grandes ¨¦xitos y grandes fracasos¡±, reconoce ¨¦l mismo. Tal vez por eso quiere centrarse m¨¢s en direcci¨®n y escritura: ¡°No voy a actuar a menos que encuentre algo genial. Adem¨¢s, estoy demasiado viejo para ser el tipo que se lleva a la chica¡±.
A saber. Porque Clooney sigue despertando adoraci¨®n por todo el planeta. Imposible que pase inadvertido. Pero, si pudiera, ?qu¨¦ har¨ªa? ¡°Firmas un pacto con la fama, pero no lo descubres hasta que est¨¢s all¨ª. Empieza con que nadie nunca quiere o¨ªr tus quejas. Lo entiendo. De joven, trabaj¨¦ cortando tabaco, escuchaba a Elizabeth Taylor lament¨¢ndose el ¡®horror de su vida¡¯ y pensaba: ¡®?C¨¢llate!¡¯. La fama es como la luz para los insectos. Vuelas hacia ella porque es fascinante. Llegas, y entonces te dices: ¡®Me encantar¨ªa poder caminar por Central Park con mi mujer y mis hijos. O sentarme en la terraza de una cafeter¨ªa'. Lo echo de menos¡±.
Un padre "rid¨ªculo"
Este a?o, George Clooney ha sido padre. En junio, su esposa, Amal, dio a luz a dos mellizos. Con su habitual humor, el director declar¨® que ser padre era "aterrador". Y, claro, monopoliz¨® los titulares. As¨ª que ahora opta por re¨ªrse de s¨ª mismo: "Es rid¨ªculo que est¨¦ yo aqu¨ª, con mis 56 a?os, hablando de paternidad cuando tengo amigos de 23 que han tenido hijos".
Aunque, a continuaci¨®n, el int¨¦rprete se pone m¨¢s serio: "Es abrumador saber que eres responsable por dos personas. Tenemos que intentar que nuestros hijos, que han nacido en la m¨¢s privilegiada de las situaciones, entiendan la empat¨ªa y que se debe solo a la fortuna que vivan en un contexto que la mayor¨ªa de la gente no tiene. Hay que difundir y compartir la suerte de tu nacimiento con los menos afortunados".
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