¡®Hablar por hablar¡¯ se hace teatro
Fernando S¨¢nchez-Cabezudo dirige ¡®Historias de madrugada¡¯, un montaje sobre casos reales contados por los oyentes del programa de la SER
En silla de ruedas, la t¨ªa Enriqueta consigui¨® el sue?o ardiente de viajar a Par¨ªs y subir a lo alto de la torre Eiffel. Marcos, el ni?o de ocho a?os apasionado de los trenes y con una discapacidad ps¨ªquica, fue encontrado tras una noche de angustia perdido por las calles de Madrid. Y Suso, un pescador de Vigo en paro, pudo por fin poner en palabras su pena y desesperaci¨®n con una llamada de tel¨¦fono. ¡°Me llamo Alfonso, vivo en la calle, tengo miedo y estoy al l¨ªmite. Si alguien puede hacer algo¡¡±. Lo que se vive al otro lado del tel¨¦fono bien lo sabe el equipo del programa radiof¨®nico nocturno de la cadena SER, Hablar por hablar, que desde hace 27 a?os comparte tesoros y soledades, roba el sue?o a muchos y va llenando de vida los huecos de muchos otros. Hablar por hablar salta al teatro en un montaje, Historias de madrugada, dirigido por Fernando S¨¢nchez-Cabezudo, e inspirado en casos reales contados por los oyentes del programa que presenta ahora Macarena Berl¨ªn de dos a cuatro y media de la madrugada de lunes a viernes.
Cinco dramaturgos (Juan Cavestany, Yolanda Garc¨ªa Serrano, Anna R. Costa, Juan Carlos Rubio y Alfredo Sanzol), cinco actores (Antonio Gil, ?ngeles Mart¨ªn, Samuel Viyuela Gonz¨¢lez, Carolina Yuste y Pepa Zaragoza) y veinte personajes est¨¢n detr¨¢s de esta conmovedora funci¨®n que se estrena el pr¨®ximo 11 de enero en el Teatro Bellas Artes de Madrid y que ha contado con la experiencia y los relatos de las periodistas Macarena Berl¨ªn y Mara Torres. La soledad y el silencio de la noche, la oscuridad solo atenuada por una suave luz, que se vive cada madrugada en el estudio de la SER se abre paso en el escenario del teatro, en el que el tel¨¦fono es tambi¨¦n el punto de conexi¨®n con el mundo exterior, aquel palpita en la vida real. Algo que conoce de cerca S¨¢nchez-Cabezudo (Madrid, 1979), alma de Historias de Usera, el montaje con el que homenaje¨® a los vecinos de este barrio madrile?o y por el que recibi¨® el Premio Max a la mejor producci¨®n privada en 2017. ¡°El protagonista de Historias de madrugada es aqu¨ª tambi¨¦n el vecino an¨®nimo, la gente de la calle. Es todo un homenaje a la gente corriente que en soledad quiere compartir un pedazo de su vida¡±, asegura el director, oyente durante muchos a?os del programa de la Cadena SER.
En el enorme ba¨²l del archivo del programa han encontrado una enorme riqueza dramat¨²rgica En Historias de madrugada laten los grandes temas cl¨¢sicos de la dramaturgia: el fracaso, la emoci¨®n, la esperanza, el amor o la soledad. ¡°Son las mismas historias que contaba Shakespeare pero con la realidad y la cercan¨ªa de gente com¨²n de ahora mismo¡±. El hecho de saber que todo lo que se cuenta en la funci¨®n son casos reales hace de este montaje algo muy emotivo pero, al mismo tiempo, muy fr¨¢gil. Por ello, S¨¢nchez-Cabezudo habla sobre todo de respeto y responsabilidad. ¡°Muchas son personas que sufren y que han tenido la valent¨ªa de llamar por tel¨¦fono y compartir su historia. Por eso, hay que cuidarlas especialmente¡±, a?ade el director.
Una sencilla escenograf¨ªa, centrada en el estudio radiof¨®nico, un muro, dos sillas y dos tel¨¦fonos, invita de manera clara a la intimidad y a la escucha, en una atm¨®sfera en al que se ha potenciado el espacio sonoro y se ha centrado toda la propuesta en el relato. ¡°Queremos forzar al espectador a escuchar, tener la paciencia de atender las historias de otros¡±, a?ade S¨¢nchez Cabezudo, para quien el reto principal en esta obra era dar coherencia emocional a un viaje relatado por gente tan diferente. El p¨²blico, que al entrar en la sala tendr¨¢ la sensaci¨®n de estar en directo en el programa de ese mismo d¨ªa, presenciar¨¢ saltos al vac¨ªo, asistir¨¢ a zonas muy oscuras de la vida, a historias desgarradoras y crueles, pero tambi¨¦n al placer de la palabra. Todo en una noche, en la que cada uno de los personajes claman una misma frase: ¡°Solo he llamado aqu¨ª para hablar¡±.
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