Muere el marionetista Francisco Peralta a los 87 a?os

El marionetista Francisco Peralta Gonz¨¢lez (C¨¢diz, 1930), el primero en recibir en Espa?a la medalla de plata al m¨¦rito en las Bellas Artes, en 1990, falleci¨® ayer en Segovia, ciudad donde fue profesor de modelado en la escuela de Artes Aplicadas y Oficios Art¨ªsticos y sede de un museo que acoge gran parte de sus creaciones, 38 marionetas distribuidas en dos pisos. Peralta fue precursor del Festival Internacional de T¨ªteres de Segovia Titirimundi, amigo y admirado por quien fuera su director, Julio Michel, fallecido el pasado junio.

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Un maestro titiritero

Mucho m¨¢s que marionetas

A Peralta se le conoc¨ªa por haber sido el creador de un t¨ªtere de cuerpo entero, de 82 cent¨ªmetros de altura, para ser movido sobre una mesa por un solo manipulador. Este t¨ªtere integral, articulado y dotado de una serie de controles que le permiten realizar los movimientos m¨¢s precisos, con mecanismos formados por cadenas, embragues y muelles, naci¨® cuando el artista comenz¨® a prescindir de las marionetas de hilo porque entendi¨® que hab¨ªa que cambiar la anatom¨ªa del mu?eco, antes r¨ªgido, y darle movimiento.

Desde su residencia en la villa segoviana de Sep¨²lveda, acostumbraba a bajar a su taller de Valdemoro (Madrid) y echar un vistazo al ¨²ltimo de sus mu?ecos articulados construido, siempre para comprobar si pod¨ªa superar alguna posible imperfecci¨®n, para continuar mejorando el movimiento de la marioneta, para ver si su trabajo era o no consecuente... Todo porque amaba la plasticidad del t¨ªtere y poder mover una escultura r¨ªgida, quieta, pero sin descomponerla demasiado.

Con seis o siete a?os, seg¨²n recordaba, acud¨ªa a la barraca que ten¨ªa la compa?¨ªa de t¨ªteres T¨ªa Norica, en C¨¢diz, lo que le llev¨® a hacer sus primeras marionetas con papel recortado, colocando un alambre y moviendo las figuras a trav¨¦s de una ranura en una caja de zapatos. Y con Puppet Parade descubri¨® lo que se llama la cruceta o la percha, donde van los hilos, porque, hasta entonces, pensaba que los titiriteros se los ataban a los dedos y luego mov¨ªan la mano.

En Madrid, a donde lleg¨® con 19 a?os, profundiz¨® sus estudios sobre arte, primero en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y poco despu¨¦s en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Lleg¨® a crear su propia compa?¨ªa, en 1981, junto a su esposa, Matilde, y a sus cinco hijas. La voluntad pedag¨®gica con la que inici¨® su trayectoria con los t¨ªteres se mantuvo hasta el final de su actividad profesional, ya que con su prototipo de marioneta imparti¨® diversas clases magistrales.

A Peralta le sorprendi¨® recibir la medalla de las Bellas Artes, incluso pens¨® que era una moda y que se deb¨ªa a que ¨¦l hac¨ªa algo que no era lo ordinario. Durante esa d¨¦cada realiz¨® una serie de exposiciones, como la antol¨®gica de 1992, presentada con motivo del X Festival Internacional de T¨ªteres de Tolosa, y dos a?os despu¨¦s en el Festival Mundial de Marionetas de Charleville (Francia).

En su testamento art¨ªstico, Peralta sosten¨ªa: ¡°Ahora que he aprendido a apartar la hojarasca de las cosas importantes, ahora que s¨¦ mejor lo que quiero y podr¨ªa hacerlo, ahora que podr¨ªa acometer algo importante, necesito unas energ¨ªas que ya no tengo. Tengo que renunciar a ciertas ilusiones y dejarlas aqu¨ª para que alguien pueda continuarlas¡±.