La historia del cine, en pocos minutos

Cuando Matteo ten¨ªa nueve a?os, su abuela le llev¨® a descubrir el cine. Era su primera vez, la elecci¨®n de la pel¨ªcula pod¨ªa ser decisiva.

-?Est¨¢s segura de que esta es apropiada para m¨ª?, pregunto sospechoso el chico.

-Tranquilo. Es una de fantas¨ªa.

Casi. El g¨¦nero, en realidad, era el fant¨¢stico. El filme, Alien, el octavo pasajero. ¡°A los cinco minutos yo ya estaba aterrado y ella ten¨ªa sudores fr¨ªos¡±, recuerda Matteo Civaschi. En el mismo momento en que el monstruo desfonda la barriga de uno de los personajes, la abuela le sac¨® de la sala.

Demasiado tarde. Aquella secuencia m¨ªtica ya estaba en la mente de Civaschi. Tal vez por eso hasta ha pasado su filtro implacable. Porque desde 2012 este creativo italiano se dedica a una mezcla extrema e ir¨®nica de dibujos y s¨ªntesis, bajo la marca Shortology. Ha resumido en poqu¨ªsimos iconos la vida de famosos y personajes hist¨®ricos; ha dejado refranes c¨¦lebres en un pu?ado de im¨¢genes. Y ahora, junto con Matteo Pavesi, director general de la Cineteca de Mil¨¢n, ha aplicado la misma f¨®rmula a la historia del cine. En Cinegr¨¢fics (Flow Press) encierran la vida del s¨¦ptimo arte, su evoluci¨®n t¨¦cnica y sus mitos en decenas de infograf¨ªas m¨ªnimas. La espina dorsal del libro se atreve a contar 101 pelis en 5 segundos (cada una). Ah¨ª est¨¢, entre otras, Alien, el octavo pasajero.

Para narrarla, a Civaschi le ha bastado con unos hombrecitos, un gato, el xenomorfo y la c¨¦lebre secuencia que vio con su abuela. Con El se?or de los anillos, ha sido a¨²n m¨¢s despiadado. Tres filmes, diez horas de metraje, batallas, intrigas y una mir¨ªada de personajes se reducen a tres m¨ªseros elementos: un anillo, un volc¨¢n y una largu¨ªsima flecha que los conecta. ¡°Al fin y al cabo, despu¨¦s de tanto l¨ªo, se trata de eso¡±, se r¨ªe el italiano. Sin embargo, el asunto es a la vez muy serio: ¡°Supone un esfuerzo mental enorme: es dif¨ªcil tirar el 95% y no salvar casi nada. Adem¨¢s, representa una gran responsabilidad. Llego yo y de repente les pego una patada a los grandes cineastas¡±.

Aunque Cinegr¨¢fics va mucho m¨¢s all¨¢ de sus bromas. ¡°?Es un libro? ?Un instrumento? ?Un tratado? ?Una enciclopedia? ?Un p¨¢jaro? ?Un avi¨®n?¡±, se pregunta la directora Isabel Coixet en el pr¨®logo. La respuesta se desarrolla a lo largo de 259 p¨¢ginas que cuentan mucho y poqu¨ªsimo. Se repasan temas hist¨®ricos como el cambio del formato de la pantalla, la dimensi¨®n del celuloide o incluso todo el proceso que va desde la idea de un filme hasta el resultado final en la pantalla, paso por paso. Todos ellos, sin embargo, caben en escasos dibujos y a¨²n menos palabras.

¡°Si no te apetece adentrarte en tecnicismos demasiados prolijos, puede ser un juego. Si buscas profundizar, representa una base, un manual de texto hacia un tema mucho m¨¢s extendido. Decides t¨²: ?quieres ser un friki y analizarlo todo o solo mirar las im¨¢genes 10 minutos?¡±, lo resume Civaschi. Junto con Pavesi, decidieron las distintas secciones del libro: tecnicismos, anecdotario, grandes directores o frases c¨¦lebres. Y escogieron 101 pel¨ªculas que ¡°marcaron huellas profundas, que dieron much¨ªsimo a la historia del cine¡±. Aparecen Psicosis o American Beauty, Terminator o Casablanca. Y, en la edici¨®n espa?ola, Jam¨®n, jam¨®n u Ocho apellidos vascos.

Su representaci¨®n nunca ocupa m¨¢s de una p¨¢gina, porque as¨ª son y siempre han sido las obras de Shortology. La primera naci¨® en 2012, ante un ba?o p¨²blico. Civaschi ven¨ªa d¨¢ndole vueltas a un contenido ¡°creativo y divertido¡± que le hab¨ªa encargado para un blog; pensaba en la vida de Michael Jackson y se fij¨® en las siluetas que sirven para distinguir los aseos de hombres y mujeres. A partir de ah¨ª, condens¨® al rey del pop en cuatro figuritas: la primera, negra; otras dos algo m¨¢s claras; y una ¨²ltima, blanca y tumbada, fallecida.

Sus obras empezaron a circular por Internet y acabaron en la mesa de una editorial en Londres. Hubo contacto, y acuerdo. Desde entonces, Shortology ha sacado 18 libros, con versiones para Jap¨®n, Reino Unido, EE UU o Francia. Porque su s¨ªntesis en im¨¢genes tiene otra ventaja: no hay nada que traducir.